La respuesta la
tienen ellos
7 de septiembre de 2017
El gobierno ofrece
operaciones mediáticas, gendarmes con sangre en las botas, policías de civil
metidos en movilizaciones, balbuceos mal articulados frente a las cámaras y
periodistas amigos. Balas, gases, detenciones masivas y arbitrarias; pintura
para el Cabildo. Pero nada de eso alcanza, porque de este lado, la movilización
popular logró superar las barreras mediáticas para dejar en evidencia la
podredumbre del gobierno y los multimedios
a su servicio, al mismo tiempo que presionó con éxito para lograr la libertad de los
detenidos en la represión a la marcha por la aparición con vida de Santiago
Maldonado.
Por
Correpi.
1. ¿La renuncia de Bullrich dónde está?
Santiago
Maldonado fue visto por última vez el 1° de agosto en un corte de la Ruta Nacional 40,
provincia de Chubut, en apoyo a la comunidad mapuche Pu Lof. Para afirmar esto
hay más de una docena de testigos, videos tomados en el lugar de los hechos, y
el relato de amigos y familiares que sabían que Santiago iba a participar del
corte.
El
Estado reprimió la manifestación con la Gendarmería Nacional
a la cabeza. Tal
como sostuvo el Comandante Balardi, lo hizo en cumplimiento de "órdenes
precisas emanadas del Ministerio de Seguridad de la Nación". Desde
entonces, Santiago Maldonado está desaparecido.
El
gobierno nacional se dedicó no sólo a criminalizar el reclamo, sino,
directamente a negar la presencia de Santiago en el lugar, para luego afirmar
una y otra vez, que "no hay indicios que inculpen a la Gendarmería".
En este momento hay más de 60 gendarmes separados momentáneamente de la fuerza;
más de 100 celulares y computadoras de la Gendarmería investigadas por la Policía Federal , y
una caratula que pasó de "Averiguación de paradero" a
"Desaparición forzada", entre otras cosas. Lo más importante: la
última vez que vimos a Santiago fue cuando lo detuvo la Gendarmería.
Tan
abrumadoras son las pruebas de que estuvo ahí, que escuchar esa respuesta de
parte del gobierno lleva a toda la situación a un terreno casi de delirio. Sin
embargo, no sorprende. Según Bullrich, "detrás de la RAM hay una
organización inglesa" que vendría a financiar las "acciones" de
la comunidad mapuche en el sur – quienes reclaman el derecho a tierras que hoy
son propiedad privada de Bennetton-. ¿Qué acciones? ¿Esa organización inglesa
mandaría plata para comprar aerosoles con los que se pintan las paredes?
¿Tendrían capacidad para financiarse internacionalmente, pero no para ser más
de quince personas en una protesta en la ruta 40?
Para
el gobierno los culpables son también los propios mapuches, que no dejaron
pasar a los Gendarmes que los habían reprimido días antes, y hasta la misma
familia de Santiago, por no querer aportar ADN a la investigación (esto último
desmentido por los hermanos Maldonado, y por la realidad misma, ya que esas
pruebas figuran en la causa judicial). Y de paso, la ministra de seguridad
aprovechó para explicitar su adhesión a la teoría de los dos demonios, al
decir: "Los ángeles no eran tan ángeles y los demonios no eran tan
demonios".
La
negación rotunda de la responsabilidad del Estado en la represión y posterior
desaparición de Santiago, fue acompañada con la justificación de todo el hecho.
¿Para qué intentan justificar lo que ellos mismos niegan?
La
indiferencia de Mauricio Macri, el titubeo de Marcos Peña y el papel patético
asignado a Patricia Bullrich, se completa con el completo silencio del resto de
los funcionarios de gobierno, donde hasta la macrista estrella, María Eugenia
Vidal, no sabe qué responder cuando entre timbreo y timbreo le preguntan ¿Dónde
está Santiago Maldonado?
El
gobierno intenta salvar a las fuerzas de seguridad porque sabe que sin ellas
sería imposible contener a los distintos sectores sociales que, además de
reclamar la aparición con vida de Santiago, ven como su salario cae, al mismo
ritmo en que los despidos crecen.
2. Y los medios
nos dicen que llueve.
Desmentir
el pescado podrido que venden los grandes medios
de comunicación es una tarea aparte.
Desde
el 1° de agosto han dicho:
- Que Santiago Maldonado no estaba en el corte de la ruta 40.
-Que se había escapado a Chile, cruzando la cordillera, en pleno invierno y con lo puesto.
-Que lo tenían escondido sus propios compañeros.
-Que estaba en Gualeguaychú.
-Que un camionero lo llevó a Corrientes.
-Que fue apuñalado por un puestero. Hipótesis que cayó definitivamente hace pocas, horas a raíz del resultado de ADN.
-Que apareció su cuerpo en Argentina.
-Que apareció su cuerpo en Chile.
- Que Santiago Maldonado no estaba en el corte de la ruta 40.
-Que se había escapado a Chile, cruzando la cordillera, en pleno invierno y con lo puesto.
-Que lo tenían escondido sus propios compañeros.
-Que estaba en Gualeguaychú.
-Que un camionero lo llevó a Corrientes.
-Que fue apuñalado por un puestero. Hipótesis que cayó definitivamente hace pocas, horas a raíz del resultado de ADN.
-Que apareció su cuerpo en Argentina.
-Que apareció su cuerpo en Chile.
Y este es un listado
con las pistas falsas "más serias". La familia se ha cansado de
aclarar con sobrados argumentos y pruebas la incongruencia de las publicaciones
de Clarín, La Nación, Infobae y otros. Estos no sólo incurren en la
irresponsabilidad de publicar noticias mal chequeadas, sino que además, con la
repetición del "error", utilizan su poder para generar una confusión
generalizada. Detrás de todas esas teorías disfrazadas de primicia, se esconde
un argumento y un objetivo: todo esto sucede para desestabilizar al gobierno
nacional y hay que salvarlo.
Con la respuesta del
gobierno hecha de titubeos, los medios
de comunicación operaron desde el principio para colaborar con el encubrimiento
y el silencio. Poco hicieron para darle espacio a otras fuentes (como la
familia) que no provinieran del gobierno o las fuerzas de seguridad. Al
contrario. Ayudaron a Cambiemos a construir su propio relato sobre los hechos.
Empezando por Jorge Lanata, quien desde hace un mes intenta instalar la idea de
"una guerrilla mapuche" que, de existir, justificaría ¿Qué? ¿La
desaparición por parte del Estado de una persona?
Si no fuera por la
mano amiga de los operadores mediáticos como los antes mencionados, que se
dedicaron a disimular la fragilidad del relato gubernamental y la torpeza de
Patricia Bullrich al intentar articular una respuesta, el hecho sería
totalmente indefendible hasta para el más convencido de los amarillos.
Lo que escuchamos y leímos
este mes es una demostración clarísima de una operación tan vieja como eficaz:
demonizar a la víctima para justificar, y luego defender al victimario.
3. El Cabildo ya está limpio. ¿Santiago dónde está?
La
movilización en todo el país, concentró a casi 300.000 personas con un reclamo
claro y unificado: aparición con vida ya, el Estado es responsable, y el pedido
de renuncia de la ministra de seguridad, también en palabras de Sergio
Maldonado. La edición de la tapa de los diarios del día después se la debemos a
la Policía de la Ciudad, que empezó a armarla ni bien terminó la
desconcentración de la
movilización. La represión, que incluyó balas, gases, camión
hidrante y 31 detenidos, fue protagonizada por la flamante policía de Larreta,
en un operativo que por estos momentos ya se les vuelve en contra.
Nadie,
ni quienes estábamos ya desconcentrados a unas cuadras, ni los periodistas de
un lado ni de otro, ni la propia justicia sabe dónde comenzó el supuesto
enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas policiales que desencadenó la
posterior razzia; tampoco hay videos o fotos de estos enfrentamientos
originales. Sí sabemos que hubo personas dispersas, que de un momento a otro se
pusieron el chaleco de la Policía, y así empezar a detener gente al boleo.
Dentro
de los detenidos hubo dos grupos diferenciados: los trabajadores de prensa, que
fueron detenidos por registrar la represión del Estado, y aquellos que estaban
volviendo de la movilización o, directamente, no tenían nada que ver. Ejemplo
de esto es el docente de SUTEBA, quien luego de haber participado de la
movilización estaba cenando en una pizzería de donde fue arrancado por la
policía y luego detenido.
El
operativo represivo del viernes 1° de septiembre en Plaza de Mayo tuvo la orden
de reprimir, y fue tal el mamarracho por parte del Estado, que 48 horas después
ya fue probada la falsedad de los argumentos en las actas de detención.
Inventaron hechos, lugares y horas para disimular las detenciones arbitrarias.
Hasta el mismo juez Martínez Di Giorgi, quien tampoco es un simpatizante de las
causas populares, tuvo que aceptar la falta de carga probatoria contra quienes
fueron imputados por intimidación pública, atentado y resistencia a la
autoridad.
A
la obviedad de la operación del gobierno, la infiltración de la policía en la
movilización y los ribetes legales, hay que agregarle un elemento que es
fundamental para que hoy por hoy los detenidos por luchar estén libres, y es la
movilización de compañeros y organizaciones que fue sostenida por más de 60 horas
en Plaza de Mayo, cuatro comisarías de la Ciudad de Buenos Aires, Comodoro Py,
y por último, en la alcaldía de la Policía Federal en General Paz y Madariaga.
Menos
de doce horas después de la represión el Cabildo ya estaba pintado de blanco,
para la tranquilidad de todas las personas que mostraron su preocupación por el
monumento histórico por redes sociales, mientras desde los medios de comunicación y el gobierno nacional se
corría el debate hacia los "incidentes" y el daño al "patrimonio
público".
Son los mismos que
hacían convocatorias para limpiar Plaza de Mayo y se preocupaban más por una
pared que por mostrar la realidad para que toda la sociedad sepa de qué es
capaz el gobierno argentino, junto con las fuerzas de seguridad, que ahora está
sumido en un silencio contundente, aferrado al poder estatal y mediático,
esperando que pasen las horas, para arremeter con alguna otra mentira que los
salve de la pérdida de votos y dólares de cara a las próximas elecciones
legislativas.
Pero no hay pantalla
de humo que pueda tapar la movilización popular, ni clarinete que pueda callar
la pregunta fundamental, que es y va seguir siendo: ¿Dónde está Santiago
Maldonado?
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14953
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