viernes, 28 de julio de 2017

Pensemos: "Estos movimientos sociales constituyen verdaderos epicentros para una auténtica construcción democrática en nuestras sociedades, pues le disputan al pensamiento único neoliberal la potestad de refutar, recrear y resignificar las nociones dominantes acerca de la democracia, la participación, la inclusión social y política, y el desarrollo".

Movimientos sociales: 

Agentes de construcción democrática

28 de julio de 2017

Por Óscar Schémel

 

Muy poco se ha analizado acerca del tejido cultural promovido e impulsado, paso a paso durante 18 años, por la Revolución Bolivariana. Me refiero a los movimientos sociales y culturales que han surgido al calor del proceso revolucionario y que se articulan de manera diversa con los procesos de politización y organización de los sectores populares.

Se trata de movimientos sociales, con sentido hegemónico, cuyas prácticas culturales son pocas veces visibles o medibles pero que tienen una enorme importancia estratégica.

Forman parte de un profundo y complejo entramado cultural, productor de valores, nociones y significaciones, que acompaña las luchas populares por la conquista de espacios políticos y económicos, o más exactamente por el poder.

Estos movimientos sociales constituyen verdaderos epicentros para una auténtica construcción democrática en nuestras sociedades, pues le disputan al pensamiento único neoliberal la potestad de refutar, recrear y resignificar las nociones dominantes acerca de la democracia, la participación, la inclusión social y política, y el desarrollo.

Hoy, como nunca antes, los factores dominantes persisten en invisibilizar, excluir, desacreditar e incluso destruir las acciones de los movimientos sociales, tanto en el campo productivo como cultural, mediante la apropiación y privatización de la producción cultural y simbólica, que les permita imponer su visión de la sociedad.

Y cuando no pueden ocultar o anular las prácticas culturales de los movimientos sociales, entonces tratan de aislarlas o reducirlas a una significación estrictamente artística o folclórica, despojándolas de su sentido político y emancipador.

La lucha política es esencialmente una lucha simbólica y cultural, una disputa por la mente y las emociones de los ciudadanos, una lucha por la hegemonía.

En ese sentido, los movimientos sociales son agentes estratégicos para la reconfiguración cultural de la sociedad, es decir, para la construcción de identidad, la creación de conceptos alternativos y de nuevos significados, la recreación de la palabra, pero fundamentalmente para la producción de subjetividad, de organización social y de ejercicio real del poder.

Hinterlaces, 27 Julio, 2017
Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/187169

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