martes, 29 de mayo de 2018

III. Situémonos en: “la necesidad urgente de establecer una red de científicos, con concepciones más respetuosas de la complejidad y con capacidad de interpelar a las empresas y las comunidades científicas que sostienen y promueven los OGM, denunciando las limitaciones de la tecnociencia biotecnológica, discutiendo, refutando y develando las falacias simplificadoras y reduccionistas que pretenden formar un corpus “teórico y científico” de la tecnología de manipulación genética, con el fin inconfeso de reemplazar la naturaleza a medida de las grandes corporaciones y gobiernos y blindar los procesos de apropiación por despojo del territorio y su gente a cualquier precio, incluso la muerte por exterminio”.

Declaración Latinoamericana por una Ciencia Digna – Por la prohibición de los transgénicos en Latinoamérica

18 de junio de 2014

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Conclusiones
  • Es la primera vez en la historia de la humanidad que el ser humano tiene la capacidad, a través de la tecnología, de modificar genéticamente especies, destinadas a la alimentación o producción industrial con métodos rápidos, pero rudimentarios, peligrosos y con un alto grado de incertidumbre. Por el contrario, la milenaria “milpa” mesoamericana o “chacra” del altiplano, constituyen modelos productivos que suponen un saber “científico campesino” de alta complejidad construido en armonía con la biología natural y que permitió el mejoramiento vegetal agrícola respetando los tiempos necesarios para la domesticación e incremento de la agrobiodiversidad (de 120 especies con 7000 variantes) desde hace 8000 años y que permitió -y todavía puede seguir haciéndolo-, alimentar a la humanidad, si no primara el objetivo de lucro y poder a través de la apropiación de la producción de alimentos.
  • Por eso queremos dejar en claro que, a la evidencia científica que denuncia los daños y riesgos al ambiente, la salud y la biodiversidad, derivados del modelo productivo con semillas transgénicas en marcha en Latinoamérica, se suman también el ataque a la integridad de la dignidad y al patrimonio cultural de los pueblos indígenas y campesinos. Estamos convencidos que los conocimientos provistos por la biología desde hace décadas ponen en evidencia que la complejidad de la regulación de los genes en los organismos hace imposible la legitimidad y previsibilidad de los procedimientos transgénicos. Es una tecnología que ya no forma parte del estado del arte de la ciencia actual, porque está basada en supuestos falaces y anacrónicos que reducen y simplifican la lógica científica que los defiende, al punto de no ser ya válida. Los OGM han quedado al margen de la ciencia más rigurosa. Al mismo tiempo, es la razón por la cual los OGM incluyen la necesidad de destruir las matrices complejas, como la de los pueblos originarios. Un verdadero plan de exterminio de saberes, culturas y pueblos. La tecnología transgénica es el instrumento de la decisión geopolítica para la dominación colonial de estos tiempos.
  • Por lo antedicho la activación del principio precautorio ambiental, biológico y alimentario y la no aceptación de la equivalencia substancial, debe ser inmediata. Pero más aún, debido a la debilidad y la falacia de los argumentos de sus defensores, es urgente la prohibición absoluta de todo OGM en el territorio Latinoamericano.
  • En este contexto existe la necesidad urgente de establecer una red de científicos, con concepciones más respetuosas de la complejidad y con capacidad de interpelar a las empresas y las comunidades científicas que sostienen y promueven los OGM, denunciando las limitaciones de la tecnociencia biotecnológica, discutiendo, refutando y develando las falacias simplificadoras y reduccionistas que pretenden formar un corpus “teórico y científico” de la tecnología de manipulación genética, con el fin inconfeso de reemplazar la naturaleza a medida de las grandes corporaciones y gobiernos y blindar los procesos de apropiación por despojo del territorio y su gente a cualquier precio, incluso la muerte por exterminio.

Fuente: http://renace.net/?p=4828

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