lunes, 4 de junio de 2018

Tomemos conciencia que el Partido Justicialista (menemismo... y kirchnerismo) no es nacional ni popular.


Analicemos qué país 
ha hecho gobernable
desde los 70 hasta hoy y convirtiendo
 la política en medio 
 para enriquecimiento 
familiar e individual.


Consideremos una de sus formas de manipular la opinión pública o modelar consenso. Consiste en provocar una actitud mayoritaria de falsa subversión. Ejemplifiquemos con Santiago Cúneo: “Somos rehenes de un gobierno de ocupación”

Aclaremos que la década extractiva -con imprescindibles cimientos neoliberales y menemistas- implica ocupación económica territorial de oligopolios y estados imperialistas en sociedad con los locales.

Recordemos la importancia para el relato o la épica K tanto del ministerio de ciencia...como de Tecnópolis y valoremos a:

Declaración Latinoamericana por una Ciencia Digna –

Por la prohibición de los transgénicos en Latinoamérica

18 de junio de 2014
(...)El modelo de agronegocios y el control territorial
La apropiación por despojo de tierras y territorios debe ser vista en el marco de un diseño geopolítico extendido a lo largo y ancho de América Latina y que forma parte de un Proyecto de dominación y control de la producción de alimentos mediante la diseminación legal e ilegal, de semillas genéticamente modificadas o transgénicas. Este diseño intenta imponer a los países productores un modelo común de aprobación, comercialización y propiedad intelectual de las semillas, modos de producción y tenencia y uso de la tierra, modificación de las leyes de las naciones latinoamericanas, africanas y asiáticas, derogando así la soberanía y seguridad alimentarias de nuestros pueblos. Este modelo ha convertido en mercancía los alimentos y otros bienes comunes, ocasionando un exterminio genocida de los pueblos saqueados. La imposición de los modelos extractivistas impide, además, profundizar las democracias de los pueblos, fragilizando así sus lazos comunitarios al forzarlos a entregar sus riquezas a través de la apropiación por despojo del territorio, de sus actividades productivas y de su cultura.
El modelo extractivista, es una pieza fundamental del modelo neocolonial de apropiación por despojo. Es imposible entenderlo sino a través de un fuerte protagonismo de una tecnología amañada y con fundamentos científicos frágiles en concepción. Este modelo es una construcción política que se pretende imponer desde algunos gobiernos corruptos asociados a las transnacionales, que se extiende a gran parte de Latinoamérica como un mecanismo de saqueo de los bienes comunes y de la identidad cultural. Lo anterior se ha constituido en una verdadera guerra sostenida con base en tecnologías de alto impacto y difícil reversión que devastan nuestros territorios utilizándolos como campos experimentales, concentrando y transnacionalizando de esta manera la propiedad.
¿Es la ciencia cada vez más autónoma?
En la coyuntura actual, el debate se ha extendido al rol y el desarrollo de una ciencia cada vez más dependiente de los poderes hegemónicos, violando el derecho a una ciencia autónoma para beneficio directo de la sociedad que la produce.
En ese contexto los cultivos transgénicos, son vehículos diseñados, no para alimentar al mundo, sino para la apropiación sistemática e instrumental de la naturaleza; y sin duda un instrumento estratégico de control territorial, político y cultural, de una nueva etapa neocolonial que impone tecnologías que satisfagan la nueva fase de acumulación en la organización global del capitalismo que necesita la sustitución de los modos tradicionales de mejoramiento agrícola por métodos antinaturales.
Los resultados están a la vista a la hora de analizar la eficacia resultante de la imposición de este sistema agrícola industrializado y nefasto que incluye la deforestación y el fracaso en sus promesas sobre la inocuidad y preservación de las semillas nativas. Como vemos, es el resultado de una tecnología que nunca debió haber salido del ámbito experimental. Una verdadera arma de guerra.
Seria de esperar que ninguna nación democrática y soberana sometiera su desarrollo intelectual, tecnológico y científico a los intereses de un sector particular y minoritario, sea este nacional o internacional. Los pueblos latinoamericanos tienen el derecho irrenunciable a desarrollar una ciencia transparente, autónoma y que sirva a sus intereses. Para ello esa ciencia deberá comprometerse con honestidad, teniendo en cuenta que de no hacerlo así, puede violar su compromiso con la verdad, para formar parte de la legitimación que todo desarrollo tecnológico dominante requiere como instrumento de control y colonialismo.
En esto existe desde hace ya largo tiempo, una dimensión de ciencia epistémica que interpela su autonomía absoluta, neutralidad y universalidad, desde donde se debe encarar la tarea científica como un servicio desde un “lugar situado” en la sociedad (no el “mercado”), teniendo en cuenta sus intereses y necesidades.
La fragilidad científica de la biotecnología “moderna”
No pocos biólogos moleculares y sus primos los biotecnólogos suelen incurrir, con ímpetu, en gruesos errores conceptuales que hacen que la ciencia no pase por su mejor momento de la percepción social. La relación entre la industria y los medios de comunicación colectiva expresan descripciones periodísticas sobre los avances “humanitarios” de los organismos genéticamente modificados (OGM). En estos se proponen los cultivos transgénicos para erradicar del continente africano “décadas de desesperación económica y social” (National Post Canada). Artículos como éste aparecen dispersos en las secciones científicas de una gran mayoría de medios escritos (New York Times, Time, Toronto Globe, The Guardian, The Economist, Slate, New Scientist, Forbes y cientos de otros). El manantial de las buenas noticias en biotecnología se limita a un número muy limitado y cuestionado de proyectos con OGM: vacunas comestiblesyuca biofortificada, arroz dorado, y una batata resistente a un virus, como verdaderas ofensivas mediáticas. Las bases científicas de estos anuncios son débiles o inexistentes y se sustentan invariablemente en investigaciones preliminares o no publicadas, o que ya han fracasado. Lo anterior exhibe el fracaso de una prensa científica por cumplir con los requisitos de un periodismo riguroso y escéptico. La industria de los OGM se ha aprovechado de esto para proyectar una imagen de sí misma como éticainnovadora y esencial para un futuro sostenible, que en realidad no tiene relación alguna con la realidad. Pero además, muestra que la agroindustria tampoco se somete a la evaluación formal de los resultados que sustentan sus promesas.
De igual manera, otras imposturas y excesos más específicos, han ido erosionando la percepción social de la ciencia como sistema explicativo del mundo. Veamos:
1) Los transgénicos, desde sus inicios en el ojo de la tormenta, nos vuelven a traer esa extraña y cada vez más transparente relación funcional del pensamiento biológico reduccionista con la ideología que preside la hegemonía neoliberal en esta etapa. Existe la necesidad de instalar un relato legitimador desde la ciencia que desmienta sus efectos negativos en la naturaleza, que sostenga la equivalencia entre alimentos naturales y los transgénicos, que los defina como nuevas variedades, y descarte el acecho de sus impactos negativos en la naturaleza y en los profundos cambios futuros de la estructura geopolítica cultural de los pueblos. Para cerrar ese relato, los defensores de los OGM denominan a todos aquellos que defienden el Principio de Precaución del impacto tecnológico, como “ambientalistas anticientíficos”. En realidad definir sin fundamentos y desde el podio político quien tiene un pensamiento científico o anticientífico, es un signo de dogmatismo cerril que paradójicamente interpela la propia seriedad del juicio de quién lo emite. Decir que el “ambiente interactúa con el gen” es insuficiente. No se desmarca del determinismo clásico y no incluye interpelación alguna a la concepción reduccionista en biología. Sigue siendo una idea mecanicista que ignora el concepto de fluidez del genoma en el cual los genes pierden su definición ontológica y pasan a ser parte de una complejidad relacional que desafía toda linealidad jerárquica para reemplazarla por una red funcional compleja que recién empezamos a vislumbrar después de 20 años de lanzada la idea del “genoma fluido”.
2) Este sector “científico” defiende la manipulación genética de los organismos asumiendo que los OGM tienen los mismos comportamientos cuando son liberados en la naturaleza a aquellos observados en el laboratorio. Las afirmaciones infundadas de que los OGM “son naturales” y que “son nuevas variedades”, parten de asumir que la técnica experimental empleada es precisa, segura y predecible, lo que vuelve a ser un grueso error y un desconocimiento de las teorías básicas y elementales de la biología moderna. En esa concepción están ausentes el rol del tiempo en la génesis de la diversidad y la valoración de los mecanismos naturales que la sostienen. Hay que reconocer que, en el proceso evolutivo como mejoramiento de las especies, la reproducción sexual y la recombinación del material genético son los mecanismos biológicos y ambientales que regulan la fisiología del genoma, y por ende, los que generan la diversidad. Por eso empeñarse en insistir que los procedimientos usuales de domesticación y mejoramiento de especies alimentarias pueden equipararse con las técnicas de alteración genética de organismos por diseño (OGM) planteadas por la industria, es una idea reduccionista inaceptable. Decir que el mejoramiento realizado por el hombre durante 10.000 años en la agricultura y la modificación por diseño en un laboratorio son exactamente lo mismo expresa la pretensión de olvidar que la cultura agrícola humana ha respetado esos mecanismos naturales, que se basa en la selección de nuevas variedades de poblaciones originadas por entrecruzamiento al encontrar el fenotipo adecuado. Este mejoramiento no es consecuencia del simple cambio de la secuencia, incorporación o perdida de genes, sino la consolidación de un ajuste del funcionamiento del genoma como un todo y que hace a la variedad útil y predecible (por eso es una variedad nueva). Este ajuste puede involucrar genes asociados a una o varias características fenotípicas diferentes pero cada vez más acompañados por muchos “ajuste fluidos” de carácter epigenético y que en su mayoría desconocemos. De lo anterior se desprende que una nueva variedad representa una mejora integral del fenotipo para una condición determinada donde seguramente todo el genoma fue afectado con un ajuste fisiológico de su “fluidez”. En este marco conceptual un gen o un conjunto de genes introducidos en un embrión vegetal o animal en un laboratorio, no respetan, por definición, las condiciones naturales de los procesos de mejoramiento o la evolución de los organismos; por el contrario, más bien violan procesos biológicos con procedimientos rudimentarios, peligrosos y de consecuencias inciertas que mezclan material genético de las plantas con el de distintas especies (vegetales y animales).
La transgénesis altera directa o indirectamente el estado funcional de todo el genoma como lo demuestra la labilidad de respuesta fenotípica de un mismo genotipo frente al medio ambiente. En la ignorancia de la complejidad biológica (hoy hablamos de desarrollo embrionario, evolución y ecología como un sistema inseparable) se percibe la presencia de un insumo esencial: la dimensión ontológica del gen. No reconsiderar este concepto clásico del gen como unidad fundamental del genoma rígido concebido como un “mecano”, una máquina predecible a partir de la secuencia (clasificación) de los genes y sus productos que pueden ser manipulados sin consecuencias, expresa el fracaso y la crisis teórica del pensamiento reduccionista de 200 años, largamente interpelado por Steven Rose, Stephen Jay Gould, Richard Lewontin, Eva Jablonka, Mae Wan Hoo, Terje Travick, entre otros. Lo anterior hace ver también la imposibilidad, en términos científicos y epistemológicos, de poder considerar a los OGM como variedades naturales, en tanto que son cuerpos extraños que intervienen en el mundo natural alterando la evolución biológica de manera impredecible. Para algunos, la capacidad de poder manipular el genoma se ha transformado en el deseo de la omnipotencia.
Debería recordarse que la complejidad no es un capricho de la naturaleza, sino una configuración integral de ésta y que, en ese sentido, desarmar a la naturaleza “para su comprensión” es cada vez más insuficiente. Lo ilógico aquí es pretender hacer desde esta limitación un cierre virtuoso de una tecnología que nació para comprender limitados procesos a nivel molecular para poder expandirlos en la propia naturaleza sin criterios creíbles ni predecibles. El proceso de generación de organismos, repetimos, es inasible, pero podemos estudiarlo. Alterar un organismo con un pedazo de ADN propio o ajeno no es fisiológico. Lo único que detiene a la naturaleza de mayores desastres es no romper con la posibilidad de mecanismos que aminoren desastres para su reproducción y permanencia.
3) Los científicos defensores de los transgénicos atraviesan en esta etapa, que los expone afuera del laboratorio, con la ansiedad de no perder protagonismo. La necesidad de legitimar la tecnología se transforma en una pulsión, anticientífica y dogmática. Más aun, la afirmación de que el problema no está en la técnica sino en su uso, es doblemente preocupante porque además de no ver el pensamiento reduccionista que los preside, oculta la creciente subordinación y fusión de la ciencia con el poder económico revalidando las bases cientificistas productivistas y tecnocéntricas que emanan del neoliberalismo en su versión actual.
La legitimación recurre a la simplista idea de que la tecnología por ser neutra y universal representa siempre progreso. Y que si algo falla es debido a la intromisión de un impredecible Dr. No que la va usar mal y que cualquier posible daño derivado de ésta será remediado en el futuro por otra “tecnología mejor” o por el ingenuo argumento de la regulación del Estado, aunque sepamos que éste es socio promotor de los intereses que controlan el “desarrollo científico” en nuestros países. Prefieren desconocer que estas tecnologías son productos sociales no inocentes, diseñadas para ser funcionales a cosmovisiones hegemónicas que le son demandadas por el sistema capitalista. Decir que los problemas “no tienen que ver con la tecnología transgénica” y que los que se oponen “están minando las bases de la ciencia” es parte de la prédica, “divulgación” y diatriba contra cualquiera que sostenga lo contrario.
No hay nada más anticientífico que recortar o ignorar la historia de la evidencia científica, y asignarse a sí mismos la función de ser la pata legitimadora que provee la “ciencia” actual a la apropiación por despojo de la acumulación precapitalista que sufren nuestros pueblos en estos tiempos. El círculo se cierra al ocultar el condicionamiento y cooptación de instituciones como las universidades públicas y el sistema científico por las fuerzas económicas y políticas que operan en la sociedad. Logran así el mérito de ser la parte dominada de la hegemonía dominante. Quienes así piensan y actúan nos quieren hacer creer que todo es técnico, disfrazando la ideología de ciencia, al suplantarla por una “ciencia” limitada y sin reflexión critica. De esta manera se abstraen de las relaciones de fuerza en el seno de la sociedad, poniendo ésta al servicio del poder dominante. Mientras tanto, en el colmo de su omnipotencia auguran catástrofes de todo tipo si la sociedad no asume con reverencia que este es el único camino posible para alcanzar el “progreso”. El planeta es para ellos infinito y los ecologistas unos retrógrados. Mientras tanto disfrutan del momento actual, aceptando “participar” del diseño del mundo y de la sociedad futura. Son parte del poder. ¿Qué se les puede pedir? ¿Honestidad en sus dichos? Son los expertos que burocráticamente diseñan, consciente o inconscientemente, el mal y banalizan la ciencia.
4) El alarde desmedido que muestra la actual falla epistemológica del pensamiento científico crítico en el marco del análisis de las teorías actuales, así como el “avance tecnológico”, incursionan en la naturaleza aplicando procedimientos inciertos que simplifican la complejidad de los fenómenos biológicos para “vender certeza” y proponer, por ejemplo, desde el sector privado y acompañados por el entusiasmo de importante investigadores, la transformación de la naturaleza en una “factoría” de productos, donde las plantas serían sustitutas de procesos industriales. Una verdadera naturaleza artificial adecuada y necesaria para los grandes negocios. Hay en todos estos discursos mucha ambición, soberbia, una pobre comprensión de la complejidad biológica y, por supuesto, poca ciencia. Hay grandes negocios y un enorme relato legitimador que los científicos honestos no podrán evitar interpelar, aunque las empresas transnacionales compren todas las editoriales de revistas científicas o bloqueen las publicaciones y voces que interpelan el sentido de la ciencia neoliberal-productivista. La ciencia, su sentido del para qué, para quién y hacia dónde, están en crisis y nosotros en la patria grande no podemos fingir demencia si queremos sobrevivir soberanamente. (...)

La obediencia epistémica en la ciencia en la colonialidad extractivista.
En el origen, el problema estuvo en el cientificismo positivista como parte del modelo colonial europeo. Ni aquel, ni la actual tecnociencia productivista del neoliberalismo, son alternativas válidas para los pueblos proveedores de recursos. Ahí aparece claramente el desafío de lograr poner al conocimiento científico al servicio de la armonía necesaria entre las necesidades -no hablamos de demandas producidas por el consumo indiscriminado- de la sociedad y la naturaleza, que encause la curiosidad y la búsqueda que dinamiza la ciencia, hacia una verdadera función social.
El sometimiento científico se agrava cuando el fundamento científico que impulsan las empresas fabricantes y comercializadoras de organismos genéticamente modificados (OGM) es una ciencia anacrónica y con un valor de verdad cada vez más cuestionable y cuestionado entre y desde amplios sectores de la propia comunidad científica. Esta mirada anacrónica, todavía hegemónica, ha encontrado en el reduccionismo biológico y el absolutismo genocéntrico de los científicos, su principal sostén. Estos comienzan con la concepción de los mecanismos de herencia imperantes desde fines del siglo XIX, impuestos por la genética mendeliana, que promovieron -junto al neodarwinismo- en un gran relato, la llamada “síntesis moderna” (y que redujo la teoría de la evolución a la selección natural al buscar sus bases en la genética de Mendel). Esta síntesis, hija de la eugenesia galtoniana y de las escuelas de higiene racial anteriores a la 2da Guerra Mundial, tuvo su clímax y sentido epistémico cuando dio lugar al desarrollo de la biología molecular que comenzó con la estructura tridimensional de los ácidos nucleicos en 1953 por James Watson y Francis Crick y su interpretación plasmada en el concepto mecanicista del “Dogma Central de la Biología Molecular” postulado en 1970 por Francis Crick.
Esta mirada puso al gen en el centro del flujo de la información, condicionando a la biología evolutiva y del desarrollo de los organismos e ignorando la compleja interacción existente de la filogenia y ontogenia con el medio ambiente. Esta es la visión que dominó la escena, no inocentemente, y que desde hace años ha venido siendo interpelada cada vez con mayor fuerza. En verdad esta visión es parte de una concepción en línea con el marco positivista de origen europeo.
La complejidad es ignorada en la explicación biológica actual, refleja la tendencia a la clasificación, al aislamiento, y a la manipulación de los genes concebidos como unidades ontológicas. Esto no sólo es una teoría biológica general errónea, sino que afecta a la comprensión de la naturaleza y se convierten en un instrumento. Un instrumento alineado con la necesidad, cada vez más imperiosa, de controlar y manipular la naturaleza habilitando específicas aplicaciones en la tecnología que salen de los procesos fisiológicos ontogénicos y filogénicos. En efecto, la falla de la teoría general no es una equivocación, sino que se produce en una relación compleja con los intereses industriales concentrados y hegemónicos que han encontrado en esa falla una oportunidad de negocios para fortalecer el error por necesidad y sometiendo a la propia ciencia. Si el reduccionismo es un instrumento de una mirada civilizatoria -una manera de mirar la naturaleza no armoniosa y apropiante-, la fijación de esa mirada y su deriva tecnológica estalla cuando ella abandona los laboratorios y se convierte en un instrumento de los intereses propios de los procesos industriales concentrados.
Es durante esta última etapa donde los movimientos tectónicos en el plano teórico-experimental interpelan al reduccionismo y comienzan a incorporar conceptos como complejidad, incertidumbre, plasticidad y especialmente considerar al organismo indivisible. Una historia en un medio ambiente dado. Así confronta con el determinismo eugenésico que inauguró esta saga en la segunda década del siglo XIX. Lo anterior produjo un acelerado conjunto de conocimientos que abrieron mundos complejos, poco comprendidos, conceptos de herencia no mendeliana y de la biología evolutiva que evocan mecanismos lamarckianos, la fluidez del genoma y el entrelazamiento de nuevos e impredecibles mecanismos regulatorios cuyas combinatorias determinan los fenotipos, entre otros, que sorpresivamente hicieron caer el mundo estructurado alrededor de la prevalencia ontológica del gen. Lejos de retirarse, el pensamiento reduccionista actual pretende descargar en los mecanismos moleculares de células, tejidos, sistemas y organismos para manipularlos y convertir el mundo de lo vivo en una fábrica de productos comerciales.
No sabemos si esta ciencia podrá, algún día, aun con su limitación epistemológica, desarmar las partes de los organismos vivos y comprender el todo complejo que ellos representan. Pero más allá de esta cuestión es necesario notar que la discusión entre los enfoques biológicos “clásicos” y alternativos, reduccionistas y no reduccionistas, no son ingenuos. Éstos imponen la necesidad de abrir la discusión sobre lo que sabemos y no sabemos antes de desparramar OGM en el planeta. La discusión sobre las bases de la incertidumbre, predictibilidad de los fenómenos biológicos, es tan importante que los científicos deberían ser guardianes de aquella sobre todo al momento de aplicar estos conocimientos en “procesos industriales de escala” ya que habilita la manipulación de la complejidad natural encerrada en el núcleo de una célula o en un organismo. Por eso la manipulación genética es sólo una tecnología y afirmamos que hoy no tiene una base científica sólida por lo que constituye un peligro para el equilibrio natural y la diversidad biológica y por lo tanto para el proceso evolutivo cuando ésta se aplica en la naturaleza.
Por lo tanto, si somos honestos debemos admitir que estamos obligados a revisar los encuadres científicos tenidos por ciertos en el mundo del agronegocio. Es indudable hoy que el mecanismo de transmisión de caracteres hereditarios no puede ceñirse a la concepción de un flujo simple y unidireccional de información que va de los ácidos nucleicos a las proteínas; tampoco puede ser considerado como mecanismo universal y único. Es por lo tanto insostenible, ya que existen complejidades en la transmisión de la información y mecanismos de herencia no-genética que interpelan la predictibilidad y seguridad biológica que tanto pregona la tecnología transgénica.
En verdad los genes concebidos como unidades únicas y fundamentales de transmisión de herencia han servido, en manos de fuerzas obscurantistas y retardatarias y en manos de comunidades científicas al servicio del status quo, para la elaboración de teorías y planteamientos pseudocientíficos que tienen sin duda un claro carácter racista, sexista y clasista. Esta misma concepción reduccionista del funcionamiento biológico, hoy en día es usada como parte del cuerpo teórico de los intereses de las grandes compañías transnacionales fabricantes de OGM que sostienen que es inocuo y predecible el comportamiento de la planta transgénica al insertársele genes de otros organismos para inducir una característica fenotípica, como por ejemplo la resistencia a un herbicida, o la producción de un insecticida, sin consecuencias indeseables.
Esto supone que los organismos y los ecosistemas estuvieran separados y no como en la realidad sucede, profundamente interpenetrados en espacio-tiempo evolutivo. Por ejemplo, la “invención del maíz” por los pueblos originarios a partir de la domesticación del teocintle necesitó el tiempo que exigió la propia incertidumbre evolutiva de la naturaleza. Ese es el tiempo que precisamente ha sido violado por la tecnología transgénica, creando nuevas pero falsas variedades de las especies que introducidas en el medio natural configuran cuerpos extraños. Los OGM controlan la evolución de las especies comprimiendo el tiempo evolutivo con la manipulación de laboratorio a imagen de las necesidades de las grandes empresas creando nuevas especies. Lejos, muy lejos, supera la omnipotencia de Jurassic Park.
La transgénesis es un legítimo procedimiento experimental que nunca debió salir del laboratorio para ser introducido en el medio natural. Afirmar que el comportamiento de los OGM puede ser predecible en el medio natural es ocultar el conocimiento biológico que alerta sobre la complejidad del comportamiento de los sistemas. No se ha considerado que la inserción de transgenes en organismos como el maíz, el trigo o el arroz puede disparar una dinámica incontrolable de dispersión de éstos en poblaciones silvestres, algo no deseable para ninguna especie por los efectos impredecibles que pueden tardar muchas generaciones en manifestarse, debido a la existencia de genes silenciados y regulaciones biológicas aún desconocidas. Cuando se desestabiliza una especie siempre hay repercusiones sobre las otras especies, tanto vegetales como animales, debido a los vasos comunicantes existentes en los ecosistemas.
Además, la posibilidad y el ritmo de la contaminación resultante de su implantación en la naturaleza aumenta con los años, décadas y aún siglos y puede llegar a crear una naturaleza diseñada en laboratorios que nada tiene que ver con el alimento que los pueblos necesitan. Todas con efectos irreversibles.
Los agrovenenos no se están yendo como prometieron las empresas.
El análisis de las evidencias experimentales dan cuenta de las consecuencias de la contaminación genética entre los OGM y sus variedades naturales (entre el 50 y 70% en Oaxaca, México), del efecto de los OGM sobre otras especies, cambios en los ecosistemas y el riesgo evolutivo por el impacto sobre la diversidad de especies usadas, muestran la perversión de un modelo que apela a todos los mecanismos para forzar al agricultor a abandonar sus prácticas tradicionales y ponerlo en indefensión y violación de sus derechos, en un acto de violencia intencional inmoral e inaceptable. Además, la evidencia del alto contenido de residuos acumulados de plaguicidas usados en el cultivo (como el glifosato), son de consecuencias impredecibles respecto de trastornos endocrinos, abortos, malformaciones y cáncer con evidencias crecientes y abundantes en la bibliografía científica independiente disponible.
Ante la demostración, cada vez más inquietante del impacto ambiental sobre el suelo, la flora y la fauna de los agroquímicos ligados indisolublemente al paquete tecnológico transgénico, se agregan los efectos indeseados sobre la salud de la población, a la creciente evidencia que desafía fuertemente el concepto de la equivalencia de los alimentos OGM (“equivalencia substancial”) y más recientemente, la creciente percepción de las limitaciones del propio procedimiento tecnológico. Como si fuera poco, ahora se asoma una sombra aún más ominosa, a saber, el potencial agravamiento de la situación en los países productores de maíz, con la llegada al mercado de las nuevas semillas, donde se «apilan» modificaciones genéticas que suman nuevos tipos de herbicidas para compensar el progresivo fracaso de los transgénicos resistentes al glifosato, por la aparición de tolerancias en plantas adventicias y el descenso del rendimiento por agotamiento de los suelos, entre otros; además de aumentar los riesgos por el crecimiento exponencial del uso de agroquímicos sintéticos necesarios para lograr la “efectividad” de esta tecnología.
Lo rudimentario de sus procedimientos ya señalados, la baja seguridad y estabilidad biológica de los transgénicos, la imposibilidad de controlar la transmisión horizontal espontánea de genes que se observan con las variedades originarias previstas por las empresas o planificadas como forma de penetración de los OGM, demuestran que el pregonado “progreso” voceado por la biotecnología que soporta el modelo de producción de alimentos a escala industrial, no es más que una falacia. Otra falacia habitual que usa es el slogan “con esta tecnología vamos a solucionar el hambre mundo”. Las Naciones Unidas calcularon que invirtiendo US$ 50 millardos por año hasta el 2015 se podrían alimentar y aliviar las zonas más calientes del planeta. En el salvataje de los bancos durante la crisis europea se gastaron 100 veces más. Sin palabras.
Estas tensiones modelan un mercado internacional cuyos rumbos futuros son inciertos, pero al mismo tiempo reclaman, ante el peligro de esta embestida neocolonial, un urgente y postergado debate sobre la autonomía en los países periféricos ante la prepotencia de las corporaciones y sus gobiernos en América Latina.(...)
 
Volvamos a "somos rehenes de un gobierno de ocupación" no sólo silencia e invisibiliza la de la alianza de capitales y estados imperialistas con los locales en los extractivismos sino también la reduce al gobierno actual, a la práctica en el futuro y al ejercicio desde el exterior. Lo dice en el marco de "la patria está en peligro" de todas las cúpulas políticas y sociales que menosprecian los envenenamientos y destrucción de las condiciones tanto de vida como de trabajo que se extienden en todo el país-continente.
Pero si aceptamos su referencia al FMI en el presente contrastándolo con más de una deKada, hallamos otra falacia que es la independencia K respecto al FMI y a los otros oficializados como acreedores. Antes de leer la nota siguiente tengamos en cuenta a Héctor Giuliano aclarar en 2012:  "el denominado Superávit Fiscal Primario que exhibe y pondera el Ministerio de Economía por 4.900 M$ resulta de los Ingresos por 434.800 M$ contra Gastos por 429.900 M$ (producto de no tomar en cuenta los intereses pagados de la Deuda Pública por 35.600 M$, que están dentro del Gasto; o sea 465.500 – 35.600 = 429.900 M$). En cambio se toman en cuenta estos gastos por pago de intereses de la deuda en el Resultado Financiero que es el de los 30.700 M$ negativo citado. Esta grosera maniobra de anunciar públicamente hoy un supuesto superávit fiscal cuando, por el contrario, existe déficit fiscal no sólo reviste gravedad en sí misma por la forma de comportamiento oficial sino, además, por el disimulo de este Resultado Financiero negativo, ya que su magnitud tendría que haber sido advertida al momento de enviar el proyecto de Presupuesto 2012 al Congreso (poco antes de las Elecciones de Octubre) con las previsiones de ejecución del 2011". (...)Leer

Con el superávit fiscal del 2003,

el Fondo no tendrá de qué quejarse.

21 de enero de 2004
Durante el 2003 el superávit fiscal primario fue de 8676,9 millones de pesos, casi 900 más que los 7790 millones pactados con el FMI. Con este antecedente, la Argentina empieza el trimestre en óptimas condiciones para cumplir el ahorro pactado para el período. En este marco, el FMI anunció que el 28 de enero el directorio del organismo tratará la primera revisión del acuerdo con la Argentina, aprobación que será recomendada por el titular del organismo, Horst Köhler. Por su parte, el secretario de Política Económica, Oscar Tangelson, defendió el mantenimiento del actual nivel de ahorro fiscal y destacó que la capacidad de pago del país crecerá con la expansión del producto.
“No es lo mismo un producto bruto de 100 mil millones de dólares que otro de 400 mil millones de pesos, como el que el país puede tener, en cuyo caso el 3 por ciento de superávit fiscal comprometido es significativamente mayor”, señaló Tangelson. Según el funcionario, el porcentaje de superávit fiscal comprometido “es un gran esfuerzo de la sociedad argentina”. “Durante 20 años hemos tenido déficit. Lo que ha habido ahora es un proceso de incremento de nuestra responsabilidad y, por lo tanto, de creación de superávit, en parte para hacer frente a los compromisos externos”, explicó.
En tanto, el secretario de Hacienda, Carlos Mosse, explicó que el superávit alcanzado en 2003 representó 886,9 millones de pesos más de la pauta anual de 7790 millones pactada con el FMI. El funcionario agregó que el Gobierno ya está en condiciones de cumplir con el superávit primario de 1100 millones de pesos acordado para el primer trimestre.
“Gran parte del superávit de 1100 millones lo vamos a cubrir en enero, y a quedar cerca del cumplimiento total para el primer trimestre”, pronosticó. Ello se debería, según explicó, a que muchos gastos de enero fueron hechos en diciembre. Por ejemplo, el pago del aguinaldo a los trabajadores del Estado, situación que motivó un déficit de 179,8 millones de pesos el pasado mes.
Mosse sostuvo que durante 2003 hubo un aumento de gastos, algunos por decisión política y otros “inesperados”, como el pago de 50 pesos extra a los beneficiarios de subsidios a desocupados o la devolución de un descuento de 13 por ciento aplicado a los salarios estatales.
En otro orden el vocero del FMI, Thomas Dawson, informó que el 28 de enero el directorio del organismo tratará la aprobación de la revisión de las metas. La aprobación se esperaba para mediados de diciembre, pero se demoró un mes y medio ante la intención del FMI de forzar al Gobierno a aumentar el margen de superávit para destinarlo a mejorar la oferta de reestructuración de deuda a los acreedores privados. La auditoría corresponde a las metas fijadas a octubre de 2003, las que fueron cumplidas tanto en las pautas cualitativas como cuantitativas, según se desprende del informe técnico que elaboró la misión evaluadora que trabajó en Buenos Aires durante noviembre.
Insistamos en descubrir continuidades desde la dictadura genocida y esclarecernos sobre:
Deuda pública y déficit fiscal
18 de febrero de 2013
Por Héctor Giuliano
Este trabajo tiene por objeto explicar cómo y por qué la deuda pública es el principal factor determinante del déficit fiscal argentino. En el marco de la nueva crisis de deuda que atraviesa hoy nuestro país este tema adquiere especial importancia y es también el que explica las medidas extraordinarias que está tomando la actual administración frente a la emergencia financiera - derivada de la deuda - en materia monetaria, cambiaria y bancaria. La presente nota se demoró a la espera de los resultados presupuestarios del año 2012 pero los mismos no han sido informados hasta la fecha por el gobierno Kirchner.

LA TRAMPA METODOLÓGICA
ientras por lógica y por técnica financiero-contable (válida para cualquier entidad económica) las deudas con vencimiento en el ejercicio aparecen como parte del Pasivo a ser atendido durante el año, en el presupuesto operativo del Estado tales vencimientos no figuran integrando los Gastos Totales sino que se omiten. Es decir, que esos importes por vencimientos de capital no se computan como gasto del ejercicio fiscal: sólo se toman en cuenta para ello los intereses a pagar, que están dentro del Gasto Corriente, pero no el principal o capital de la deuda. Ejemplo: este año – 2013 – el resultado previsto del ejercicio es de unos 600 M$1 , producto de 629.200 M$ de Recursos menos 628.600 M$ de Gastos (totales en ambos casos). Dentro de los gastos están los Intereses de la Deuda (55.600 M$ 11.000 MD)2 pero no los 186.100 M$ ( 36.500 MD) de vencimientos de Capital. Este procedimiento genera una poco clara y muy discutible forma de presentación de la deuda pública en la Ley de Presupuesto anual que vota el Congreso. El origen formal de este problema – que se mantiene invariable hasta la fecha - deriva del importante cambio producido en la metodología presupuestaria argentina a partir de 1980 (Ministro de Economía Dr. José Martínez de Hoy y Secretario de Hacienda Dr. Juan Alemann), que modificó sustancialmente la forma de presentación de los datos inherentes al endeudamiento público.3 Estos cambios fueron luego formalizados con la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado (1992) y las modificaciones consiguientes a la Ley 11.672 de Presupuesto, así como sus normas complementarias y reglamentarias.

Uno de los primeros artículos de la Ley de Presupuesto – el numero 4 - refleja siempre parte de esta forma de presentación de los datos, que es el ABC de todo el desarrollo financiero del ejercicio fiscal del Estado Central. Allí siempre se expone el cuadro de Resultado Financiero del ejercicio, donde residen dos datos-clave del Presupuesto: el monto de los vencimientos de capital del año (Aplicaciones por concepto de Amortización de Deuda) y los montos de deuda nueva que se prevé asumir para cubrir el grueso de esos vencimientos y para tomar deuda adicional (Fuentes Financieras por Endeudamiento Público). Para el corriente año – 2013 – está previsto así amortizaciones sobre vencimientos de deuda por 186.100 M$ (36.500 MD) y toma de nuevo endeudamiento por 247.700 M$ (48.600 MD), es decir, 61.600 M$ (12.100 MD) más. Esto significa que la totalidad de los vencimientos de capital que se producen en el ejercicio van a ser refinanciados con nuevas deudas y que también se van a tomar obligaciones adicionales. En el primer caso – refinanciaciones – se trata de operaciones de Administración de Pasivos, que suponen novación de deuda con el mismo acreedor o refinanciación vía pagos a un acreedor con fondos tomados de otro acreedor.

Como regla general el gobierno está pagando a su vencimiento toda la deuda que cae correspondiente a acreedores privados y organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, BID y CAF); y lo hace fundamentalmente con fondos del Estado tomados del propio Sector Público y con refinanciamiento continuo de préstamos de organismos internacionales. Es decir, que se privilegia el pago de la deuda de terceros aumentando la Deuda intra-Estado. Esto se expresa – como hemos dicho - en el Cuadro de Resultado Financiero dentro del articulado del Presupuesto y se desagrega en la cuenta AhorroInversión-Financiamiento (AIF), que figura dentro de las planillas anexas al mismo. En el Presupuesto 2012 estaba previsto el vencimiento de deudas por capital de 40.100 MD y la contracción de nueva deuda por 51.800 MD, con lo que el stock de deuda aumenta 11.700 MD. El año anterior – 2011 – se preveía por presupuesto que la deuda aumentaría unos 9.500 MD, como producto de vencimientos de capital por 27.400 MD y toma de nueva deuda por 36.900; pero el aumento real de la deuda pública – según datos oficiales – fue al final bastante mayor: de 14.600 MD. Todavía no se conocen los resultados fiscales del 2012 pero el presupuesto contemplaba el aumento de los 11.700 MD citados. Y para el 2013 – también según presupuesto – la deuda aumentaría otros 12.100 MD. En consecuencia, no es cierto que la Argentina se esté des-endeudando: por el contrario, el ritmo de aumento de la deuda es superior a los 10.000 MD por año.
PRESUPUESTO VERSUS REALIDAD
El gobierno Kirchner confunde a la opinión pública diciendo que tiene Superávit Fiscal Primario y soslayando que tiene Resultado Financiero negativo, es decir, Déficit Fiscal. El superávit primario es el resultado de las cuentas públicas producto de restar Ingresos menos Gastos pero sin contar dentro de éstos últimos los gastos corrientes por el pago de los intereses de la deuda. Esto es, que el resultado primario es un subtotal o total incompleto de las cuentas fiscales del ejercicio. Ejemplo: según la Ley de Presupuesto 2013 el Resultado Primario sería de 56.200 M$, producto de Recursos Totales por 629.200 M$ menos 573.000 M$ de Gastos (628.600 M$ de gastos totales menos 55.600 M$ a pagar por intereses de la deuda pública)4 ; mientras que el Resultado Financiero es de sólo 600 M$ (exactamente 587 M$), producto de restar a los ingresos los gastos totales de 628.600 M$. En el año 2011, bajo este mismo cuadro de exposición de los datos (que sigue la Metodología Internacional del FMI, lo mismo que en la forma de mostrar los servicios de la deuda pública) el Resultado Financiero estaba previsto positivo por unos 1.600 M$ pero en la práctica resultó deficitario de 30.700 M$.

Para el año pasado (2012) – cuyos datos finales, como hemos advertido al inicio, todavía no se disponen al momento de redactar el presente trabajo – se prevé que, contra un resultado financiero también originalmente positivo, de 1.500 M$, el déficit real sea en cambio entre 55 y 60.000 M$. Al momento de elevar el Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso para el Presupuesto 2013 el gobierno ya había ajustado las expectativas del ejercicio a un déficit de 34.200 M$, que ahora pudiera ascender casi al doble de esa cifra. Las dudas sobre los resultados financieros finales se extienden también a los números del ejercicio 2013, en curso.

En función de estas realidades cabe entonces observar tres cosas: 1. Que los desvíos entre Presupuesto y Ejecución son relevantes en materia de rubros de Ingresos y Gastos pero especialmente en materia de Resultados Financieros, que hoy muestran un fuerte déficit fiscal. 2. Que tales desvíos son crecientes y lo hacen en mayor proporción cada año, de modo que la brecha contra las estimaciones se va ampliando. 3. Que los servicios de la Deuda Pública son factores determinantes en el aumento de estos déficits fiscales y, en consecuencia, a mayor deuda mayor déficit. Este último punto está avalado por los propios datos presupuestarios oficiales, que muestran cómo el ritmo de aumento de los servicios de la deuda es superior al ritmo de aumento del gasto público general. Ejemplo: para el año 2013 está previsto un aumento general del Gasto Público del orden del 16 %, pero para el rubro de Intereses de la Deuda – que están incluidos dentro de ese total – el aumento es del 23.4 %. El peso de las cifras es lo suficientemente relevante en sí mismo. En valores absolutos – tomando para conversión el tipo de cambio previsto en cada ejercicio – el peso de estos servicios es el siguiente: - Los vencimientos de capital eran 27.400 MD en 2011, pasan a 40.100 MD en 2012 y se proyectan en 36.500 MD para 2013, 42.100 MD para 2014 y 49.100 MD para 2015. - Los pagos de intereses eran 8.900 MD en 2011, pasan a 10.200 MD en 2012 y se proyectan en 10.800 MD para 2013, 15.500 MD para 2014 y 18.600 MD para 2015. El perfil de vencimientos de estos servicios por capital e intereses de la deuda pública (más del 60 % está en moneda extranjera) presenta así hoy una peligrosa concentración de vencimientos a corto y mediano plazo. Los medios de prensa del establishment insisten en destacar el incremento del Gasto Público y su incidencia como factor causal de Inflación y Déficit Fiscal pero omiten decir que la deuda es el principal motivo de aumento de ese gasto.

EL DÉFICIT COMO DEUDA
El déficit presupuestario se cubre con deuda pública, de modo que al ocultar o presentar de forma engañosa el verdadero resultado fiscal se está enmascarando, en realidad, el nivel real de aumento del endeudamiento del Estado. La administración Kirchner – como es público y notorio, y como el mismo gobierno lo proclama – está batiendo récords de pago de servicios de la deuda aunque, cabe reiterarlo, el stock de la deuda sigue creciendo y el objetivo de las autoridades sigue siendo volver al mercado internacional de capitales para tomar más deuda, según la Hoja de Ruta del ex ministro de economía y hoy vicepresidente Boudou. Como una suerte de mecanismo de transición – hasta normalizar la deuda todavía en default con los bonistas que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 (holdouts) y arreglar la deuda con los países del Club de París - el gobierno está utilizando como fuente de financiamiento la Deuda intra-Estado, esto es, la toma de fondos que están a cargo del Estado para poder pagar servicios de la deuda con terceros, entregando a cambio títulos públicos a los principales entes oficiales, que devienen así sus prestamistas y que reciben, en la práctica, títulos oficiales como “vales de caja” por el retiro de ese dinero, aunque los mismos no tienen capacidad demostrada de devolución o repago. De este modo, la Tesorería está “empapelando” a las agencias del propio Estado que asumen el rol de prestamistas institucionales o estructurales del Fisco. Con el agravante que la mayor parte de esos fondos de la Deuda intra-Estado no son propios del Fisco sino son dineros administrados por el Estado y que tienen otros fines específicos, como el caso de los fondos previsionales de la ANSES, que es plata de los jubilados y aportantes, o las reservas internacionales del BCRA, que son las divisas necesarias para afrontar las necesidades de la Balanza de Pagos.

El uso en gran escala de estos fondos está provocando una grave distorsión en las Finanzas Públicas como resultado de haber convertido agencias oficiales en prestamistas del Estado. Dentro de la larga lista de organismos estatales que se encuentran hoy en esta condición – AFIP, Lotería, FFRE, FFRH, SRT, INDER, AGP, IAF, PAMI – hay tres que cubren las necesidades de financiamiento en forma determinante: el Banco Central (BCRA), la ANSES (a través del FGS-Fondo de Garantía de Sustentabilidad) y el Banco Nación Argentina (BNA).

a) El BCRA tiene actualmente prestados al Tesoro – al 31.1.2013 - unos 64.600 MD: 38.900 MD, por títulos públicos en cartera dados a cambio de la entrega de reservas internacionales para el pago de deuda externa, y 127.800 M$ ( 25.700 MD) por Adelantos Transitorios (AT), dados para cubrir gasto público en general, que incluye el pago de deuda pública. Tanto para comprar las divisas que se usan como reservas – y que luego se prestan al gobierno – como para girarle los AT, el BCRA imprime dinero sin respaldo, que termina presionando sobre la inflación.
La mayor parte de estos fondos el BCRA los rescata a continuación o retrae del mercado colocando títulos de corto y mediano plazo – Lebac/Nobac – para contraer parcialmente la Base Monetaria; y lo hace pagando en promedio el 15 % anual de interés.De este modo, las reservas del BCRA que se usan para pagar deuda del gobierno en la práctica se están comprando con deuda. El gobierno paga así con esos fondos deuda con terceros y le queda debiendo al Banco (vía Letras Intransferibles a 10 años de plazo, que rinden bajo interés y no tienen capacidad probada de repago), por lo que el stock de deuda total no varía aunque sí cambia su composición o estructura. Pero el BCRA se queda con el aumento de su deuda cuasi-fiscal por letras y notas colocadas en los principales bancos locales.De este modo el saldo de la deuda pública del Tesoro no cambia pero crece la del BCRA.

b) El FGS de la ANSES sumaba al 30.9.2012 – última información disponible – 227.500 M$, de los que un 62 % está prestado al Estado. Se trata de obligaciones sin demostrada capacidad de repago por parte del Tesoro y que se restan a los fondos prestables para proyectos productivos por parte de la ANSES y/o para destinos más rentables del Sistema Previsional. La administración Kirchner privilegia así el uso de los fondos jubilatorios para el sostenimiento de la deuda pública mientras dilata las actualizaciones de la población pasiva y difiere sistemáticamente el cumplimiento de las sentencias por juicios contra la ANSES. c) El BNA, según cifras de Balance a Octubre 2012 – última información disponible – tiene prestado al Estado unos 86.600 M$: 56.600 M$ por títulos y 30.000 M$ por créditos al Sector Público no Financiero (Tesorería y/o Entes Oficiales). Es aproximadamente el 60 % de su cartera de créditos, que totaliza unos 142.400 M$: 85.800 M$ del total de préstamos del banco – dentro de los que están los 30.000 M$ al sector público – más los 56.600 M$ de títulos. Esta altísima proporción de dinero del BNA prestado al Estado desvirtúa en gran medida la finalidad del banco, cuya Carta Orgánica fue modificada para privilegiar el crédito productivo a PYMEs. Hasta aquí el panorama financiero primario de cómo se cubre el déficit fiscal provocado por el desequilibrio de la deuda pública a través de la Deuda intra-Estado.

CONCLUSIÓN
El Estado tiene tres fuentes básicas de financiamiento: 1. La recaudación tributaria, 2. La emisión monetaria y 3. La deuda pública Esta última conlleva el costo financiero de la amortización del capital más el pago de los intereses. Cuando los niveles de endeudamiento fiscal llevan a cifras impagables la deuda nacional, como en el caso del Estado Argentino, se da la paradoja que las fuentes 1 y 2 – Recaudación y Emisión – tienen que ser aumentadas para poder sufragar los costos de la fuente 3, que es la Deuda.

Lic. Héctor L. GIULIANO Buenos Aires, 18.2.2013. Archivo: GIULIANO ARTICULO 2013 02 18 DP DEFICIT
NOTAS:
1 Las abreviaturas M$/MD significan Millones de Pesos/Dólares respectivamente y se muestran siempre con redondeo, de modo que pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos. (…)


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El no-convenio con el Club de París

9 de junio de 2014
Francisco Javier Llorens

(...)La vuelta a la solución “clásica” de la deuda: patearla para el que viene después

Queda patente así que el gobierno se olvidó enteramente del discurso épico del arreglo de la deuda del 2005, en el que esgrimió dos años de gracia en el pago de intereses, y una supuesta quita de capital, que en realidad fue compensada generosamente con los cupones Ligados al PBI. En este caso por contrario se trata de un suculento ponga, con el aumento del capital de la deuda, y el aumento de sus intereses.
Cuya dimensión se puede visualizar en el gráfico adjunto, con la aparición de un inusitado frente de pagos, que pondrá en serios apuros al futuro gobierno. Al tener que desembolsar alrededor de u$s. 3.000 millones a anuales solo para hacer frente a la indemnización a REPSOL y los pagos al Club de Paris, que como presentes griegos les dejará el gobierno actual. No entendiéndose por lo tanto los cálidos aplausos lindantes con el panfilismo, que brindaron a ambos arreglos los políticos de la oposición que aspiran a reemplazarlo.

Con el agravante de que las deudas del Club de Paris no solo correspondían al gobierno militar, sino que además corresponden a la Rondas IV y V de los años 1991 y 19912. En las que Argentina se vio obligada a aceptar deudas que antes había rechazado por anómalas o fraudulentas, para poder ingresar al Plan Brady. Que era diligenciado por entonces por el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos David Mulford, quién casualmente acaba de ser sobreseído por prescripción por la justicia argentina, en la causa por el megacanje del año 2001. Por eso figuran en esas rondas deudas como la de Cogasco y la de Siemens Atucha II, que 30 años después sigue sin funcionar, pese la enormidad de dineros hundidos en ella, razón por la que Alemania y Holanda encabezan la nómina de la última ronda.

Los acuerdos clásicos con el Club de Paris reportan generalmente quita de punitorios, y refinanciaciones de deuda de hasta 15 años, con cinco de gracia, como se obtuvo en las rondas mencionadas. Que en este caso el gobierno no parece ni haber intentado conseguir, al haberse allanado ante la cuenta extendida por los acreedores, como lo hace un comerciante a punto de quebrar. Prometiendo un pronto pago de ella, que patea para adelante para que los abaraje como pueda el próximo gobierno.

¿Evitar las condicionalidades del FMI, o la auditoria del FMI?

La excusa para esa absurda postura, impropia de un buen administrador, es que no acepta las condicionalidades del FMI, y por lo tanto ese soberano mal arreglo, sería un mal arreglo soberano. Prima facies eso parecería ser consecuencia de una administración zaparrastrosa e improvisada, desesperada por la penuria de divisas. Que parece estar atrapada por la tensión existente entre la dura realidad que la golpea, y el relato que hace para la tribuna. Y de esa manera se quedaría a mitad de camino en las soluciones, con estos parches que son pan para hoy y hambre para mañana, y empeoran aún más la realidad que aqueja.

Pero eso es sólo pura apariencia, en la cual el gobierno capciosamente confunde el rol del FMI como prestamista de última instancia, que impone regresivas condicionalidades, como ya las ha soportado Argentina demasiadas veces. Con su rol de auditor de la economía de los países miembros, a la que Argentina está obligada conforme el artículo IV de sus estatutos.

Siendo esta en definitiva, la razón de esa barrabasada de seudo acuerdo. Porque lo concreto es que Argentina no resiste una auditoría del FMI, porque tanto sus estadísticas como los “fundamentals” de su economía están destruidos. Las primeras no son creíbles, y los segundos están desquiciados por la inflación; el atraso cambiario; un enorme desbarajuste en los precios relativos; insuficiencia de reservas tras la fuga de u$S 90 mil millones y deuda por importaciones atrasadas; déficit fiscal; y déficit energético, que ha hecho colapsar el superávit de la balanza de pagos. A lo que se agrega que la gestión de la deuda pública pende de un hilo, por la demanda de los fondos buitres radicada en la Corte Suprema de Estados Unidos.

Al no poder obtener el certificado del auditor de la capacidad de cumplimiento de sus obligaciones, el actual gobierno como es su costumbre, hace del vicio virtud. Y dice para la tribuna que no acepta las condicionalidades del FMI, cuando en realidad lo que no resiste es una auditoría del FMI, ni de ningún otro auditor que ande suelto por ahí. Si contara con el dictamen de un auditor respecto la capacidad de pago de Argentina, podría haber obtenido como mínimo rebaja de tasas, quita de punitorios, y largas refinanciaciones como acostumbra el Club. Máxime en estos momentos en que imperan bajísimas tasas de interés, y los países europeos están desesperados para concretar exportaciones para enfrentar la recesión que en ellos reina.

Ante la ausencia de un dictamen de auditoría, el Club de Paris se refirió al respecto en su comunicado, diciendo con un dejo de ironía que “durante la reunión, la delegación de la República Argentina proporcionó una descripción de la situación económica y financiera de país, y presentó las medidas aplicadas por el Gobierno argentino destinadas a mejorar el crecimiento inclusivo y el fortalecimiento a la resistencia a los choques externos.” Debiendo interpretarse esta última frase como “muchachos no se hagan rogar, necesitamos urgente unos verdes”.

De la épica del pago cash al Club de Paris, al pagá como puedas


Incluso Argentina podría haber obtenido mucho más, si prudentemente hubiese planteado años atrás, después de la declaración del default, la reestructuración de la deuda con el Club de Paris. En lugar de hacer balandronadas de que la iba a pagar cash, con las reservas del Banco Central. Tal como ordenó ilegalmente la actual Presidenta con un decreto ordinario en el año 2008, que lleva también la firma de Sergio Massa (1394/08) quién hoy se propone para reemplazarla en su puesto.

El que seguidamente se perdió en un vergonzoso olvido, tras una denuncia penal que hicimos contra sus firmantes junto con el diputado Mario Cafiero Mandato (bien) Cumplido, con el patrocinio del abogado Ricardo Monner Sanz. Al haber desconocido ambos que el Club de Paris, no es un “organismo multilateral de crédito”, sino sólo “un grupo informal de acreedores oficiales”, según se describe a sí mismo. Siendo a los primeros los únicos que la ley vigente entonces, permitía efectuar el pago con reservas. Y ello sin tener en cuenta el despilfarro de divisas que ello reportaba, a las que el gobierno dejó ir a la marchanta, y ahora pena desesperado por obtenerlas.

Esta improvisación y desaliño, lindante con el infantilismo por parte del actual gobierno, y de alguien que se propone para reemplazarlo, parece ser la tónica que prima no sólo con la cuestión del Club de Paris, sino lamentablemente como gestión de gobierno por parte de nuestra elite política. Que lamentablemente cada vez parece tener menos de ambas cosas, según la acepción genuina de esos términos, y así hoy estamos como estamos.

En el principio era la deuda, y al final aparece nuevamente ella

El des-arreglo arribado con el Club de Paris y el actual descalabro económico, tiene como su principal causa el mal arreglo de la deuda que el presidente Néstor Kirchner junto el ministro Roberto Lavagna hicieron en el 2005, cabiendo por ello parafrasear el dicho bíblico “en el principio era el Verbo”. En la que se simuló una quita, compensada subrepticiamente con los cupones ligados al PBI, que seguidamente tuvieron un pago acelerado, como consecuencia del crecimiento del PBI deliberadamente inflado por el relato oficial. Y donde se preveía la vuelta al mercado internacional, para poder sustentar sus pagos. Lógica en función del relato K, que parte de los acreedores no entendió, o rechazó, como hicieron los fondos buitres, y por eso Argentina aun prosigue en default parcial, lo que impidió su vuelta al mercado internacional.

En consecuencia, para poder ir atendiendo los pagos con recursos propios, el gobierno primero intervino el INDEC, para dibujar sus estadísticas y moderar el ajuste por CER. Simulando a la par colocaciones de deuda mediante triangular las reservas, y a través de Venezuela. Hasta que esta variante se agotó por sus altísimas tasas de interés, semejantes a las del megacanje del 2001. Entonces en el 2008 a pedido de las exportadoras de granos, que lucraron ese año descontando retenciones nuevas y pagando retenciones viejas, tal como lo reconoció luego él gobierno, emitió la famosa resolución 125. Con la que procuró quedarse con la renta de la soja para poder afrontar los pagos de la deuda, y lo llevó a su gran derrota política.

Ante ese fracaso, como variante propuesta por Amado Boudou y Massa, el gobierno se abalanzó sobre las AFJP, para quedarse con los cupones ligados al PBI, que estas en gran parte detentaban. Y convertir a la ANSES en una cueva financiera, para simular cumplir con las obligaciones de recompra de deuda pactadas en el arreglo de la deuda. Estatización que fue sugerida por el banquero Jorge Brito, que veía venir abajo el negocio de las AFJP, al tener que hacer frente a las falsas jubilaciones que habían prometido, después de haberse quedado con un tercio de los aportes. Y gracias a esa escapatoria, Boudou se ganó los galones primero de ministro, y luego de vicepresidente. Y esta captura de las AFJP para fines indirectos, tiene mucho de parecido con la captura de Ciccone, que aqueja judicialmente al vicepresidente.

Parte de la deuda externa se convirtió así en deuda interna con los jubilados, cuyos juicios se ventilan hoy a mansalva en los tribunales. Seguidamente el gobierno se abalanzó sobre el Banco Nación y cuanta caja oficial encontró a mano, comenzando con las ferroviarias, contribuyendo así a la decrepitud de estos. Y finalmente optó desesperadamente por meter la mano en las reservas del Banco Central, para poder cumplir religiosamente como “pagador serial de la deuda”, descalabrando así el valor de nuestra moneda.

Y ahora ante el agotamiento de ellas, olvidando enteramente le épica del desendeudamiento, la salida desesperada que intenta es volver desprolijamente a los empujones al mercado de la deuda. Entregando a cambio lo que sea, incluyendo Vaca Muerta, el pago de las sentencias del CIADI, indemnizando a REPSOL de cualquier manera, e incluso dando marcha atrás con el tratado con Irán. Por ello el FMI en su comunicado expresa que “acogen con beneplácito los progresos realizados por Argentina hacia la normalización de las relaciones con los acreedores, la comunidad internacional y las instituciones financieras, consecuencia de la crisis de 2001”. A la par que el periodista de CLARIN Marcelo Bonelli se mofa en sus columnas de que el gobierno está siguiendo puntillosamente la hoja de ruta, no marcada por Boudou ni por el FMI, sino por Estados Unidos. Mientras que la Presidenta y su ministro Kicillof declaman en las tribunas que no aceptan las condicionalidades del Fondo, pero siguen a fondo las de Estados Unidos.

Se habla ahora de un fin de ciclo o fin de una época, que poco va a cambiar si no se erradica la impostura a la que los políticos argentinos se han acostumbrado, transformando la realidad en un relato. Donde los que se cuchichea y hace en los despachos del poder, nada tiene que ver con lo que le dicen a la gente por si, o a través de sus agencias de marketing. Y que prefieren lo estentóreo y espectacular, a lo eficaz y solvente. Actitud que no abandonan ni ante la dura realidad que los golpea, hasta que esta se encarga de demoler el relato, como parece suceder actualmente.
Fuente:https://www.alainet.org/es/active/74456
Reparemos que:

Admite Cristina Kirchner el monitoreo del FMI

en el documento del G20

9 de abril de 2009
"Apoyaremos ahora y en el futuro la supervisión sincera, equilibrada e independiente por parte del FMI de nuestras economías", dice el escrito firmado por la Presidenta; señales de acercamiento con el organismo
Por: Francisco Jueguen 
A pesar del encendido discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) en diferentes atriles, el Gobierno se comprometió, durante la reunión del G20 en Londres, a apoyar una supervisión "hoy y en el futuro" de la economía local por parte del organismo multilateral de crédito.
"Apoyaremos, ahora y en el futuro, la supervisión sincera, equilibrada e independiente por parte del FMI de nuestras economías y nuestros sistemas financieros, de las repercusiones de nuestras políticas para los demás y de los riesgos a los que se enfrenta la economía global", señala el punto número doce del documento firmado por Fernández de Kirchner y 19 mandatarios de países desarrollados y emergentes.
La adhesión a este compromiso llega en momentos en que la Argentina no logra financiación en los mercados voluntarios debido a la crisis y por la falta de confianza que generan algunas medidas del Gobierno -el fallido acuerdo con los holdouts, el Club de París y la estatización de los fondos de las AFJP- y después de que el Fondo fuera recapitalizado con hasta 750.000 millones de dólares durante la cumbre en Londres.
Pese a que esta cláusula fue firmada por todos los países, la Argentina pudo oponerse. Por ejemplo, cuando el documento impulsó un "mercado laboral flexible" la Presidenta dijo que "hablar de flexibilidad remite a políticas que fracasaron. Hay que centrarse en recuperar el empleo". En rigor, fue Luiz Inacio Lula da Silva quien objetó esa frase. Fernández de Kirchner sólo apoyó la moción de su par durante la sesión de los presidentes. En el texto final se cambió la palabra "flexible" por "justo y sin discriminación de género".
Cuando lanacion.com preguntó en el Ministerio de Economía si esta definición era signo de un acercamiento al FMI, sus voceros se negaron a dar una interpretación y pidieron que este cronista verificara esa información en Presidencia, ya que el documento había sido firmado por la primera mandataria.
No obstante, en Presidencia también se negaron a dar una interpretación sobre si lo rubricado por Fernández de Kirchner es la aceptación explícita de la vuelta del país a las revisiones del Fondo. Sin embargo, se comprometieron a enviar la versión taquigráfica sobre los dichos de Fernández de Kirchner acerca de la relación entre el organismo que dirige Strauss-Kahn y el Gobierno, pero nunca llegó.
A pesar del hermetismo oficial, desde fines de febrero pasado el FMI y el Gobierno comenzaron a enviarse señales. En ese entonces, David Hawley, uno de los voceros del Fondo señaló: "Estamos interesados en profundizar nuestra relación con la Argentina". Además aseguró que "las próximas consultas del artículo IV se llevarán de forma normal en los próximos meses".
La Presidenta, y su esposo, Néstor Kirchner, esperaban que en Londres se lograran reformas más profundas en el FMI. Buscaban, en definitiva, contar con nuevas líneas de crédito sin condicionamientos del organismo multilateral. Es que el artículo IV exige, por ejemplo, estadísticas transparentes, hoy inexistentes en el país.
Pero tras la cumbre del 2 de abril, y pese a una flexibilización aprobada a fines de marzo por el organismo, la Argentina no califica ni siquiera para la llamada Línea de Crédito Flexible (FCL, según sus siglas en inglés), esquema que reemplazó a un programa aprobado en octubre último tildado de rígido. Estos créditos piden también datos cristalinos y acceso estable a los mercados internacionales.
El acuerdo histórico alcanzado en la capital británica le otorgará al Banco Central (BCRA) cerca de 3000 millones de dólares que provendrán del aumento de los Derechos Especiales de Giro (DEG) en el FMI, que son asignados a los países miembro en proporción a sus cuotas. Los DEG son un activo de reserva internacional creados en 1969 para complementar los activos de reserva existentes de los países miembro.
La necesidad del Gobierno por fondos frescos se reflejó en la última asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Medellín, en la que el ministro de Economía, Carlos Fernández, se encargó de reclamar al organismo una ampliación del fondeo para nuevos préstamos. Además, la administración se encargó de asegurarse más de 10.000 millones de dólares en yuanes chinos a través de un swap financiero.
A mediados de diciembre de 2005, a pesar de las duras críticas contra el Fondo, el entonces presidente Néstor Kirchner pagó al contado unos US$ 10.000 millones de dólares con reservas del BCRA para saldar la deuda con el organismo multilateral. Por eso, no sería sorprendente que, más allá de los discursos en los atriles, el Gobierno haya comenzado a allanar el camino de vuelta el FMI.

No a la devaluación

El mismo punto doce que forma parte del acuerdo al que arribaron los 20 presidentes reunidos en Londres el último 2 de abril registra otra curiosidad: exige a los países firmantes, entre ellos la Argentina, a evitar devaluaciones competitivas. "Nos abstendremos de una devaluación competitiva de nuestras monedas", señala el documento firmado por Cristina Kirchner. No obstante, desde el Banco Central (BCRA) explicaron a lanacion.com que el encarecimiento de la moneda norteamericana registrado en los últimos meses no responde a una devaluación competitiva sino a un ajuste con respecto a las monedas de la región en el marco de la crisis financiera que golpea al mundo.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/1116532-admite-cristina-kirchner-el-monitoreo-del-fondo-monetario-internacional-en-el-documento-del-g20
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LOS DESAFÍOS Y LAS CONCLUSIONES

Los logros de la cumbre del G-20 en Londres

3 de abril de 2009

·          Un billón de dólares común contra la recesión y el fin del secreto bancario
·          EEUU y Europa dejan para otra cumbre la necesidad de más planes propios
El presidente de EEUU, Barack Obama, explica las conclusiones de la cumbre. | Efe
Javier González
Madrid.- La cita decisiva de Londres ha llegado a su fin. Se esperase mucho o poco de ella, los líderes del G-20 e invitados sabían que debían anunciar medidas más concretas que las de Washington para frenar la recesión mundial. Lo logre o no, el paquete de medidas existe.
El mercado ha aplaudido los pactos de Londres. No obstante, la reunión no ha tratado algunos temas tan importantes como la necesidad de preparar nuevos (y costosos) planes nacionales contra la crisis.
Las claves de Londres, más allá de los compromisos de intenciones anunciados con asuntos como la Ronda de Doha o el medio ambiente, son dos: la aportación de un fondo común de un billón de dólares para estimular el comercio y la persecución del secreto bancario.

Punto por punto, estos han sido los desafíos abordados por el G-20:

 

  Fondo Monetario Internacional

Uno de los protagonistas de la cumbre de Londres ha sido el FMI, que este año cumple 65 años y su relevancia mundial está en entredicho por el control que ejercen sobre él Estados Unidos y Europa, dejando sin margen de decisión a las potencias emergentes y los países en desarrollo.
El G-20 ha decidido dotarle con medio billón de dólares adicional para reforzar su papel como prestamista internacional. Así, sus fondos pasan de 250.000 a 750.000 millones de dólares, dinero con el que podrá auxiliar a numerosos países ahogados por la crisis, como por ejemplo México, que ya ha recurrido a su nueva Línea de Crédito Flexible, o Europa del Este.
Además, el G-20 ha pactado dar más relevancia dentro del organismo a los países en desarrollo. Así, ha establecido enero de 2011 como plazo para cambiar sus cuotas de poder, igual que ha ocurrido en el caso del Banco Mundial, cuyo plazo es 2010.

  Comercio y proteccionismo

La Organización Mundial del Comercio advirtió que 2008 fue el primer año en un cuarto de siglo en el que el comercio mundial se contrajo. La clave para salir de la crisis es que éste se reactive, por lo que el G-20 ha decidido poner toda la carne en el asador.
Así, del billón de dólares presupuestado en la cumbre, 250.000 millones de dólares irán destinados a reactivar el comercio global y 100.000 millones para los bancos internacionales de desarrollo.
Por otra parte, la lucha contra el proteccionismo ha estructurado también el discurso de las grandes potencias. "En Estados Unidos rechazamos el proteccionismo. La historia demuestra que [el proteccionismo] lleva de la recesión a la depresión", advirtió el presidente Obama.
Las iniciativas proteccionistas surgidas hasta ahora han disparado las alarmas de la comunidad internacional. Entre ellas el 'Buy American'; las ayudas al motor en España, Alemania y Francia, o la descoordinada ampliación de la garantía de los depósitos de Europa.
El G-20 ha pactado no incurrir en medidas proteccionistas para hacer frente a la crisis a escala local. Dos de los compromisos pactados más importantes son el de no devaluar las divisas nacionales para competir de forma desleal y "minimizar" que los planes de rescate de la banca nacional supongan competencia desleal con las operaciones extranjeras. Por otra parte, Estados Unidos y China han aprovechado la cumbre para estrechar sus relaciones. Tanto Obama como el presidente chino, Hu Jintao, han expresaron su decisión de luchar contra el proteccionismo.

 

  Regulación financiera y paraísos fiscales

"La época del secreto bancario ha llegado a su fin", ha anunciado el presidente francés, Nicolas Sarkozy. El 'nudo gordiano' de la crisis financiera es el desconocimiento de hasta qué punto se elevan las pérdidas de las entidades. Las entidades no sólo no conceden préstamos a los ciudadanos, sino también entre ellas a causa de la opacidad sobre hasta qué punto están 'enfermos' los bancos. Por ejemplo, las pérdidas del 'caso Madoff', más de 50.000 millones de dólares, aún son estimaciones.
La reforma del sistema bancario tiene objetivo acabar con las "sombras" del sistema financiero, según el primer ministro británico, Gordon Brown. Así, el G-20 ha decidido acabar con los paraísos fiscales que figuren en la 'lista negra' de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El debate era espinoso porque muchos paraísos fiscales han estado hasta ahora bajo el 'paraguas' de algunas naciones que forman parte del G-20. El objetivo es acabar con el secreto bancario con la colaboración de estos países, aunque falta por comprobar hasta qué punto se llegará en esta iniciativa con los paraísos propios, como denunció el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker.
Por otra parte, la nueva regulación será más estricta con las entidades financieras no bancarias, como es el caso de los fondos de inversión riesgo ('hedge funds'), ajenos al estricto marco legal de los bancos. Para ello se unificarán criterios bajo la supervisión del FMI y la creación de un consejo de estabilidad financiera en cada país.

 

  Promesas sin concreción

Además de abordar cómo hacer frente a la actual recesión, los líderes reunidos en Londres han pronunciado un compromiso conjunto en materias como reactivar la Ronda de Doha, los Objetivos del Milenio o el cambio climático.
De los 29 puntos en que se divide el documento final de la cumbre de Londres, sólo el 28 recoge el compromiso contra la "amenaza del cambio climático irreversible". Los países, con sus "diferentes responsabilidades", buscarán un acuerdo común en la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU de Copenhague, diciembre de 2009.
Respecto a la Ronda de Doha, organizada por la Organización Mundial del Comercio desde 1999 para intentar liberalizar el comercio internacional, el G-20 reitera que no se olvida de su "compromiso" para alcanzar un acuerdo. Ello aumentaría en 150.000 millones de dólares el volumen del comercio mundial, según el comunicado de Londres.
Por su parte, las ayudas al Tercer Mundo para cumplir con los Objetivos del Milenio han sido canalizadas a través del Banco Mundial, el FMI y el resto de instituciones internacionales que velan por aquellos países que no participaron en la cumbre.

Responsabilicemos al Estado y no sólo a los gobiernos de turno. En efecto la ocupación económica territorial por el sistema (imperialista asociado a poderes locales) de la soja transgénica se inicia con: "Felipe Solá que la autorizó  en sólo 81 días del verano de 1996. De 136 folios del expediente, 108 son de Monsanto, en inglés y sin traducción. Solá invocó un dictamen jurídico que aún no se había firmado"Leer
 
Hoy la instalación de una base militar de Estados Unidos tiene historia que impuso Aníbal Fernández en el año 2006 como ministro del gobierno de Néstor Kirchner. Destaquemos cómo funciona la democracia vigente para que no sea invasión.

Argentina: 

El Comando Sur en Neuquén

31 de mayo de 2018

Por Elsa Bruzzone, Resumen Latinoamericano
Hace unos días nos enteramos de la infausta nueva: El Comando Sur de los EE UU lograba imponer, luego de un primer intento abortado en el año 2012,  su objetivo de hacer pié en nuestro país para disponer una base militar en la Provincia de Neuquén. Durante el año 2017   el entonces embajador norteamericano interino Tom Cooney   había recorrido   la Provincia y ratificado   la intención de reactivar la construcción de la base. Al mismo tiempo   destacó las inversiones que   Chevron y   Exxon   Mobil   realizaban   en   Vaca Muerta.
Los medios de comunicación provinciales informaron, en la semana del 7 de mayo, que un grupo de “técnicos”   norteamericanos   habían arribado la Provincia     para construir las instalaciones, donadas por el Comando Sur bajo la figura de “Ayuda Humanitaria”,  donde funcionará   la Defensa Civil Provincial. El costo de la obra asciende a 2.000.000 dólares y consta de una sede y un galpón de 600 metros cuadrados que podría funcionar como centro de evacuación ante catástrofes eventuales ya que contará con dormitorios, baños, cocina,   una sala de cuidados médicos, otra para conferencias y un helipuerto. Se ubica sobre la Autovía Norte y a escasa distancia del Aeropuerto Internacional de Neuquén.

“No se trata de una base militar, sino del Programa de Ayuda Humanitaria para retomar la marcha de la obra que se suspendió en 2.012 y que consiste en un depósito y un edificio de oficinas para la coordinación de Defensa Civil y otros organismos ante una emergencia”, afirmó Leonel Dacharry, Secretario General de la Gobernación Provincial. Agregó  “Comenzamos los contactos en 2009 y a través del programa conseguimos un campamento para evacuados para 250 personas, que nos vino muy bien cuando se produjo la erupción del volcán Puyehue, en 2011”.

El año pasado llegó la segunda etapa del campamento, que ahora puede albergar hasta 500 personas”. Informó además que la ayuda incluyó vehículos todo terreno que integran el Plan de Manejo del Fuego, se encuentran en Junín de los Andes y pueden ser utilizados para búsqueda y rescate. Señaló   que   “el lugar elegido está junto a la autovía Norte y cerca de un centro de distribución estratégica como es el aeropuerto (Internacional Juan D. Perón) para el traslado de elementos a zonas que lo ameriten y que no es una base porque los edificios quedan bajo el registro dominial de la Provincia.” Añadió que las obras habían comenzado en 2012, se habían detenido y que   recientemente   habían llegado de EE UU   “tres ingenieros y un arquitecto del programa de ayuda humanitaria para supervisar la continuidad de las tareas”. Agregó que “se trata   de una estructura “muy liviana, con posibilidad de expansión, estará dotada de un grupo electrógeno por posibles cortes de energía eléctrica y servirá para el acopio de víveres, los campamentos móviles y, eventualmente, para alojar personas ante alguna emergencia”.
Reiteramos para Neuquén lo que sostuvimos  en nuestro documento “EL COMANDO SUR EN EL CHACO”. Presentamos un análisis de la forma como se ha aplicado y se aplica la estrategia para el control militar y de los recursos naturales estratégicos de la Región por parte del llamado “Comando Sur” de EE.UU..
Todo se inició cuando el Comando Sur y la embajada norteamericana impulsaron un “Programa de Fortalecimiento del Sistema Provincial de Emergencias,” que fue aprobado en 2006 por el ex Ministro Aníbal Fernández, como un aporte a los programas sociales que desarrollaba el gobierno. De esta manera y enmascarando las reales intenciones se posibilitaba la entrada de dicho Comando en territorio argentino   por la puerta de servicio.   Ello implicó realizar inicialmente   campañas de “concientización humanitaria” y de instrucción a la población con el objetivo de   establecer,   en un futuro   que   manifestaron cercano, personal para colaborar con la “ayuda humanitaria”, tal como había ocurrido con anterioridad en Ecuador, Honduras, Costa Rica, Paraguay   y   Colombia.
Lo que el representante del Comando Sur para Argentina no ha explicado ahora, como tampoco lo hizo en el año 2012 el Coronel Edwin Pastor cuando hacía las gestiones en la Provincia del Chaco, es como un programa con apariencia civil es realizado por un   COMANDO MILITAR DE   EE UU, EL CUAL NO GUARDA RELACION DE DEPENDENCIA CON LA EMBAJADA DE ESE PAIS, que es la que debería tener a su cargo o patrocinar programas realmente solidarios y exclusivamente civiles.
Existiendo   múltiples organismos no militares nacionales e internacionales cuya actividad se orienta hacia una misión social y humanitaria no queda claro por qué estas tareas se encomendaron al Comando Sur en forma altamente sospechosa   ya que es conocida la doble misión de las embajadas y los organismos militares de EE.UU. en los diversos programas civiles y militares de ese país para ayuda, capacitación, intercambio, cooperación, trabajo bilateral y que culminan con la realización de ejercicios militares “combinados” con los efectivos de los países involucrados .
Además todo ello constituye el fundamento del funcionamiento del llamado SIAD (Sistema Interamericano de Defensa) creado por EE.UU. dentro del cual el COMANDO SUR es el principal órgano operador para Latinoamérica y El Caribe, independientemente de las atribuciones políticas de las embajadas norteamericanas en el Continente.
Por un lado, Washington presenta un componente humanitario visible al público, estructurado sobre actividades que la sociedad visualiza como ‘justas’ y en su beneficio, de modo tal que pueda justificarse una interacción bilateral.   Causas como ayuda humanitaria, sanidad y salud pública, emergencias y desastres naturales, derechos humanos, seguridad, lucha contra el narcotráfico y el narcoterrorismo.   Pero por otro lado existe una componente no visible que se encuadra en los objetivos estratégicos afines a los intereses de EE UU y muchas veces contrapuestos a los del país asistido conducidos por un comando militar.
Además se suman a esta operatoria los ”Acuerdos de Cooperación” que el Gobierno Nacional Argentino ya viene manteniendo con EE.UU. en el plano militar y civil;   sea por ejemplo para capacitación de civiles y militares con instructores estadounidenses, como son los   Programas   Internacionales para Educación y Entrenamiento Militar, de Seguridad de Fronteras y Control de Exportaciones y de Asistencia Antiterrorista. También Washington envía fondos para educación y entrenamiento policial.
Como expresa el Comando Sur estas estructuras de cooperación facilitan la interacción militar con militares de la zona la cual es necesaria para “mantener un contacto regular que construya confianza e intercambio de información relevante para la seguridad regional.”   Permite conocer cómo trabajan otros militares (sus procedimientos y capacidades de comando y control) considerados importantes para una futura cooperación. Los militares estadounidenses buscan a través de estos programas, construir relaciones interpersonales con oficiales de otros países, amistad y camaradería con los altos jefes y aumentar el acceso a los militares de la región, para convertirlos en potenciales aliados en futuros conflictos.
Cuando ha sido alcanzada cierta aceptación de su accionar por la sociedad   y se ha logrado un nivel de organización aceptable, surgirá naturalmente la necesidad de instalar, por ejemplo, un Centro de Coordinación Antidrogas en la localidad, con ello las bases militares serían entonces Centros de Seguridad Cooperativa.   Ellas podrán materializarse como instalaciones inocuas que podrían traer progreso a la zona.   Para ello bastará con que el Comando Sur logre disponer de estructuras, terrenos, almacenes, rutas, aeródromos, puertos que podrán ser concesionados, alquilados y/o mantenidos por la nación anfitriona, y en servicio con poco personal permanente o temporario. Estas bases encubiertas, listas para ser completamente activadas,     podrán tener facilidades y equipamiento predeterminado para albergar rotación de fuerzas y actuar como centros de entrenamiento regionales en operaciones combinadas con EE.UU.. Pueden presentarse como no militares para que sean aprobadas por los Congresos de los países involucrados y   mostrarse necesarias para el control del contrabando, migraciones ilegales y narcotráfico, un ejemplo cercano lo constituye el predio “Mariscal Estigarribia” en el Paraguay.

Estas instalaciones operacionales extraterritoriales de EE.UU., por una especie de metamorfosis,   se transforman con el devenir de la “amenaza” de un enemigo común en lo que ellos denominan Base de Operaciones Principales (MOB), fortificaciones militares para comando, control y comunicaciones con fuerzas operativas permanentes; Base de Operaciones de Avanzada (FOB), extensión de la anterior para operaciones especiales y que incluye aeródromo, fondeadero o muelle; Centro Operativo de Avanzada (FOL),   similar al anterior pero sin toda su infraestructura y primariamente utilizada para operaciones antidrogas; Centro de Seguridad Cooperativa (CSL), con poca o nula presencia   permanente de los estadounidenses, mantenida por concesión o por el país anfitrión, funciona como centro para actividades de cooperación con éste, rotación de fuerzas, apoyo logístico y acceso ante contingencias. Pruebas de su existencia las encontramos en distintos países latinoamericanos y caribeños. Es el caso de las bases de Comalapa, Aruba y Curazao, por ejemplo, que se clasificaban como FOL, es decir para lucha antidrogas,   y luego fueron redefinidas como CSL (de Cooperación). Curiosamente las tres están en lugares geográficos privilegiados con pistas de aterrizaje de 2,4 kilómetros   de largo   para aviones pesados, con capacidad para operación nocturna de aeronaves,   control de tráfico aéreo, equipos de abastecimiento de combustible, bomberos, hangares, oficinas y almacenes. En ellas se registra la presencia continuada de aeronaves de combate, como los cazas supersónicos a reacción F-16 y F-15, aviones de reconocimiento y patrulla Orión P-3, aviones de Inteligencia de señales E-2 AEW, E-3 AWACS, aviones de rescate y tanqueros para reabastecimiento de combustible en vuelo como el Hércules HC-130, de transporte táctico como el Hércules C-130 y helicópteros de distinto porte.
Hay abundante evidencia de que en estas instalaciones de EE UU y en otras de mucho menor perfil se realizan en los hechos, operaciones militares encubiertas de la más diversa índole y que cumplen múltiples funciones estratégicas; entre ellas   apoyar ataques militares contra organizaciones rebeldes locales que estorben los intereses de EE UU y sus aliados, y guerra de Inteligencia de señales electrónica y de comunicaciones que permite detectar la posición de los blancos, identificarlos e implementar el ataque con bombas inteligentes. Claro ejemplo de esto fue el bombardeo al campamento ecuatoriano en el que murió Raúl Reyes.
Las instalaciones estadounidenses cumplen además misiones de vigilancia y espionaje de los sistemas de armas y fuerzas militares del país anfitrión y sus vecinos, realizan acciones     de infiltración, relevamiento, influencia y control sobre las Fuerzas Armadas y poblaciones de los países con el engaño que le traerán progreso local, bienestar económico, empleos y seguridad. La presencia militar latente de EEUU en la región facilitará planes de despliegue rápido regional y global de sus fuerzas de tareas ante conflictos.
También pueden actuar como elemento político disuasivo afín a los intereses de Washington. Es impresionante la transformación sufrida por estas organizaciones que, iniciándose como ”CENTROS DE AYUDA HUMANITARIA” a las necesidades de las comunidades civiles, se transformaron en formidables elementos castrenses, casi imposibles de eliminar. Si quedan dudas he aquí algunos ejemplos:  a)   Brasil: Los   norteamericanos habían logrado   establecer una base   en San Pedro de Alcántara, cerca de Manaos y   se vieron obligados a abandonarla en agosto de 2003, cuando el gobierno brasileño no les renovó la concesión. Este hecho coincidió con la explosión   del tercer prototipo   del VLS –   1 (Vehículo Lanzador de Satélites) en la Plataforma del Centro de Lanzamiento de Alcántara,   donde murieron 21 trabajadores del Centro Técnico Aeroespacial de San José dos Campos.   b) Honduras: El Presidente Mel Zelaya quiso cerrar la base de Soto Cano o Palmerola. Fue derrocado por un golpe cívico – militar orquestado por EE UU en 2009. Fue secuestrado, subido a un avión militar y dejado en el Aeropuerto de San José de Costa Rica. c) Ecuador: En 2009 el Presidente Rafael Correa   informó que no renovaría la concesión de la base aeronaval de Manta. La Constitución ecuatoriana prohíbe la existencia de bases militares extranjeras en su territorio.   La base fue entregada en diciembre de ese año; pero nueve meses más tarde, el 30 de septiembre de 2010, se produjo en Ecuador un golpe de estado orquestado por las Fuerzas de Seguridad infiltradas por la CIA; la DEA y la USAID. El Presidente fue secuestrado y casi asesinado. Por suerte el golpe   fracasó.   d) Colombia: El país se ha encaminado hacia la paz por el Acuerdo FARC – EP – Gobierno Colombiano. Ya no hay motivos para bases. Sin embargo el Comando Sur ha determinado que el Acuerdo “no implica el final de los cambios en seguridad”.
Una de las metas de las operaciones de Inteligencia de EE UU en Argentina parece ser materializar, poco a poco, una progresiva presencia en el país que no necesariamente significa permanencia desde el inicio, ya que normalmente es un   nivel cooperativo y humanitario con bajo perfil; pero luego y en el momento oportuno,   se transforma en   una intervención militar negociada.  Más aún en la actualidad donde Argentina ha regresado a las relaciones carnales con EE UU y Gran Bretaña (Ver   en www.cemida.com.ar “Desarmando la Soberanía” ) a los cuales se ha agregado el Estado Israel. Dice un refrán popular “ Dime con quién andas y te diré quién eres”
El Diputado del PTS – Frente de Izquierda RAUL GODOY denunció que “mientras Macri entrega el país al Fondo Monetario Internacional y se prepara para descargar la crisis nacional que se está gestando sobre las espaldas del pueblo trabajador, en la Provincia el MPN profundiza el intento de militarizar la región, primero autorizando la instalación de 400 gendarmes y ahora permitiendo la construcción de una base norteamericana”.
 
Presentó un Proyecto de Resolución  donde insta  al “Poder Ejecutivo Provincial a prohibir la ejecución de obras de la Embajada de Estados Unidos en la meseta de la ciudad de Neuquén, para la construcción del Comité de Emergencias de Neuquén (COE), con fondos donados por el US. Southern Command, bajo la figura de ayuda “humanitaria”, por implicar una avanzada sobre la soberanía nacional” y a “prohibir cualquier intento de instalar bases militares estadounidenses, en territorio de la provincia de Neuquén”. He aquí los fundamentos:
“La   Embajada de Estados Unidos decidió dar continuidad a la ejecución de una obra para la construcción de la sede del comité de Emergencias en Neuquén (COE). Esta obra había sido autorizada por el ex gobernador Jorge Sapag en el año 2012 y frenada por la   polémica desatada en Chaco, donde obras similares fueron denunciadas ya que se trataban de bases militares. La ejecución de dicha obra se realizaría con fondos donados por el US. Southern Command, de la Embajada de Estados Unidos, bajo la figura de un programa de ayuda “humanitaria”. Por un organismo militar que en su propia página web describe que “el Comando Sur de EE.UU. aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de Estados Unidos y   promover la seguridad y la estabilidad regional”.


Luego de la Guerra Fría Estados Unidos estableció la delimitación territorial del planeta en cinco regiones que en ese momento se reafirmaban bajo la supervisión de diferentes Comandos de las fuerzas armadas. Actualmente los Comandos de Combate son nueve: African Command, Central Command, European Command, Northern Command, Pacific Command, Southern Command, Special Operations Command, Strategic Command y Transportations Command. Argentina ingresa bajo la órbita del United States Southern Command (Comando Sur de los Estados Unidos). A través   de diferentes    programas, la Guardia Nacional de Estados Unidos (Ver nuestro documento “CONVENIO CON EE UU PERMITIRÁ QUE SUS MILITARES CONDUZCAN NUESTRA SEGURIDAD INTERIOR”), conduce acciones y desarrolla soporte de objetivos militares,   además   de facilitar   entrenamiento en cuanto a seguridad de fronteras, desastres ecológicos y    humanitarios, logística y situaciones críticas de emergencia.   En mayo del año 2016, el presidente Mauricio Macri autorizó a Estados Unidos a instalar bases militares en territorio nacional. Washington siempre ha usado distintas excusas para instalar sus bases   militares; “ayuda humanitaria y apoyo ante las catástrofes naturales” es una de ellas, los mismos argumentos esgrimidos en esta oportunidad para permitir la intervención de Estados   Unidos en cuestiones militares internas.   Por lo expuesto y por significar una avanzada sobre la soberanía nacional   es que solicito a los Diputados y Diputadas acompañen este Proyecto de Resolución.”
Como cierre comparto la siguiente reflexión del pedagogo argentino DR. GUSTAVO CIRIGLIANO   Cuando un Imperio   proclama la paz trae la guerra, cuando exalta la solidaridad esconde un ataque, cuando reclama adhesión trama entrega y cuando ofrece amistad distribuye hipocresía.”

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