miércoles, 30 de noviembre de 2016

“Somos un movimiento integrado por Comités, Colectivos, Organizaciones, Frentes y luchas de diferentes estados del país que resistimos al modelo extractivo y a la imposición de la construcción de presas de abastecimiento de agua e hidroeléctricas”.

México: Pronunciamiento de 
las Mujeres chiapanecas 
en defensa de la vida
30 de noviembre de 2016
El MAPDER/Chiapas somos un movimiento integrado por Comités, Colectivos, Organizaciones, Frentes y luchas de diferentes estados del país que resistimos al modelo extractivo y a la imposición de la construcción de presas de abastecimiento de agua e hidroeléctricas; en el estado de Chiapas también a la minería, los monocultivos, transgénicos y proyectos REDD, es decir a todos aquellos proyectos que dan muerte a nuestra tierra y proyecto de vida. Juntos y juntas denunciamos los desplazamientos forzados, la contaminación y explotación de nuestros bienes naturales, la violación a nuestro derecho al agua, la alimentación, la salud y la criminalización de la protesta de la protesta social, también construimos alternativas dignas para no seguir bajo las lógicas de este sistema. En Chiapas compartimos espacio de trabajo con la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).
Las mujeres de las diferentes organizaciones que conformamos el MAPDER/REMA reconocemos la importancia de encontrarnos con otras, concientizarnos juntas, solidarizarnos con nuestra situación y buscar alternativas para una mejor vida.
En algunos espacios de reflexión hemos coincidido en que la imposición de proyectos nos ha traído enfermedades, conflictos intercomunitarios, persecuciones, presos/as políticos y asesinatos. En muchas ocasiones hemos sido desplazadas al defender nuestra madre tierra y nuestro territorio. Esta lucha no ha sido sencilla, como mujeres nos reponemos todos los días a los ataques de este sistema: la sobrecarga de trabajo en el hogar, el cuidado de los hijos e hijas, el trabajo de campo o asalariado, aunado a los programas sociales que buscan disminuir nuestra fuerza política así como los conflictos familiares que incrementan por la falta de compresión de nuestro rol en los movimientos.
Cuando luchamos también hay miedo, cansancio o desgaste emocional y la mayoría del tiempo se nos discrimina o menosprecia en la toma de decisiones de nuestra organización, aunque seamos las que estamos al frente, poniendo el cuerpo, la mente y el corazón; además soportamos que hay mayor abuso de la fuerza pública para limitar nuestra participación y formas de represión especiales para perseguirnos y castigarnos porque este mundo machista cree que las mujeres tenemos menos derecho a expresarnos y participar en las decisiones que determinan nuestro futuro.
Sin embargo, también el camino de resistencia nos ha hecho abrir los ojos, reconocer el valor que tenemos para defender lo nuestro y exigir nuestros derechos, nos hemos empoderado y tenemos esperanza. Nosotras valoramos que la defensa de nuestro territorio nos ha dado la oportunidad de vincularnos con otras personas, reconocer nuestras raíces, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, a perder el miedo, a expresarnos, compartir, reconocer las prioridades en la vida, vivir intensamente.
Vemos que las mujeres estamos ayudando que el pueblo alce la voz, aportamos en lo familiar, comunitario y hasta en la lucha internacional con experiencias de vida, ideas, propuestas, con nuestra fortaleza. El conocimiento que tenemos acerca del cuidado de la madre tierra y la visión integral de sus ciclos, y por lo tanto de los procesos de la vida colaboran en esta labor de darle valor a la tierra y a concientizar a más personas sobre la defensa de los bienes naturales. Creemos además, que tenemos un aporte muy importante en la capacidad de diálogo, de escucha y de atención tanto a los procesos políticos como a los emocionales.
Aún cuando participamos en la defensa de la tierra, en la resistencia contra la privatización del agua y la energía y luchamos por un mundo más incluyente nuestra voz sigue siendo invisibilidad, por lo que debemos trabajar juntas para fortalecernos y transformar las relaciones y todo sistema de opresión, además de crear estrategias que nos ayuden a enfrentar el aumento de violencia ejercida hacia nosotras, erradicar los feminicidios, las desapariciones, los desplazamientos; pero también todo acto de machismo contra nosotras en las familias, la comunidad y nuestras organizaciones.
Las mujeres del MAPDER y de la REMA coincidimos que debemos partir del autocuidado, amar y proteger nuestro cuerpo y las emociones de la misma manera y con la misma fuerza que los hacemos por los demás, buscar juntas mayor capacitación y formación política para desarrollar todavía más habilidades políticas y organizativas que ayuden a contrarrestar el privilegio que tienen los hombres para aprender y desarrollarse en los espacios públicos, aprender a delegar tareas, repartir las cargas de trabajo equitativamente: cambiar nuestras relaciones desde la preparación de los alimentos hasta la participación de los bloqueos, marchas o mítines. Compartir experiencias entre nosotras, solidarizarnos con las mujeres de otras comunidades y promover la unidad y solidaridad, y resistir contra los proyectos asistenciales del Banco Mundial, esto para alzar la voz para defender a otras defensoras y defender la vida y el futuro de nuestras comunidades.
Agradecemos la invitación a este espacio y saludamos a cada una de las luchas que representamos, estamos seguras que juntas lograremos que los ríos fluyan siempre, que los bosques y las montañas florezcan y que nuestras relaciones sean justas para todos y todas.
¡Ríos para la Vida, NO para la Muerte!
¡Agua para la vida, no para las empresas!
¡Vida Sí, Mina No!
Fuente original: M4

Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Mexico_Pronunciamiento_de_las_Mujeres_chiapanecas_en_defensa_de_la_vida

"Estamos cansados de que nos agredan, quemen nuestras casas, roben nuestras pertenencias para que abandonemos la tierra de la que vivimos. A pesar de los ataques a la integridad física de nuestras familias, no nos queda más que resistir".

Argentina - Misiones: 
Por el derecho a la tierra y a la vida
30 de noviembre de 2016

 

Por Productores Independientes de Piray (PIP)
Comunidades originarias y organizaciones de pequeños productores exigimos respeto:
Las tierras misioneras se nutrieron de nuestra historia más que de ninguna otra, así y todo, las organizaciones de pequeños productores y comunidades originarias somos los sectores más afectados por la avaricia empresarial y los más postergados por los entes estatales. La situación de vulnerabilidad en la que nos dejan, nos obliga a elevar nuestros reclamos a la sociedad exigiendo una solución.
Estamos cansados de que nos agredan, quemen nuestras casas, roben nuestras pertenencias para que abandonemos la tierra de la que vivimos. A pesar de los ataques a la integridad física de nuestras familias, no nos queda más que resistir.
El norte misionero se encuentra hoy apestado por los venenos que la empresa Arauco S.A. arroja sobre los Pinos y el hollín que sale de sus calderas.
Y cuando llegamos a conseguir lo que nos corresponde, es el estado el que atrasa las gestiones en favor de los empresarios.
Después de tres años de conseguirlas por ley, los productores Independientes de Piray siguen sin tener acceso a la tierra que les corresponde. A su vez, El intendente de delicia Ebert Vera no sólo acompaña los intentos de la empresa Arandú, (gerenciada por Jorge Zallio) de apropiarse de lo que no es suyo, sino que recientemente impulsó acciones tendenciosas y maliciosas con el objetivo de enemistar a los productores con las comunidades Mbyas.
Esto vuelve a demostrar que la intención de los aparatos estatales es separarnos para debilitarnos y empobrecernos para que los empresarios puedan comprarnos. Convencidos de que ahora más que nunca los pequeños productores y comunidades originarias de toda la provincia debemos unirnos en reclamo por nuestra dignidad y nuestros derechos, este viernes nos levantaremos juntos a denunciar públicamente los atropellos que venimos sufriendo todos los días.
• Que se responsabilice a la empresa Arauco S.A. por la contaminación de los suelos y el agua que realiza con los venenos que arroja en todos los departamentos donde tiene plantaciones, y por la contaminación del aire que produce la caldera que arroja hollín sobre el pueblo de Piray.
• Que el estado provincial cumpla con la ley de expropiación y entregue las tierras a las familias de los Pequeños Productores de Piray (PIP) que habitan en el km 18.
• En ruta 20 pedimos la regularización del ex lote Q, así también acceso a los servicios básicos para todos los productores de ruta 20, la reparación de caminos que hace 25 años están postergadas y solicitamos la eliminación de las 2 escuelas rancho donde tienen que estudiar nuestros hijos.
• Que el estado garantice el cumplimiento de la Ley 26.160, que se preserve el monte y el agua, que ordene se retiren los empresarios de las tierras que pertenecen a las comunidades de Ysyry, Aguay Poty y Aguaray Miní. Que además el intendente deje de intentar dividir a las comunidades originarias y a los pequeños productores que siempre vivimos en paz.
• Que se asegure el acceso a la salud y la educación en las comunidades de Ysyry, Aguay Poty y Aguaray Miní y Nuevo Amanecer.
• Pequeños productores de Puerto Libertada volvemos a solicitar acceso a la tierra para vivir y producir alimentos sanos para toda la población, que se regularice la propiedad de la tierra ya que la Multinacional Chilena ARAUCO es dueña del 80% de todas las tierras del municipio.
Así también instamos a la población a desoír las acusaciones discriminatorias que hacia nosotros envisten estado y los empresarios, y que se unan a nuestros gritos de reclamo
Comunidades originarias: Ysyry, Aguay Poty, Aguarai Mini (Mado-Delicia), Nueva Amanecer (Libertad),
Organizaciones de pequeños productores: Productores Independiente de Puerto Piray, Productores Organizados ruta 20, Pequeños Productores Unidos de Delicia, Pequeños Productores de Puerto Libertad.
Datos de contacto:
Dalmacio Ramos -Ysyry- Tel: 3751-566059
Hipolito Benitez -Aguay Poty- Tel: 3751-596701
Omar Benitez -Aguarai Mini- Tel:3757 310744
Miriam Samudio (PIP) Tel: 3751-595537
Eugenio Leste (P. Ruta 20). Tel:3751-564171
Eduardo Vazquez (P. P. Puerto libertad) Tel: 3757 503814
Mario Duran (P.P. Unidos de Delicia)
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Argentina_-_Misiones_Por_el_derecho_a_la_tierra_y_a_la_vida

Hagamos una corrección sobre el año en que tropas fundamentalmente de Sudamérica ocupan a Haití.

¿Qué es la MINUSTAH?

Una fuerza de ocupación de la ONU avalada por el Congreso de la Nación.

@RWlaruta99
Jueves 11 de septiembre de 2014
La Cámara de Diputados convirtió ayer en ley el proyecto para renovar por dos años la presencia de tropas argentinas en Haití. La votación resultó afirmativa con 164 votos (FPV, Unión PRO y Frente Renovador) contra 56 negativos (UCR, Unidad Popular, Coalición Cívica-UNEN y el Frente de Izquierda).
Hace ya más de diez años, el 30 de Abril de 2004, se crea la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (Minustah) en Haití. Fue el fallecido presidente Néstor Kirchner quien aceptó en Junio de ese año enviar tropas a esta Misión conformada por efectivos provenientes principalmente de América Latina. La comandancia está ejercida por Brasil al frente de militares argentinos, bolivianos, chilenos ecuatorianos, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, peruanos, uruguayos, entre otros países. No es una misión humanitaria, como señalaron quienes votaron por la positiva en el Congreso de la Nación. Es una misión de ocupación promovida por EE.UU. y aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, continuidad del golpe militar que los norteamericanos consumaron en 2004 contra el gobierno de Jean Bertrand Aristide.
Los diputados kirchneristas siguen insistiendo en que se trata de una misión humanitaria encubriendo que se trata de una fuerza de ocupación, una intervención directa del imperialismo norteamericano y europeo (EE.UU., Francia y Canadá) en el país más pobre de América. El diputado Juan Pais (FPV-Chubut) destacó en el Congreso que "Argentina colabora para hacer más vivible" el país caribeño. Por su parte, Gilberto Alegre (Frente Renovador) sostuvo: "no podemos no acompañar este proyecto porque lo que está en juego también es nuestro respeto como Nación y con los compromisos asumidos", destacando que la presencia argentina en Haití es "para ayuda humanitaria".
El prontuario de la Minustah en Haití incluye la represión violenta y sistemática a las movilizaciones de trabajadores y sectores populares, persecución, encarcelamiento y asesinatos de dirigentes de la oposición, violación de mujeres y niños, y la introducción de la epidemia del cólera por la que han muerto más de 8.000 personas y afectado a 700.000. Según denuncia la Plataforma de Organizaciones Haitianas para los Derechos Humanos (POHD): “la presencia de la MINUSTAH supone una de las principales violaciones de derechos humanos en nuestro país. Atenta contra el artículo primero del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, ya que constituye un ataque a la soberanía nacional y una violación del derecho de autodeterminación del pueblo haitiano”. El organismo denuncia que: “Entre febrero de 2004 y 2011 la MINUSTAH ha realizado muchas operaciones en ciertos barrios populares de la capital haitiana, sobre todo en Cité Solei, Bel -air y Martissant. Estas operaciones han ocasionado múltiples casos de violaciones [de los derechos humanos] sobre la población civil, incluyendo muertos, heridos, destrucción de bienes privados, malos tratos, etc.”.
La ocupación ha servido para blindar el avance de las empresas estadounidenses, francesas, canadienses y brasileras sobre los recursos estratégicos de Haití. Brasil se ha beneficiado de su papel de comando de las fuerzas adjudicándose casi la totalidad de las obras de infraestructura financiadas por organismos internacionales. Por su lado, empresas mineras canadienses y norteamericanas explotan 18 minas, la mayoría de ellas de oro, estando eximidas de impuestos y de respetar la legislación local. Mientras las multinacionales desalojan a los campesinos de sus tierras pueden servirse de 10 millones de haitianos como mano de obra barata a dos dólares diarios para ser explotados en las maquiladoras de la industria textil, del calzado y la electrónica.
La campaña por el retiro de las tropas argentinas cuenta con destacadas figuras como el premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y es uno de los puntos que levanta la plataforma del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. El repudio en Haití a la presencia de tropas es generalizado y según las encuestas cerca del 90% de la población exige su retirada.
El gobierno kirchnerista que por estos días ha hecho de la consigna “patria o buitres” una bandera, en Haití demuestra nuevamente estar del lado de los gobiernos y las empresas imperialistas.

Fuente:  http://www.laizquierdadiario.com/Que-es-la-MINUSTAH

“Nos comprometemos a luchar siempre y combatir todas las formas de violencia, discriminación y opresión contras las trabajadoras y trabajadores del mundo. Seguir el legado de nuestro comandante en jefe Fidel Castro Ruz en construir una América Latina Socialista Libre”.


Venezuela: Declaración final del 
XV campamento latinoamericano de 
la juventud CLOC-VC
30 de noviembre de 2016

 

 “Revolución es sentido del momento histórico, es cambiar todo lo que deba ser cambiado” (Fidel Castro Ruz)
En marco de la pérdida física muy dolorosa para la juventud revolucionaria, de nuestro comandante en jefe Fidel Castro Ruz en la noche del día 25 de noviembre la juventud de américa latina y caribe con la presencia de 250 jóvenes de 16 países y 47 organizaciones estuvo reunida en su XV Campamento Latinoamericano y Caribeño de la Juventud Campesina, de la CLOC- VC en la ciudad Vacacional Los Caracas, situada en el estado Vargas de Venezuela, los días 25 al 27 de noviembre del año 2016. En la tierra de Bolívar y Chavez, estuvimos debatiendo la expropiación del capitalismo y cómo afecta la juventud trabajadora, tanto en el campo y en la ciudad y también estuvimos compartiendo las experiencias y las formas organizativas que la juventud ha construido en sus países.
La juventud revolucionaria está conciente del avance del capital en nuestra América Latina y cómo la ofensiva del capital se apodera de nuestra juventud con los instrumentos de dominación a través del consumismo y de la comunicación. En la actualidad esa expropiación se coloca de forma mucho más violenta. Estamos viviendo un proceso de pérdida de los derechos, históricamente conquistados y de la ofensiva contra todos los movimientos sociales que luchan. La crisis mundial que vive el capitalismo en la actualidad, afecta directamente nuestras economías. Tenemos vigente un proceso de golpes y retomas de territorio en toda la América Latina, por el capital internacional, con eso un avance del agro-negocio en el campo, la privatización de la tierra, las aguas, semilla y toda la naturaleza.
A partir de ese escenario, se apuntan los principales desafíos y tareas de la juventud:
Seguir construyendo el internacionalismo y la solidaridad de la juventud con los pueblos trabajadores del mundo;
Seguir fortaleciendo la articulación y luchas unitarias de la juventud en el campo y la ciudad, con una estrategia que sea eficaz;
Creación de una estrategia metodológica para atraer la juventud de nuestros países para la lucha;
Seguir impulsando la campaña contra la violencia del capital hacia la juventud que incluye la militarización, la opresión contra la diversidad de género, el exterminio de la juventud, entre otras violencias;
Seguir construyendo el debate del feminismo campesino popular como eje transversal en nuestras bases, con nuestra militancia y en todas nuestras organizaciones;
Reafirmamos la agroecología como alternativa al agro-negocio y su construcción como bandera prioritaria de lucha de la juventud;
Seguir impulsando la formación política e ideológica en los procesos de lucha en la juventud;
Denunciamos a los medios de comunicación que buscan la alineación de la juventud y nos comprometemos a construir medios de comunicación alternativos y populares que tenga como objetivo el análisis crítico.
Reafirmamos el 8 de octubre como Día Internacional de la Lucha de la Juventud, en honor a nuestro líder revolucionario Ernesto Guevara de la Serna, El Che;
Reafirmamos el día 25 de noviembre como Día de lucha contra toda la forma de violencia contra la mujer, una bandera de lucha prioritaria de la juventud;
Nos solidarizamos y denunciamos:
Repudiamos la persecución e la criminalización de la lucha social que se da en países como: Paraguay, Guatemala, Argentina, Panamá y demás países de nuestra América Latina. Además nos solidarizamos con el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST- Brasil) que ha sufrido los ataques violentos de la policía y la burguesía brasileña, que ha sufrido persecuciones, prisión y asesinatos contra sus militantes. Con todas y todos los presos políticos que están encancerados por luchar por las reivindicaciones de los pueblos. Exigimos a liberación inmediata. Luchar no es un crimen!
Nos solidarizamos con los 10000 campesinos y campesinas judicializados de Honduras y repudiamos los asesinatos que se han generado contra dirigentes de movimiento sociales;
Nos solidarizamos con los movimientos sociales y populares de Colombia que hoy tienen la esperanza de construir la paz y el fin de la guerra. Repudiamos los hechos de asesinatos a dirigentes campesinos y urbanos.
Nos solidarizamos con el pueblo venezolano y la Revolución Bolivariana, frente a las ofensivas del imperio norte-americano y la burguesía venezolana, que busca la inestabilidad económica del país, implementando a travéz de la política golpista que se ha llevado a cabo en nuestra américa latina. ¡Chavez vive y la lucha sigue!
Exigimos la salida inmediata de la Minustah de Haití, que desde 2012 está militarizada en su territorio;
Repudiamos el bloqueo impuesto por lo imperio norte-americano contra Cuba y su Revolución;
Nos comprometemos a luchar siempre y combatir todas las formas de violencia, discriminación y opresión contras las trabajadoras y trabajadores del mundo. Seguir el legado de nuestro comandante en jefe Fidel Castro Ruz en construir una América Latina Socialista Libre;
Fidel Castro Ruz: Presente, hoy y siempre!!!
Caracas, Venezuela 27 de noviembre del año de 2016

Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Venezuela_Declaracion_final_del_XV_campamento_latinoamericano_de_la_juventud_CLOC-VC

Solidaricémonos con:"garantizar el libre flujo e intercambio de semillas ancestrales y campesinas; proteger las semillas ancestrales; cumplir el mandato constitucional para que Ecuador sea libre de cultivos de semillas transgénicos; y, fomentar la investigación y formación sobre saberes ancestrales. Sobre este tema, la asambleísta, María Augusta Calle, pidió que las organizaciones realicenuna vigilancia permanente".

Ecuador: Las organizaciones presentarán sus observaciones al proyecto de Ley de Semillas
30 de noviembre de 2016

 

La Asamblea informó que hoy el Frente Parlamentario Ecuador sin Hambre y la Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria del Ecuador (Copisa) presentarán propuestas para el debate del proyecto de Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento Agroecológico.
La semana pasada José Buñay, presidente de la Copisa, dijo que en el proyecto se debe reconocer las semillas ancestrales como patrimonio de pueblos al servicio de la humanidad; promover e incentivar la agricultura orgánica y la agroecología; fomentar el uso de semillas ancestrales y campesinas en defensa de la soberanía alimentaria y nutricional; garantizar el libre flujo e intercambio de semillas ancestrales y campesinas; proteger las semillas ancestrales; cumplir el mandato constitucional para que Ecuador sea libre de cultivos de semillas transgénicos; y, fomentar la investigación y formación sobre saberes ancestrales.
Sobre este tema, la asambleísta, María Augusta Calle, pidió que las organizaciones realicen una vigilancia permanente no solo en esta norma, sino en todas las que se aprueban en la Asamblea.

Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Ecuador_Las_organizaciones_presentaran_sus_observaciones_al_proyecto_de_Ley_de_Semillas

Pensemos en cómo el poder concentrado del en oligopolios imperialistas amenaza a la humanidad entera y a la vida planetaria.

Transgénicos 2.0: hora de parar

29 de noviembre de 2016

Por Silvia Ribeiro* (La Jornada)
"La biología sintética abarca una serie de nuevas biotecnologías para la construcción artificial de secuencias genéticas, la alteración del metabolismo de microorganismos para hacerlos producir sustancias como principios activos farmacéuticos o cosméticos y hasta la construcción de organismos vivos completamente sintéticos, que el CBD llama organismos sintéticamente modificados (OSM). Conlleva nuevos impactos ambientales, a la salud y socio-económicos."

Cuando el Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas (CDB) instale su conferencia global (COP 13) del 4 al 17 de diciembre en Cancún, con delegados de 194 países, tendrá en su mesa una serie de temas de enorme relevancia, algunos muy polémicos y muchos que reclaman atención urgente. (aquí) Un punto que reúne todas esas condiciones es la biología sintética y, dentro de ella, los llamados impulsores genéticos: nuevas formas de ingeniería genética para manipular especies silvestres, que podrían eliminar o afectar seriamente poblaciones enteras, con impactos transfronterizos e impredecibles en los ecosistemas. (aquí)
Monsanto, DuPont y muchas otras trasnacionales agrícolas, farmacéuticas y de energía tienen gran interés e inversiones en esto. En el caso de Monsanto, los dueños de la patente de la tecnología base (CRISPR-Cas9) le hicieron firmar que no la usará para desarrollar impulsores genéticos, por los altos riesgo que implican. (aquí)
La biología sintética abarca una serie de nuevas biotecnologías para la construcción artificial de secuencias genéticas, la alteración del metabolismo de microorganismos para hacerlos producir sustancias como principios activos farmacéuticos o cosméticos y hasta la construcción de organismos vivos completamente sintéticos, que el CBD llama organismos sintéticamente modificados (OSM). Conlleva nuevos impactos ambientales, a la salud y socio-económicos, ya que la mayoría de las sustancias que se busca sustituir con biología sintética –como vainilla, azafrán, vetiver, patchouli, aceite de coco, stevia, artemisina– son producidas por comunidades campesinas e indígenas en países del Sur. La industria de la biología sintética amenaza sus pequeñas fuentes de ingreso que les permiten sobrevivir y seguir cuidando la biodiversidad de campos y bosques. La industria presenta sus sustancias, que son excretadas por microbios manipulados, alimentados en tanques con azúcares transgénicas y de trabajo semi-esclavo, como naturales. Los consumidores no tienen idea de qué se trata, pero al etiquetar naturales las industrias obtienen mejor precio y de paso compiten, no con las versiones sintéticas baratas de fragancias y saborizantes, sino con las verdaderamente naturales producidas por campesinos.
El CBD alberga el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad (que regula movimientos transfronterizos de transgénicos) y el Protocolo de Nagoya sobre acceso a recursos genéticos y participación en los beneficios derivados de su uso. Ambos protocolos deben revisar sus normas, porque la biología sintética plantea impactos y temas no previstos. Por ejemplo, que con biología sintética se reproduzcan secuencias de plantas u otros organismos, cuya información genética se bajó de Internet, sin pasar por ninguna autorización de acceso. Además, el Convenio en totalidad debe pronunciarse sobre los impactos socio-económicos y sobre cómo seguir considerando el tema de la biología sintética, incluyendo la papa caliente de los impulsores genéticos, con altos riesgos e intencionalmente diseñados para tener alcances transfronterizos y globales.
Los impulsores construidos con ingeniería genética (gene drives por su nombre en inglés) son tan nuevos, que no existían cuando el CDB sostuvo su conferencia anterior en 2012. Se trata de una forma de engañar a las leyes de la herencia de las especies de cruzamiento sexual, sean plantas, insectos, animales o humanos. Normalmente, cada progenitor trasmite 50 por ciento de la información genética a su descendencia. Con impulsores genéticos, la meta es que el gen transgénico pase a 100 por ciento de la progenie, y que se distribuya mucho más rápido a toda la población.
La idea de asegurar que toda la herencia de un organismo mantenga una alteración genética existía desde antes, pero sólo con CRISPR-Cas9 se pudo hacer realidad. Se conocen pocos experimentos en laboratorio, con mosquitos, moscas y ratones, de dos equipos de investigadores de Estados Unidos. Kevin Esvelt, uno de los científicos que crearon los impulsores genéticos, ha advertido repetidamente que no se deben liberar al medio ambiente, porque su impacto intencional o accidental puede ser catastrófico. Incluso para investigación, no existen instalaciones ni protocolos adecuados, ya que cualquier liberación accidental podría comportarse, en palabras de otro de sus inventores, como una reacción mutagénica en cadena.
La tecnología CRISPR-Cas9 es como un GPS con un par de tijeras. El GPS está diseñado para encontrar una secuencia genética y las tijeras (Cas9) para cortarla. Pero esas tijeras siguen activas en el organismo, por eso cuando se cruzan, cortan la información del otro progenitor y la sustituyen con la manipulada. Si se diseña para eliminar los genes que determinan el sexo femenino (es la intención en la mayoría de experimentos conocidos), quedarían sólo machos y la especie podría extinguirse. Esto no tiene en cuenta la complejidad dinámica de la naturaleza y las especies y puede ser que no funcionen como prevén las empresas. Pero sin duda causarán, como mínimo, graves problemas de desarreglos genéticos en poblaciones. ¿Se puede dejar una tecnología tan poderosa en manos de Monsanto y afines? ¿Quién puede tomar la decisión de eliminar –o intentar hacerlo– una especie entera? Por ejemplo, para Monsanto, el amaranto es una plaga. El tema es tan grave que está incluso en la agenda de la Convención sobre Armas Biológicas. Ahora está en manos del CBD asumir el principio de precaución que está en su constitución y evitar que esta tecnología se pueda liberar. Más información sobre éste y otros temas durante la COP 13: www.etcgroup.org
*Investigadora del Grupo ETC

La Jornada Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Transgenicos_2.0_hora_de_parar

martes, 29 de noviembre de 2016

“No nos perdonan estos enanos es ser capaces de pensar y actuar independientemente, al apartarnos de los clisés de los manuales, lo que no nos perdonan es la fe en la capacidad de nuestro pueblo para seguir su camino, la decisión de dar nuestro aporte a la causa revolucionaria.” Y añadía: “Nadie puede endilgarnos el calificativo de satélites y por eso se nos respeta en el mundo. Y ésta nuestra práctica revolucionaria, es una actuación conforme al marxismo—leninismo, a la esencia del marxismo-leninismo”, una esencia que concretamente deriva de la acción y la reflexión del pensar y el hacer revolucionario en el acá y el ahora y no en el antes y el allá. Si la situación crítica del mundo y de sus alternativas ha sembrado la desesperanza, hay grandes experiencias para la organización de la libertad, de la vida y el trabajo en otro mundo posible y necesario. Entre ellas destaca la Cuba marxista y martiana”.

Lecciones de Fidel
29 de noviembre de 2016
Por Pablo González Casanova (Alainet)
Realizar el sueño de Martí anunciando que venía “una revolución nueva” fue un decir y hacer del Manifiesto del Moncada y del proceso revolucionario cubano. Desde entonces las expresiones personales o colectivas de Fidel y sus compañeros del 26 de Julio, y, después, del nuevo Partido Comunista Cubano, lograron una identidad entre la palabra y el acto que es necesario entender, pues si no, no se entiende nada.
La realidad es más rica que la palabra, y ya enriquecida, ésta vuelve a enriquecerse con lo nuevo que deja ver el pensarla y hacerla. Así, en la expresión del párrafo anterior se trae a la memoria un sueño, el de José Martí, quien será realmente considerado como “autor intelectual de la revolución cubana”.

Es un sueño del pasado, pero es un sueño que anunció una revolución nueva en la que, con otros héroes e intelectuales cubanos, tendrían también fuerte presencia Marx y Lenin, y en que al socialismo de estado, encabezado entonces por la URSS, la República Popular China y múltiples movimientos de liberación nacional, Fidel y la Revolución Cubana añadirían objetivos y valores fundamentales –martianos-, en los que no sólo destaca la moral como reflexión ética sino como moral de lucha, como arma contra la corrupción, como meta para la cooperación, la solidaridad, y la mente. Esos sueños, renovados una y otra vez, buscaron y buscan superar, en todo lo que se puede, el “individualismo”, el “consumismo”, el “sectarismo” y la “codicia”, enemigos jurados de los oprimidos y explotados de la Tierra.

En algo no menos importante se diferenció la Revolución Cubana, y es que en su paso por el socialismo de estado, siempre se empeñó en lograr que sucediera a la insurrección y a la guerra de todo el pueblo un socialismo de estado de todo el pueblo. Ese objetivo planteó varios problemas ineludibles, entre ellos, la necesidad de combinar las organizaciones jerárquicas centralizadas y las descentralizadas, con las autónomas y horizontales, en que las comunidades del pueblo ejercieran una democracia directa y otra indirecta nombrando a candidatos que sin propaganda alguna merecieran la confianza de quienes los conocían.
Allí no quedó el empeño. Como reto para realizarlo se planteó, ante la opresión y la enajenación, la necesidad de animar los sentimientos, la voluntad y la mente de los insumisos, para que hicieran suyo el nuevo arte de luchar y gobernar. Al mismo tiempo las propias vanguardias buscaron liberarse de los conceptos dogmáticos que sujetaban al pensamiento crítico y creador.
de dos o más partidos entre los que elegir”, un “modelo” que originalmente sirvió a aristocracias y burguesías, para compartir el poder, el Partido Comunista Cubano tampoco siguió los modelos de la URSS y China. A impulsos del Movimiento del 26 de Julio, que a raíz de su triunfo decidió disolverse, al Partido Comunista Cubano le fue asignado el objetivo de asegurar y defender la Revolución de todo el pueblo, con la participación y organización de sus trabajadores, campesinos, técnicos, profesionales, estudiantes y en general con la juventud rebelde.

La lógica de organizar el poder del pueblo estuvo muy vinculada con la de hacer fracasar cualquier intento de golpe de estado, invasión o asedio, lo que se probaría a lo largo de más de medio siglo, frente a las reiteradas incursiones del imperialismo y frente al criminal bloqueo que habría hecho caer a cualquier gobierno que no contara con la inmensa mayoría del pueblo organizado.

Si en la invasión de Playa Girón y a lo largo de su desarrollo Cuba contó con el apoyo de la URSS y del campo socialista, ni la estabilidad de su gobierno ni las reformas y políticas revolucionarias que logró emprender se habrían realizado si el gobierno de todo el pueblo hubiera sido suplantado por un régimen autoritario, burocrático o populista. El gobierno del pueblo cubano no sólo mostró ser una realidad militar defensiva, sino particularmente eficaz en el impulso a la producción, a los servicios –que en medio de grandes trabas y errores inocultables—logró grandes éxitos, muchos de ellos reconocidos como superiores a los de países “altamente desarrollados”.
A las garantías internas y externas de la democracia de todo el pueblo, de su coordinación y unidad necesarias, se añadió el carácter profundamente pedagógico y dialogal del discurso político, y todo un programa nacional de educación, que iba desde la alfabetización integral –literal, moral, política, militar, cultural, social, económica y empresarial- hasta la educación superior y el “impetuoso desarrollo de la investigación científica”.

Es cierto que en todos esos ámbitos, el movimiento revolucionario enfrentó problemas que no siempre pudo resolver, o resolver bien; pero en medio de los más de 50 años de criminal bloqueo y de incontables asedios por parte del poderoso vecino del Norte, de las corporaciones imperialistas y su complejo militar-empresarial, político y mediático, y tras la restauración del capitalismo en el inmenso campo socialista, Cuba fue y es el único país que mantiene su proyecto socialista de un “mundo moral”, o de “otro mundo posible” como se acostumbra decir, o de “otra organización del trabajo y la vida en el mundo” como dijo el clásico.

Entre las nuevas y viejas contradicciones, Cuba sigue hasta hoy poniendo en alto un socialismo que, con Martí presente, es respetuoso de todos los humanismos laicos y religiosos. Es más, Cuba sigue haciendo suya la lucha contra el poder de los dictadores y contra la opresión y explotación de los trabajadores, sin que por ello haya olvidado la doble lucha, que sus avanzadas propusieron desde el l959: “una rebelión contra las oligarquías y también contra los dogmas revolucionarios”.
Si en tan notables batallas hay contradicciones innegables, no por eso han dejado de oírse, y en parte de atenderse, enérgicas reconvenciones que con frecuencia han hecho Fidel y numerosos dirigentes históricos de la Revolución contra corrupciones, incumplimientos, abusos, que con la economía informal y el mercado negro, han sido y son –hoy más que nunca- el peligro estructural e ideológico más agresivo, que renueva y amplía la cultura de la tranza, del individualismo y el clientelismo, de la corrupción, la cooptación y la colusión.

No es cosa de referirse aquí a todo lo que frente a las incontables ofensivas, nos enseñan Fidel y la Revolución Cubana para la emancipación de los seres humanos y para la organización del trabajo y de la vida en la tierra. Ni es cosa aquí de profundizar en las lecciones que nos da un líder como Fidel que se negó a que se hablara de “castrismo”, y que logró frenar todo culto a la personalidad. Pero si hasta para sus enemigos a menudo resulta imposible acallar el respeto que se ven obligados a tenerle, no son de olvidar tantos y tantos actos de su vida que se inscriben en un reconocimiento necesario.

Este enunciado de algunas lecciones de Fidel que aparecen en sus discursos y no sólo en sus numerosas contribuciones a la Revolución Cubana, quiere ser más bien un ejercicio de pedagogía por el ejemplo, un llamado que preste atención a aquéllos modos de pensar, actuar, construir, luchar y expresarse, que permiten comprender por qué, tras la restauración del capitalismo en el “campo socialista”, con la firmeza de Fidel y del pueblo cubano, sólo la pequeña Isla de Cuba ha logrado mantener la verdadera lucha socialista, que incluye la democracia como gobierno de todo el pueblo, y como reorganización de la vida y el trabajo por una inmensa parte de trabajadores y ciudadanos organizados. Y en esa lucha, que va a las raíces de la condición humana, se cultiva y defiende el respeto a los distintos modos de pensar y creer de laicos y religiosos, con búsqueda permanente de la unidad en medio de la diversidad de insumisos y rebeldes y con una clara postura martiana y marxista.

Precisar –con otros muchos-- los pensamientos compartidos por Fidel y por las masas revolucionarias del pueblo cubano, es adentrarse en una historia particularmente rica de un pueblo en lucha por la emancipación. Fidel, el “Movimiento 26 de Julio” y el pueblo cubano son sucesores de vigorosas proezas rebeldes en las que destaca, la de Maceo, héroe primero de la larga lucha por la independencia y por la libertad, a la que siguió, como gran revolucionario, muerto en batalla, uno de los pensadores más profundos y precisos de la historia universal, como fue José Martí, expresión máxima del liberalismo radical, pues no sólo fue uno de los primeros en descubrir el imperialismo como una combinación del colonialismo y el capital monopólico, sino en descubrir los lazos de los movimientos independentistas de su tiempo con las luchas de los pobres y los proletarios, posición que lo hizo sumarse a los homenajes póstumos a Carlos Marx por haber sido éste, como dijo “un hombre que se puso del lado de los pobres”.
Fidel, y el Movimiento 26 de Julio vienen de esa cepa. En su pensar y luchar los acompaña incluso la inteligencia de aquellos teólogos que destacaron en la Habana de fines del siglo XVIII y principios del XIX, y que son un antecedente de la teología de la liberación… En las conversaciones de Fidel con Frei Betto y en numerosos actos en que el problema religioso se planteó, Fidel dio amplias muestras de un gran respeto al humanismo que se expresa en la religión cristiana y en otras religiones. Ese respeto es hoy más necesario que nunca, pues corresponde a una de las viejas y nuevas formas de la liberación humana, en lucha por el derecho a lo diferente, por la igualdad en la diversidad, ya sea de religiones o de posiciones laicas, o de variaciones de razas y de sexos o de afinidades sexuales, o de edades y nacionalidades. Bien lo dijo Fidel muchas veces: “No somos antiamericanos. Somos antiimperialistas”.

Orientarse en las lecciones de Fidel para entender y actuar en la emancipación humana, contribuye a desentrañar lo que sus palabras tienen de ejemplar y de actos para pensar y actuar en circunstancias similares, captando lo parecido y lo distinto, e incluso el quehacer del “hombre concreto que se es y que se descubre a sí mismo”, como dijo Armando Hart.

Con ese objetivo de comprensión y acción, cabe señalar --a manera de profundizar en el hilo del pensamiento--, lo que las lecciones de Fidel tienen de metas y valores: 1º para la organización, 2º para la estrategia y la táctica, y 3º para el juicio favorable o contrario a la emancipación en que se defienden y renuevan concretamente las verdaderas metas de la lucha.
El discurso político de Fidel ha sido –insistimos y precisamos otra gran tarea-- para que pueblo y trabajadores puedan defender y participar cada vez más, en la organización y marcha de un estado de todo el pueblo. El objetivo de organización se mantuvo y mantiene en más de medio siglo de bloqueo del imperialismo, y se inscribe en una cultura de la confrontación y de una concertación, que sin aferrarse a la lucha abierta, y sin ceder en los principios en “la lucha suave”, parece caracterizar a los procesos revolucionarios de nuestro tiempo. Tanto la práctica de la confrontación como la de la concertación implican medidas de organización de la moral, de la conciencia y de la voluntad colectivas. Suponen también un claro planteamiento de que la concertación puede darse en medio de conflictos y en medio de una lucha de clases que sigue incluso cuando parecen predominar los consensos. La experiencia de Cuba a ese respecto es inmensa, y no sólo en defensa de su propia revolución y por los variados enfrentamientos y acuerdos con Estados Unidos, sino por haber participado en la guerra de Angola contra el ejército del antiguo país colonialista y racista de África del Sur, --el más Poderoso del Continente-, y tras haber ayudado a su derrota, y haber logrado que se sentara en la mesa de negociaciones hasta llegar a un compromiso de paz. Si la historia de la guerra y de la paz en África, con un inmenso destacamento de fuerzas cubanas dirigidas por Fidel desde La Habana, es una de esas formas de la realidad que superan la imaginación, también es otra experiencia, que junto con la resistencia inconcebible a un bloqueo de más de cincuenta años confirma la capacidad de Cuba para actuar en una historia en que como la de Colombia, también combina un proceso revolucionario que alterna confrontaciones y concertaciones. Si semejante posibilidad está y estará llena de incógnitas, nada impide explorar los nuevos terrenos de la guerra y la paz en un mundo cuyo sistema de dominación y acumulación se encuentra en crisis terminal.
-----
Las lecciones Fidel en el juicio de las conductas seguidas son también particularmente creadoras y fecundas en la crítica de aciertos y desaciertos, y no sólo de conductas políticas o morales --con llamados de atención, dictámenes favorables o desfavorables, aprobaciones y reprobaciones, elogios y estímulos, sino, con sus reflexiones sobre las mejores formas de actuar para alcanzar las metas emancipadoras.

En cualquier caso es indispensable tener presente que las lecciones de Fidel, incluso cuando a primera vista suenen a veces como meras formas de hablar, obvias o elementales, encierran a menudo formas de incesante conducta real antes desacostumbrada, antes desentendida y desoída como guía de la acción que se vive, y que sólo aparece con la vinculación de la palabra y el acto. Con esa amalgama se hace la historia.

En aquél discurso que Fidel pronunció la noche del 8 de enero de 1959, a su llegada a la Habana, dijo entre sus primeras palabras: “…la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa…Y sin embargo queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil: quizás en lo adelante todo sea más difícil…” Y a esa afirmación que podía frenar el ilimitado entusiasmo reinante añadió, más como explicación que como excusa: “Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario…” Aclaró lo que entraña no engañar ni engañase. “¿Cómo ganó la guerra el Ejército Rebelde? Diciendo la verdad. ¿Cómo perdió la guerra la tiranía? Engañando a los soldados.” El mensaje era la primera lección del arte revolucionario de gobernar para ganar. No engañar al pueblo ni dejar que el pueblo se engañe con los triunfos. Y tras narrar, como ejemplo, en qué forma, decir la verdad, había servido para el triunfo del ejército rebelde, concluyó: “Y por eso yo quiero empezar –o mejor dicho, seguir—con el mismo sistema, el de decirle al pueblo siempre la verdad.”.

La práctica de la verdad y la práctica de la moral serían los valores y los medios de una lucha revolucionaria, que además organizaría su legítima defensa, frente a las tradicionales ofensivas de “la zanahoria y el garrote”, de la corrupción y la represión permanentemente renovadas y armadas por la oligarquía y el imperio. Tanto la verdad como la moral practicadas serían constitutivas de un proceso que necesariamente tendría que armarse para defenderse.

En aquel discurso en la Plaza de la Revolución en que Fidel empezó a definir cómo sería la democracia en Cuba, y en aquella plaza donde había un inmenso “lleno” de guajiros y de trabajadores de la caña, de las fábricas y de los servicios, Fidel le preguntó al pueblo: “En caso de tener que escoger, ¿qué preferirían? ¿Un voto o un rifle?” Y se oyó un grito gigantesco: “¡Un rifle!” El clamor vehemente y el gozo inmenso de la multitud, determinó la meta y la organización de un ejército y un estado del pueblo y de los trabajadores. De paso expresó la temible dificultad que para los imperialistas presentaría invadir a Cuba…Fue esa una de las primeras clases para aprender a tomar decisiones. Planteó, además, uno de los más difíciles problemas a resolver: el de la lucha política y armada de todo el pueblo, y el de la construcción de un estado de todo el pueblo, con mediaciones que de por sí eran distintas a las mediaciones de los estados de corporaciones y complejos, pero que requerían combinar a la vez los conocimientos especializados que se trasmiten en institutos y universidades con el saber de los pueblos. Lograr una decisión acorde con el proyecto del estado del pueblo, y lograrla con el saber del pueblo y con el uso óptimo de los conocimientos técnicos y científicos más avanzados sería a lo largo de toda la historia cubana, una de las principales tareas de toda la población militante y trabajadora con sus distintas especialidades y conocimientos. En ella el aprender a aprender fue y es una experiencia muy rica para cada uno y todos los participantes. En ella también destaca la organización de un estado y un sistema político que para ser de todo el pueblo y para ser a la vez eficaz en la defensa, en la producción, en la distribución, en el intercambio, en los servicios tiene que plantearse constantemente el problema de la libertad y la disciplina sin que una avasalle a la otra ni disminuya su respectivo peso en las argumentaciones y las decisiones. A ese objetivo –que necesariamente debe vencer muchas contradicciones-- se añaden combinaciones de estructuras y comportamientos que tradicionalmente se plantearon como opuestos. Para funcionar en el interior de la Isla y en sus relaciones internacionales, el estado del pueblo revela una necesidad ineludible el combinar las organizaciones coordinadas con las jerárquicas centralizadas y descentralizadas; el combinar la democracia directa con la democracia representativa, de donde deriva el problema del Estado de todo el pueblo y del Partido Comunista de la Revolución Nueva, Martiana y Marxista, con militantes cuyos méritos comprobados puedan ser confirmados una y otra vez y cuya misión consiste en lograr el mejor funcionamiento y coordinación de las fuerzas y empresas estatales, y en la defensa e impulso de una revolución democrática y socialista, de veras nueva por sus prácticas y principios, por su moral comprobada en la conducta, y por “su hablar a la conciencia del hombre, al honor del hombre, a la vergüenza del hombre…”
Las contradicciones que en el proceso necesariamente aparecen corresponden por un lado a las de una “clase subordinada” –como diría Gramsci-; pero subordinada al Poder del Pueblo y no al de las corporaciones, y en que al motor moral e ideológico de exigencias ejemplares en sus miembros, se añaden los oídos y los ojos del propio pueblo, organizado desde las asambleas locales hasta la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Si en todo este proceso, la moral de lucha y cooperación es fundamental, precisamente lo es porque se trata de hacer una “revolución nueva” como dijo el Manifiesto del Moncada, cuyo propósito vital consiste en “realizar el sueño irrealizado de Martí”, y en la que “…lo decente y lo moral es raíz fuerte y poderosa de lo revolucionario recordando que la base de la moral está en la verdad” como también señaló Fidel en su lección sobre la vanguardia. “La vanguardia – sostuvo—trasmite con su acción y su pensamiento, la teoría, la ideología revolucionaria que viene de un marxismo no sólo aprendido de los libros sino de las experiencias propias en la vida”. Y en relación al conocimiento, desde los inicios de la Revolución, Fidel precisó que como parte esencial, el método del saber y el hacer se apoya en el saber anterior del pueblo y en el que adquiere en el curso de la lucha, como había dicho el “Ché”.

Es cierto que al destacar palabras y actos a los que ninguna revolución había dado semejante peso ni en sus teorías, ni en sus ideologías, ni en su práctica, es necesario añadir dos comentarios más que de ellas derivan: uno es que representan no sólo a la nueva revolución que se inicia en Cuba, sino a la que debe plantearse en el mundo entero –con el pensar y el hacer de la inmensa variedad de pueblos, naciones y condiciones en la lucha de clases.
Dominar totalmente la actual desesperanza que deriva del fracaso de reformas y revoluciones que dieron al traste con la moral como filosofía vital y como práctica colectiva e individual, es sin duda el camino que habrá de seguir la Humanidad para salir de esa terrible desesperanza que señaló recientemente Noam Chomsky en palabras precisas.

Superar la desesperanza es la nueva batalla y en ella Fidel con Cuba tienen otra gran experiencia que ofrecer a la Humanidad. A partir de movimientos como el de Cuba, y tomando en cuenta el estado actual de las luchas, de las organizaciones y de la conciencia rebelde, como en el llamado del Moncada, se ha vuelto necesario plantear en el mundo entero una Revolución realmente nueva. Y si en Cuba encontramos logros increíbles alcanzados en la lucha por una independencia, un socialismo, una democracia y una libertad de veras, y vemos que en ella hay aún serias limitaciones a superar, en ella encontramos también lo más avanzado que en la organización del trabajo y la vida ha alcanzado la Humanidad. Cualquier intento por salir de la desesperanza necesitará más pronto de lo que nos imaginamos tomar en cuenta las aportaciones de Cuba para la organización de otro mundo posible Y al hacerlo encontrará confirmada la aportación de Cuba a una nueva revolución democrática y socialista, leyendo la sentencia que se dictó contra los intentos conspirativos de un grupo que bajo los auspicios de la URSS pretendió organizar un Estado y un Partido como los que –en su largo ocaso—la URSS implantó en los países satélites y en su propia tierra.

Abordar el problema en relación al debate que se da sobre la democracia directa y la representativa, y de la Revolución social en que los pueblos se organicen en formas puramente horizontales, es fundamental para advertir el sentido que Fidel ha dado a una y otra posición en el curso de sus palabras y sus juicios.
Entre los problemas que plantea la alternativa uno es el que se refiere a las limitaciones y contradicciones internas de los propios partidos y organizaciones comunistas, socialistas, populares y de liberación nacional o regional. Es cierto que el control de los gobiernos por los pueblos es la solución fundamental pero que su organización debe hacerse, a sabiendas –entre otras fuentes—de lo que le dijo Fidel en Chile a una inmensa multitud, cada vez más presionada por los agentes provocadores de la CIA, por los “maoístas”, ya infiltrados de arriba abajo, y por organizaciones supuestamente más radicales que la Unidad Popular encabezada por el Presidente Allende. Cuando Fidel, tras un emocionante discurso en la Plaza Municipal de Santiago, ya tenía ganada a la multitud y levantando la mano y la voz le preguntó animoso: “¿Ustedes creen que el pueblo se equivoca?” y el pueblo le contestó con un clamoroso ¡NOOOOOO! Fidel le contestó a toda voz, como si estuviera conversando: “Pues fíjense que sí”. A lo que sucedió una inmensa risa solidaria contra los provocadores del golpe, y en apoyo a Fidel y la Unidad Popular.
Tiene razón Marta Harnecker cuando en su América Latina y el socialismo del siglo XXI a diferencia de lo ocurrido en el XX afirma que “debe ser la propia gente la que defina y fije las prioridades”, la que controle eficiencia y honestidad de un trabajo “no alienado” y de cualquier vicio burocrático, administrativista, centralista y autoritario. Ella misma hace ver que no estamos contra la democracia representativa sino contra la que no es representativa de los trabajadores y las comunidades. Marta Harnecker recuerda que Marx plantea que hay que descentralizar todo lo que se pueda descentralizar, y sostiene con razón que el estado que tiene fines sociales lejos de debilitarse se fortalece con la descentralización. Hoy, en México, el zapatismo por su lado ha realizado el máximo empeño para que los pueblos y comunidades aprendan a gobernar y para que el estado del pueblo se integre de tal modo al pueblo que ya no se pueda hablar del estado sin referirse al pueblo, y a las comunidades, no sólo organizadas en formas coordinadas y jerárquicas, sino en redes de resistencia, cooperación y “compartición”, que dominen las artes y las ciencias así como el saber popular, y que a la cultura general del aprender a aprender y a informarse añadan conocimientos especializados, que puedan cambiar si lo quieren a lo largo de la vida. Por su parte ese gran pensador que fue el comandante bolivariano Hugo Chávez hizo particular énfasis en que “sin la participación de fuerzas locales, sin una organización de las fuerzas desde abajo, de los campesinos y los trabajadores por ellos mismos, es imposible el construir una nueva vida”. La Venezuela del Presidente Nicolás Maduro hizo realidad ese objetivo, al organizar sus fuerzas desde abajo, dispuestas a dar la vida para defender su independencia, su libertad y su proyecto socialista…Por eso precisamente la oligarquía y el Pentágono, no pudieron realizar el “golpe blando” que tanto prepararon en todos los terrenos contra el pequeño pueblo del Caribe, rico en petróleo…
En el párrafo citado, Chávez recuerda que el proyecto del control del poder por las comunidades, fue el de los soviets con que Lenin quiso estructurar el estado de los trabajadores y las comunidades de la Unión Soviética, y añadió con razón que con el tiempo, la URSS “se convirtió en una república soviética sólo de nombre” y, ahora, hasta el nombre se ha quitado.
Si tras esta exploración del cuerpo político y revolucionario del siglo XXI volvemos a las lecciones de Fidel, recordamos aquélla, entre muchas, más con que queremos dar término a este breve recuento. En el juicio a Escalante y a propósito de las intromisiones de la Unión Soviética -que en tantos otros casos apoyó a Cuba, pero que no por su solidaridad tenía derecho alguno de patrono-, el pensamiento de Fidel, del Fiscal, del Partido, y de Cuba Revolucionaria precisó claramente lo que la Revolución en esa Isla es dentro de la historia universal y por lo que puede contribuir tanto --con sus experiencias—a la historia universal.
Con el juicio a Escalante y su grupo se derrotó deliberadamente la intención de hacer de Cuba un satélite de la URSS. La sentencia del Fiscal expresó todas las lecciones de Fidel al rechazar las falsas acusaciones de Escalante y su “grupo de conspiradores” que se habían vuelto agentes de la Gran Potencia. El Fiscal, en su sentencia, negó terminantemente la falsa acusación de los conjurados contra el gobierno cubano de que estaba persiguiendo a los miembros del antiguo Partido Comunista, antes llamado Partido Socialista Popular, y afirmó que no sólo gozaban éstos de todo respeto sino que se les consideraba como miembros activos de la Revolución. El Fiscal denunció calumnias miserables, como que había un frente antisoviético y tachó de serviles a quienes lanzaban tales infundios. Y lo más importante, se expresó en un párrafo en que se advierte que las lecciones de Fidel ya se habían vuelto lecciones de colectividades, Ese párrafo decía “Lo que no nos perdonan estos enanos es ser capaces de pensar y actuar independientemente, al apartarnos de los clisés de los manuales, lo que no nos perdonan es la fe en la capacidad de nuestro pueblo para seguir su camino, la decisión de dar nuestro aporte a la causa revolucionaria.” Y añadía: “Nadie puede endilgarnos el calificativo de satélites y por eso se nos respeta en el mundo. Y ésta nuestra práctica revolucionaria, es una actuación conforme al marxismo—leninismo, a la esencia del marxismo-leninismo”, una esencia que concretamente deriva de la acción y la reflexión del pensar y el hacer revolucionario en el acá y el ahora y no en el antes y el allá.
Si la situación crítica del mundo y de sus alternativas ha sembrado la desesperanza, hay grandes experiencias para la organización de la libertad, de la vida y el trabajo en otro mundo posible y necesario. Entre ellas destaca la Cuba marxista y martiana.
Podríamos detenernos en muchas otras lecciones fundacionales, precisarlas y ampliarlas, pero en la imposibilidad de incluir su inmenso número y de analizar con detalle las formas de actuar a que las lecciones conducen, voy a destacar algunas más, relacionadas con las motivaciones y acciones conducentes al logro de las metas revolucionarias.
Fidel –en sus reflexiones y acciones- plantea una lucha, una construcción y, una guerra integral que incluye los problemas empresariales, militares, políticos, ideológicos y culturales, así como los de la comunicación y la información. Aquí las lecciones adquieren un carácter de tal modo colectivo que sólo se pueden expresar como obra de la Revolución y de las crecientes avanzadas de un pueblo que venía del “Estado del Mercado Colonial” y del “Complejo empresarial-militar-político y mediático” y que así como lo dejaron, con la cultura que lo dejaron, con la moral que en a muchos de sus miembros enajenados dejaron --a muchos de sus miembros enajenados--, con el analfabetismo integral que a tantos de ellos la opresión les impuso, y, eso sí y también con numerosísimos contingentes de admirable resistencia moral, intelectual y colectiva, que entre todas esas desigualdades, frenos y también virtudes innegables, inició la marcha de la emancipación y aprendió, con las juventudes revolucionarias, a aprender mucho de lo que su memoria y saber ignoraban, y que él y las juventudes fueron haciendo suyo.
La construcción del nuevo poder se inició al mismo tiempo en el estado, en el sistema político, en la sociedad, en la defensa integral, en la cultura y la economía, en la información y la comunicación, el arte y la fiesta. Adentrarse en ella puede empezar por la construcción y la transición a un estado del poder del pueblo. En ese terreno Ricardo Alarcón de Quesada ha escrito –con toda experiencia- un libro sobre Cuba y su lucha por la democracia. En ese y muchos otros escritos puede verse que al objetivo de la democracia como poder (Kratia) del pueblo (Demos) en un Estado-Nación corresponde necesariamente a una variante historia de la lucha de clases y por la independencia. Entre las variaciones más profundas de esa historia se encuentra el “Período Especial” tras la disolución del bloque socialista, y el que hoy vive Cuba con el paulatino cese del Bloqueo a que la sometió Estados Unidos.
Hoy, más que nunca, la principal defensa del proceso revolucionario cubano consistirá en la atención creciente a la democracia integral, y en ella a la organización permanente del diálogo y la interacción entre sus miembros, como tarea prioritaria. Nuevamente, la democracia de todo el pueblo será el arma más poderosa con que cuente Cuba. ¡Vencerá! ¡Venceremos!
Pablo González Casanova es Ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219731

“Podemos optar por lo vivo y arriesgarnos a luchar contra lo muerto y estancado. En la construcción de la comunidad humana universal nuestros héroes y nuestross anónimos, nuestras tragedias y nuestros silencios, sólo serán fuerza propulsora si logran hacerse a sí mismos testimonio carnal. ¿Cómo hacerlo?”.

 La clase anónima-revolucionaria latinoamericana y Fidel Castro
29 de noviembre de 2016
Por Sergio Palencia (Rebelión)
Lo que Auguste Blanqui representó para los indomables espíritus europeos del siglo XIX, Fidel Castro lo fue para los revolucionarios latinoamericanos del siglo XX. Ambos se forjaron en las luchas callejeras y en conciliábulos estudiantiles, prestos a desencadenar insurrecciones urbanas. Bautizados en el fracaso y elevados a la historia en los triunfos colectivos, estos dos revolucionarios fueron parte de las luchas populares devenidas figuras heroicas. Es de notar: no hay mayor peso para un ser humano que el impuesto por la responsabilidad de asumir una lucha popular. Su trascendencia es su encadenamiento carnal, similar a la cruz del nazareno. De esto poco sabe nuestra época nacida del derrumbamiento de los horizontes de sacrificio y disposición. Por lo menos de sus ideólogos. 
Cuando un hombre o una mujer, en tanto individuos históricos, son elevados a la memoria viva de un pueblo, sus acciones se hacen momentos fundadores de un alma colectiva. Son y no son ellos. Por mucho que sus recuerdos concupiscentes sean expurgados por la memoria estatal como eternos luchadores, incorruptibles y probos, sus debilidades son precisamente las que guardan el fuego de una época. El joven Fidel aprendió esto al reconocerse como parte de la lucha de su pueblo. Fue en José Martí que pudo vislumbrar la poesía de la lucha independentista y antiesclavista del siglo XIX en Cuba. El mismo Martí, el eterno adolescente exiliado, se entrañó a su pueblo al morir en el campo de batalla. La luminosidad de una herida personal solo encuentra su verdad en la oculta herida de un pueblo. En la sintonía de tantos tiempos reside un presente disputado a través de un solo instante. Fidel Castro es parte de una generación que en su especificidad humana y geográfica puede ser denominada latinoamericana, una que en un momento de desgarramiento y opresión optó por la incertidumbre. La batalla del Moncada en 1953 resuena como vibración en las alamedas de Salvador Allende en 1971 o el llamado a la rebeldía de Jacobo Árbenz en 1944. Lo trágico como destino en los golpes contra Árbenz o Allende lo asumió Fidel, para Cuba y Latinoamerica, en la victoria contra el ejército mercenario en la Bahía de Cochinos. Esto, no otro, es lo que representó Cuba para muchos jóvenes de los sesentas y los setentas: la posibilidad desde lo imposible, la restitución del mundo en una sola vida, el sacrificio en pos del desbaratamiento de la dominación y las clases. Frente a ellos no solo estaban los ejércitos entrenados por Estados Unidos y la tortura hecha ciencia, sino la nada que todo traga y devora. Ese lapso, ese resquicio, esa ausencia la hicieron suya miles de latinoamericanas y latinoamericanos para atreverse a engendrar algo nuevo pese a todo. Pienso en la Carta abierta de un escritor a la Junta militar, redactada por Rodolfo Walsh en 1977. En su denuncia pública este periodista argentino hizo de su último escrito un acto de verdad contra la opresión: «he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles»1. 
Un día después murió acribillado por militares, tan parecidos en eso a sus colegas brasileños, mexicanos o salvadoreños. La verdad es insoportable para quienes se hartan de lo robado a los pobres y discriminados del mundo. Lo supieron en carne propia los obispos Oscar Romero o Juan Gerardi. Eso que se movió en Latinoamerica como un enorme anonimato revolucionario se hizo en Cuba horizonte. Castro no murió en las cañadas del Yuro como el Che sino fue parte de la resistencia organizada de un movimiento devenido Estado. Nadie más perspicaz y sutil que René Zavaleta para distinguir que lo que estaba en juego en Cuba era, en el fondo, la autoconsciencia de la posibilidad de emancipación de las clases oprimidas latinoamericanas: «Que la guerra juntara la lucha por la independencia, es decir, por la nación o sociedad que se estaba constituyendo ahí mismo, y a la vez por la liberación de los negros esclavos, es de un gran significado, porque a partir de ello ser cubano debía significar no ser esclavista y no ser esclavo, desde luego. No son entonces los esclavos los que reciben la libertad de los blancos o mestizo independentistas, sino que ellos mismos conquistan su libertad al luchar por la de Cuba.»2 Incluso en la Guatemala surgida de la Contrarrevolución del 54', en las noches se juntaban, a la luz de una candela, jóvenes citadinos para leer las publicaciones cubanas; en las aldeas indígenas algunos sintonizaban la emisora clandestina para escuchar los discursos de Fidel. Sus palabras se movieron por el mundo entero pero con especial fuerza en todos los países latinoamericanos que compartieron los dolores del imperio español, inglés y estadounidense. 
El fuego de Castro hay que rastrearlo pues en la rabia del esclavo azotado, en la marginación de los artesanos y obreros frente a los hacendados oligarcas, en todo aquel lugar donde hubiese necesidad de constituirse en pueblo histórico. Eso temieron los gobernantes, capitalistas, embajadas: la potencia de una perspectiva, el arrojo de un acto ejemplar en el silencio, el sentimiento de dejar de ser parte de una masa informe explotada y, en su lugar, la constitución de pueblos con decisión propia. De este material vivo pocos saben quienes vieron en Castro un general más o en Cuba un estado-partido empobrecido. El reto de toda reflexión social –y más de aquella que aspira a hacerse entrañablemente social– es desgranar la fortaleza y el mito, el hombre como parte de un pueblo y la estatua de la burocracia. Los juicios son necesarios y deberán ser necesariamente críticos en tanto puedan ir a la raíz de la constitución del momento particular de un pueblo en su constelación histórica. Las mediaciones no niegan el paralelo en disputa, más bien, como los lentes de una cámara, solo ajustan su visión y perspectiva. De antemano todo esto fracasará si el peso de la reflexión y el estudio se pone unilateralmente en Fidel como héroe y se desdibuja el movimiento de los millones de anónimos latinoamericanos. Son ellos –somos nosotros– quienes podemos optar por lo vivo y arriesgarnos a luchar contra lo muerto y estancado. En la construcción de la comunidad humana universal nuestros héroes y nuestross anónimos, nuestras tragedias y nuestros silencios, sólo serán fuerza propulsora si logran hacerse a sí mismos testimonio carnal. ¿Cómo hacerlo? José Martí (XLV3) nos llama a palpar lo vivo en las estatuas. Como palabra encarnada, el fruto es un beso y una instigación a la lucha.
Sueño con claustros de mármol
Donde en silencio divino
Los héroes, de pie, reposan:
¡De noche, a la luz del alma,
Hablo con ellos: de noche!
Están en fila: paseo
Entre las filas: las manos
De piedra les beso: abren
Los ojos de piedra: mueven
Los labios de piedra: tiemblan
Las barbas de piedra: empuñan
La espada de piedra: lloran:
¡Vibra la espada en la vaina!
Mudo, les bese la mano
Notas:
1 Walsh, Rodolf. (1972 / 2002). Operación Masacre. Buenos Aires: Ediciones de la Flor, pp. 236
2 Zavaleta, René. (2009). «El Estado en América Latina (1984)» (pp. 321-356) en: La autodeterminación de las masas. Bogotá: Siglo del Hombre Editores y Clacso. Compilador Luis Tapia, pp. 392
3 Martí, José. (1992). «Versos sencillos» (pp. 54-126) en: Obras completas. Volumen 16. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, pp. 365.
Sergio Palencia. Sociólogo guatemalteco. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Fuente:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219729