Las cosas como son (para que no te la
cuenten)
4 de septiembre de 2017
¿Cuál es la situación
actual de las y los compañeros que fueron detenidos? ¿Qué se les imputa?
Contradicciones entre la realidad y lo que inventó la policía ¿Cómo seguimos?
Por
Correpi.
¿Cuál es la situación
actual de las y los compañeros que fueron detenidos?
Fueron liberados/as
hoy a la madrugada -48 horas después de su detención, tiempo en el cual
permanecieron incomunicados-.
La instrucción de la
causa quedó a cargo del juez federal Marcelo Martínez Di Giorgi, como sucedió
desde un principio -el mismo que decidió tomar las declaraciones recién
alrededor de 30 horas después de la detención-. Desde
hoy en adelante, es quien tiene en total diez días para decretar el
sobreseimiento o procesamiento de las y los 31 imputados.
A continuación,
deberán ser investigados todos los delitos cometidos durante la actuación de
las fuerzas de “seguridad” del Estado, que CORREPI ya presentó a través de una
denuncia formal.
¿Qué se les imputa?
Todos y todas fueron
imputados con la misma carátula: intimidación pública, atentado y resistencia a
la autoridad.
El acta policial dice
que detuvieron a algunas personas “en las inmediaciones de casa de gobierno,
quienes habrían arrojado al personal policial botellas de vidrio, cascotes y
otros elementos contundentes” y a otras “en Plaza de Mayo, al desconcentrarse la
manifestación, cuando comenzaron a empujar el vallado para luego cubrir sus
rostros y arrojar piedras, molotovs y bombas de estruendo al personal policial”
(sic).
En ninguno de los 31
casos, se han presentado elementos probatorios, ni conducentes, que lo demuestren.
Contradicciones entre la realidad y lo que inventó la policía
La disparidad en la
descripción de los hechos es evidente. Tanto así, que hasta sus amigos de
Clarín tuvieron que salir a decir que hubo un “déficit probatorio” arrimado por
la policía contra los detenidos. Llamemos las cosas por su nombre: el informe
que armaron es lisa y llanamente, FALSO.
Por caso, veámoslo de
este modo: cualquier declaración indagatoria habitualmente está compuesta por
los datos del juzgado, el interrogatorio de identificación de la persona y
luego la carátula donde el juzgado comunica: primero, qué es lo que se les
imputa, y segundo, cuáles son las pruebas que hay en su contra. En general, ese
aporte de pruebas consta de varias carillas, que se encargan de argumentar lo
que califican, como aporta el propio término de prueba. En este caso fueron…
tres renglones. ¡Tres!, de puras mentiras.
Ninguno de los 31
casos, fue detenido/a en la casa de gobierno, ni en Plaza de Mayo, sino desde
cinco a diez cuadras más lejos, sobre Av. De Mayo y alrededores.
Algunos de ellos y
ellas, simplemente estaban cenando.
¿Cómo seguimos?
La represión del
viernes 1º de septiembre fue un operativo conjunto, orquestado por el gobierno
nacional y los grandes medios de
comunicación, con el objetivo de deslegitimar lo que iba a ser -y efectivamente
fue- una masiva movilización, por la aparición con vida de Santiago Maldonado.
Y para que los titulares del día siguiente no dijeran eso, apostaron a la
condena social a la violencia, que ellos mismos generaron.
Exactamente lo mismo
que hasta ahora hicieron, para excusarse de responder sobre el paradero de
Santiago. Correr el eje de la discusión, culpabilizar a las víctimas, y
desligar al Estado de su responsabilidad política en cada una de las violaciones
a los derechos humanos que fueron cometidas. Y a la vez, generar el consenso
necesario para preparar la escala represiva siguiente.
Es notoria su
preocupación por la organización del pueblo, y por eso apuntan a estas
operaciones. En definitiva, nos tienen miedo, porque somos muchos y muchas más.
No hay mucha vuelta que darle: o les damos el gusto, o nos hacemos fuertes, por
Santiago, y por todos nosotros y nosotras.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14925
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