G20: Bienvenidos al infierno. La policía volvió a perder
esta noche en Hamburgo
[Vídeo y fotos] Análisis de por qué los
represores están siendo derrotados.
Las unidades de fuerzas especiales de Hamburgo y otras cinco ciudades están desplegadas en las calles, así como las fuerzas especiales austriacas. Pero ninguna cantidad de violencia y opresión puede ocultar el hecho de que perdieron el control de Hamburgo
Las unidades de fuerzas especiales de Hamburgo y otras cinco ciudades están desplegadas en las calles, así como las fuerzas especiales austriacas. Pero ninguna cantidad de violencia y opresión puede ocultar el hecho de que perdieron el control de Hamburgo
Info en inglés: https://crimethinc.com/2017/07/05/announcing-continuous-live-coverage-of-the-g20-in-hamburg-with-an-update-from-the-clashes-of-july-4
Esto demuestra que, incluso con las últimas tecnologías, ninguna
cantidad de violencia policial puede controlar a una población que está
determinada a negarse a ser dominada. Esta es una buena noticia para los
partidarios del anticapitalismo en todo el mundo.
A última hora la policía asalta a Schanze con la mayor fuerza
bruta posible, apuntando con imprudencia las ametralladoras a los activistas,
periodistas y a todos los demás, tratando de vengarse de los que permanecen en
las calles impidiéndoles dominar los barrios, aún después de que la mayoría de
los participantes se han ido a casa a descansar.
Las unidades de fuerzas especiales de Hamburgo y otras cinco
ciudades están desplegadas en las calles, así como las fuerzas especiales
austriacas. Pero ninguna cantidad de violencia y opresión puede ocultar el
hecho de que perdieron el control de Hamburgo.
Los teóricos de la conspiración alegarán que el G20 fue
intencionalmente realizado en Hamburgo para provocar a la población con el fin
de justificar más represión contra las libertades civiles. Esto es parcialmente
cierto: al realizar al G20 junto a uno de los barrios más radicales de
Alemania, las autoridades estaban poniendo a prueba a la población para ver
cuánta gente aguantaría. Hamburgo está siendo tratado como un laboratorio
experimental de represión, con policías traídos de varias otras naciones de la Unión Europea para
estudiar las medidas represivas.
Pero si logramos imposibilitar que la policía nos controle a pesar
de que más de uno de cada doce represores de toda Alemania está concentrado en
una sola ciudad, seguramente podremos defender nuestra libertad. El punto aquí
es que no podemos ser cobardes, aferrarnos a la ilusión de que el Estado nos
permitirá ser libres si nos sometemos lo suficiente. Nadie ha logrado o
conservado la libertad de esa manera.
Las cosas han llegado a un punto de no retorno: el futuro será la
liberación revolucionaria, o será un Estado policial. El supuesto terreno
intermedio, en el que las libertades limitadas son vigiladas por un Estado
restringido por la voluntad del pueblo, siempre ha sido un mito, una ilusión
cada vez más difícil de mantener.
Echemos un vistazo más de cerca a la ruptura del control policial.
En 1987, la policía alemana empezó a cambiar su actual modelo de control de las
masas, para corregir las maneras en que las multitudes la habían superado y
vencido, especialmente el primero de mayo de ese año. El modelo subsiguiente de
la policía alemana, en el que largas filas de policía antidisturbios se complementan
con escuadrones de movilización muy móviles que mantienen un estrecho contacto
con la multitud, ha servido más o menos para controlar el malestar urbano hasta
ahora.
En 2017, exactamente treinta años después de los orígenes de este
modelo, la multitud de Hamburgo logró una vez más maniobras y derrotar a la policía. Esta vez lo
hicieron extendiendo la acción sobre una vasta área de la ciudad, moviéndose
rápidamente y concentrándose en acciones descentralizadas. Cada vez que la policía establecía una línea de control, la gente se reunía en otro lado, no sólo los manifestantes, sino también los espectadores de apoyo.
Grupos pequeños de manifestantes, altamente organizados y móviles, fueron capaces de identificar rutas de salida y realizar ataques rápidos, mientras que una multitud más grande llevó a la policía en una dirección, luego otra. Cuanto más territorio tenía que controlar la policía, más antagonizaban a la población y contra más manifestantes tenían que lidiar con sus líneas cada vez más estiradas. Finalmente, perdieron el control de las zonas más rebeldes y se vieron obligados a retirarse por completo.
Sin embargo, además de las preocupaciones tácticas, el golpe más
importante para la policía ha sido que, al ir tan lejos en su intento de controlar
a la población mediante la fuerza bruta, perdieron legitimidad a ojos de la población. Su ataque
absurdo y no provocado en la manifestación de ayer Bienvenido al Infierno,
volcó a toda la ciudad en contra de ellos. No es de extrañar que hayan perdido
el control.
Seguramente lo recuperarán, aunque sea a costa de una gran
cantidad de sufrimiento infligido al azar a los que permanecen en las calles.
Pero nos alienta el hecho de que fueron derrotados, que no pudieron controlar a
la población, y debemos sentirnos inspirados por el tremendo valor que la gente
ha mostrado en Hamburgo, enfrentarnos a un adversario tan poderoso y negarnos a
retroceder. (…)
----
Viernes 17:00. Al comienzo de la Reeperbahn, una huelga de estudiantes ha
producido una ocupación de la calle que se extiende más de una zona completa de
la ciudad. El
ambiente es relajado, con música, discursos, y una multitud multi generacional.
Pero grandes grupos de policías antidisturbios marchan provocando confusión y
amenazando a la gente, que en su mayoría los ignoran.
Los estudiantes anunciaron su huelga y se
organizaron contra el G20 porque ven la reunión como un símbolo del sistema
educativo injusto, que les enseña a competir en vez de cooperar.
Su marcha se ha fusionado con la nueva ola de
bloqueos poco después de las 15:00. Miles de personas ya se han reunido en
Millerntorplatz para la manifestación Colorea la Zona Roja. Los policías
se están moviendo a través de la multitud ahora en pequeños grupos,
experimentando mucha hostilidad.
Mientras tanto, después de horas de rumores de
que el ejército alemán está entrando en Hamburgo, incluso circularon fotos de
vehículos militares en la ciudad tratando de meter más miedo en los
manifestantes, funcionarios de Hamburgo admitieron que el convoy militar no
está relacionado con las protestas del G20 y la situación en la ciudad.
En unos minutos se producirá un nuevo intento
de bloquear el centro de Hamburgo, donde se reúnen las delegaciones del G20,
con uno de los puntos de encuentro frente al estadio de fútbol St. Pauli,
tradicionalmente conocido por sus aficionados izquierdistas. El estadio sigue
siendo un lugar para dormir y centro de prensa para los manifestantes contra el
G20, y con eso muestran su solidaridad con los manifestantes anticapitalistas.
Mientras tanto, pequeños enfrentamientos,
bloqueos y manifestaciones continúan estallando por toda la ciudad. La policía
pierde nuevamente el control sobre algunas calles. Hace dos horas pidieron
refuerzos y policías de toda Alemania se dirigen a Hamburgo.
Después de un día de enfrentamientos
callejeros con la policía, con barricada e incendios, las expresiones de unidad
son inspiradoras. La policía continúa circulando noticias falsas a medida que
la bronca aumenta. Está claro que su único intento es asegurarse de que la
menor cantidad posible de manifestantes salga a las calles de Hamburgo en estos
dos días, ya que los represores claramente perdieron el control en las últimas
24 horas.
----
Se empiezan a formar las primeras barricadas
de la tarde poco después del mercado del pescado. #NoG20 #WelcomeToHell
Texto completo en:
http://www.lahaine.org/video-yfotos-g20-bienvenido-al
No hay comentarios:
Publicar un comentario