viernes, 7 de agosto de 2015

"Debemos apostar a fortalecer las actuales y vigentes luchas obreras, con todas nuestras energías, para ampliar el camino de la organización obrera y popular".

A Vencer
Órgano de prensa de Izquierda Revolucionaria

Edición N°5
Agosto 2015
Editorial

Lecciones de clase

Mientras los candidatos de las "corpo" coinciden con sus propuestas antipopulares y se reúnen con la burocracia sindical, los obreros de Cresta Roja y la línea 60 impusieron una agenda distinta. Con su protagonismo y decisión de lucha, demostraron que las políticas de ajuste y represión encontrarán resistencia en la clase trabajadora.

Desde que el FPV cerró filas y dio su aval a Scioli, el ex motonauta arrancó con fuerza su campaña presidencial y está sacando ventajas, convirtiéndose en el favorito para suceder a Cristina Kirchner en el sillón presidencial, aunque no pueda cantar victoria antes de contar los porotos.
El mal paso del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, en donde estuvo a punto de perder las elecciones con Lousteau, golpeó al macrismo, ya debilitado tras su derrota en Santa Fe. Tras el golpe, el "privatista" Mauricio Macri debió desandar sus antiguas declaraciones en pos de la reprivatización de Aerolíneas Argentinas, acercando su discurso al de Massa y su "cambio justo", que postula mantener lo bueno y cambiar lo malo del actual modelo.
Aún así, aunque el massismo intenta hacer leña del árbol caído, está lejos de ser un actor con posibilidades reales de acceder hoy al sillón presidencial. Para los partidos patronales, la disputa sigue estando entre el macrismo, que apuesta a lograr un ballotage con Scioli, y el FPV que intentará sacar la suficiente ventaja para imponerse en primera vuelta. Con esa perspectiva, las distintas fuerzas van a las PASO intentando sentar un precedente para octubre.

Entre pejotas, burócratas y conversos
Fiel a su orientación y antecedentes, Scioli apuesta a ensanchar la base del FPV por derecha. Desde que fue postulado por su partido como candidato presidencial, el gobernador bonaerense reintrodujo la marca de su ola naranja en la campaña, reformuló la consigna kirchnerista de la victoria, ligándola cada vez más a la campaña por mayor seguridad, y profundizó la orientación de "peronizar" el FPV buscando a los peronistas distanciados del kirchnerismo.
Lo hace con la tranquilidad de que el núcleo duro del kirchnerismo, incluyendo a La Cámpora, y a otros sectores como el Movimiento Evita, cerró filas y acompaña sus iniciativas. En esta línea, por intermedio de su esposa Karina Rabolini, incluso Scioli ya estuvo acercando posiciones con viejos gobernadores pegotistas como el mandatario cordobés Juan Manuel de La Sota o el jefe político puntano, Alberto Rodríguez Saá.
Es un movimiento análogo al que está promoviendo entre los dirigentes de las centrales obreras. Así, para acompañar al candidato del FPV, la Mesa Sindical "Scioli Presidente" organizó a fines de julio un cónclave en el que se encontraron los principales referentes de la CGT oficialista de Antonio Caló, junto a otros. Allí, estaban algunos dirigentes del moyanismo como Omar Plaini, Amadeo Genta y Miguel Angel Paniagua. También hombres ligados a la CTA de Hugo Yasky, como el aeronáutico Edgardo Llano y el metrodelegado Néstor Segovia.
A su vez, el jefe de Sanidad, Héctor Daer, envió representantes de su gremio, dejando en evidencia su alejamiento del Frente Renovador. Y si bien no se concretó la presencia de referentes del barrionuevismo, en la reunión previa de mediados de mes, la CGT Azul y Blanca también se había hecho presente por medio de Ricardo Cirielli. Caló se encargó de dejar en claro el espíritu de la jornada: "Hay dirigentes que están acá que son de otras centrales. De la CGT 1, de la CGT 2 o de la CTA. Nadie quiso estar ausente". El pacto se cerró con la promesa de Scioli de seguir beneficio a las cúpulas burocráticas, al afirmar que mantendrá y "fortalecerá" su manejo de las obras sociales.
Con el cierre de filas de las direcciones sindicales burocráticas y del PJ, el sciolismo se prepara para llevar adelante su plan de gobierno en donde deberá dar respuesta a un conjunto de desequilibrios que todo el mundo tiene presentes, pero que no serán abordados hasta cumplida la carrera electoral.

Economía: secretos a voces
Mientras tanto el gobierno sigue garantizando el funcionamiento de la economía, al menos hasta octubre, aunque con dificultades crecientes que seguramente deberá asumir la nueva administración. Como es sabido, el crecimiento económico es muy estrecho y promete agravarse con la devaluación del real y el nuevo recorte de gastos en Brasil, que implican una caída en el volumen de exportaciones argentinas, lo que impacta en la actividad industrial. Eso, en un marco en que se produjo un número significativo de cierre de fábricas (casi 800 en los últimos tres años), según el pataleo de la patronal de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Para mantenerse a flote, el gobierno sigue apostando al consumo, manteniendo bajo el precio del dólar, a costa, cuando les resulta necesario, del crédito externo caro (de China), puesto que las reservas ya han caído demasiado. Todo en un marco de inflación sostenida y altos niveles de emisión monetaria.
Es por eso que Scioli procura no adelantar indicios de los futuros ataques contra el pueblo trabajador, al igual que los otros dos candidatos que le disputan, con menos chances, la carrera presidencial: Macri y Massa.
Sin embargo, algunas de sus definiciones y las de sus asesores económicos ya van prefigurando el panorama de medidas económicas para paliar los déficits del actual modelo y dar una respuesta de acuerdo a los reclamos de los mercados. Entre las medidas más evidentes, se prepara el pago a los fondos buitres, para renovar el ciclo de endeudamiento externo; la baja en las retenciones para productos agrarios como el trigo o el maíz (que ya fue anunciada parcialmente); y un reordenamiento en el precio del dólar que implicará, en la práctica, una devaluación.
No hay que descartar tampoco el posible recorte de subsidios a las tarifas de energía y transporte para enviar una señal de reducción gradual del déficit fiscal. Su trabajo continuo con el ex funcionario del FMI Mario Blejer, con quien Scioli ya se fotografía públicamente, no deja mucho lugar a dudas sobre su perspectiva económica.
En este marco, no hay expectativas de una salida en beneficio de los trabajadores, si no es a partir de la propia fuerza y organización de la clase obrera y el pueblo.

Lecciones de clase
Por esta razón, es tan importante la resistencia que se va forjando por medio de la lucha, de la que son ejemplo los trabajadores de la línea 60 y los de Cresta Roja, así como lo fueron recientemente los trabajadores aceiteros. Son una demostración y un anticipo que las políticas de ajuste y represión que preparan los tres candidatos presidenciales que se disputan el recambio presidencial, encontrarán resistencia en sectores importantes de la clase trabajadora y el pueblo.
Junto a esto, en el marco del escenario electoral abierto, la única variante que beneficia a los trabajadores y trabajadoras es la de fortalecer a la izquierda como opción política que apuntale las luchas, contribuya a su desarrollo y siente las bases de una alternativa política de las y los de abajo.
Las actuales y vigentes luchas obreras son ejemplos de un camino alternativo al del ajuste y la represión que perfilan las opciones patronales. Por esto mismo, debemos apostar a fortalecerlas, con todas nuestras energías, para ampliar el camino de la organización obrera y popular.
Y afirmados en estas posiciones avanzar en la construcción de un proyecto político de profunda transformación social, con unidad y decisión, para que de una vez por todas puedan gobernar los que nunca lo hicieron hasta ahora: los trabajadores y trabajadoras.

Fuente: http://izquierda-revolucionaria.org/articulo/611/lecciones-de-clase

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