sábado, 20 de mayo de 2017

“Reconocemos que la actual huelga de hambre de los prisioneros palestinos se hace para demostrar la impunidad de Israel frente al derecho internacional. Y es un llamado a los organismos internacionales legales para hacer cumplir la Cuarta Convención de Ginebra y otras leyes pertinentes de derechos humanos que Israel viola en la actualidad”.

Judíos negros, sefardíes y mizrajies firmantes de la Declaración Caucus apoyan a los 1.500 prisioneros palestinos en huelga de hambre

19 de mayo de 2017


Por Oranización JOCSM (Jocsm.org)

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
En el 69 aniversario de la Nakba los judíos negros y sefardiés/mizrajíes Caucus organizados en colaboración con Voz Judía por la Paz se declaran solidarios con los más de 1.500 presos palestinos en huelga de hambre en las cárceles israelíes. Nos hacemos eco de sus demandas de tratamiento médico adecuado, visitas familiares y el fin de la política ilegal e inhumana de Israel de la detención administrativa por períodos indefinidos sin cargos o pruebas.
Reconocemos la firmeza de los palestinos exponiendo sus vidas y sus cuerpos en aras de combatir el sistema de encarcelamiento injusto de Israel y entendemos que la táctica físicamente devastadora de una huelga de hambre es un reflejo de las condiciones violentas y extremas a las que están expuestos.
Condenamos la represión de Israel de los activistas que participan en la huelga de hambre y los claros intentos de deslegitimar su liderazgo. Estamos especialmente horrorizados por las acciones de los ciudadanos israelíes que hacían barbacoas fuera de las prisiones para atormentar a los huelguistas de hambre. Vemos esto como una táctica de la tortura colectiva que no puede separarse de la turba violenta y vigilante a la que a menudo están sometidos los palestinos bajo control israelí.
Condenamos el sistema penitenciario de Israel como una de sus herramientas principales para la represión de la resistencia palestina y para cumplir el despojo colonial de los asentamientos y la violencia militar. El hecho de que el 40 % de los hombres palestinos estará parte de su vida en una prisión israelí encaja en un legado global de violencia colonial perpetrado por el encarcelamiento masivo de las comunidades marginadas.
No es casualidad que muchos de los palestinos que actualmente están en huelga de hambre se encuentren confinados en las prisiones construidas originalmente por las fuerzas coloniales británicas y reapropiadas por Israel para controlar a los palestinos, los judíos negros, los refugiados africanos y otras comunidades criminalizadas bajo el Gobierno sionista.
Observamos que los abusos manifestados hoy en día tienen su origen en el desplazamiento y el despojo de 750.000 palestinos durante la Nakba, una herida que no puede curar hasta que el derecho de retorno sea legal para todos los refugiados palestinos.
Reconocemos que en Estados Unidos también muchos de sus propios presos políticos han empleado de manera similar la huelga de hambre como una táctica legítima de resistencia. Hablamos de los nombres de Leonard Peltier, Mumia Abu-Jamal, Chelsea Manning y muchos otros que sufren tras las rejas por su papel en la lucha por la libertad y la igualdad.
Reconocemos que todos los encarcelamientos son políticos en el contexto del imperialismo estadounidense y la supremacía blanca y nos declaramos también solidarios con la huelga de los presos de EE.UU. que continúa para combatir la táctica injusta e inhumana tortura del régimen de aislamiento, así como con los inmigrantes detenidos que recientemente hicieron una huelga de hambre en el noroeste del Pacífico.
Por último reconocemos que la actual huelga de hambre de los prisioneros palestinos se hace para demostrar la impunidad de Israel frente al derecho internacional. Y es un llamado a los organismos internacionales legales para hacer cumplir la Cuarta Convención de Ginebra y otras leyes pertinentes de derechos humanos que Israel viola en la actualidad.
Invitamos a los miembros judíos negros y sefardíes/mizrajíes de nuestra circunscripción a participar en el Salt Water Challenge (reto del agua salada, N. de E.) solicitado por militantes palestinos como un pequeño acto de resistencia conjunta a esta impunidad.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción. 

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