viernes, 10 de julio de 2015

Nos duele el fallecimiento de Javier Rodríguez Pardo.

Con profunda tristeza tengo que informar que hace pocos minutos  dejó de existir Javier Rodríguez Pardo, un amigo entrañable, de esos que la vida te regala pocas veces. Un luchador inmenso que seguramente con el tiempo la historia podrá dimensionar. Un Quijote de verdad dispuesto a dar su vida contra cualquier injusticia, un gigante que nos enseñó a luchar. Un imprescindible. Lo quisimos mucho,  nos dio su cariño, amor y respeto.
 Buen viaje amigo, gracias por haberme brindado tu amistad incondicional, tan grande que superó cualquier brecha generacional. No hubo nunca diferencia de edad entre nosotros. Vos dirías seguro “porque vibramos en la misma frecuencia”. Hay tantas cosas que quisiera decir hoy sobre vos, que no sabría por dónde empezar. Aunque sabíamos que no estabas bien te queríamos por acá un rato más, con tu consejo, tu enorme sabiduría, con tu afecto.
Estarás siempre en mi corazón y en el de nuestra familia. Te vamos a extrañar. A su familia, miguelito y sus hermanos, la mamá de Javier, Betty, los abrazamos,  acompañamos  con enorme dolor. Buen viaje compañero.
Pablo Palicio Lada

Recordemos:
Compañeros:
Desde la fundación de la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas), hasta el día de hoy, las asambleas que la integran dispusieron de acciones respondiendo a requerimientos regionales. Fuimos siempre contestatarios de múltiples enfrentamientos obteniendo éxitos y fracasos. Engolosinados con algunas victorias importantes, supimos frenar el voraz extractivismo y saqueo de territorios asolados por las corporaciones transnacionales. En realidad nos hicieron participar de un gran espejismo instalado por los propios adversarios, con el único objeto de hacernos ver la fantasía de tales éxitos. Impusimos leyes, por ejemplo, que jamás se aplicaron. Pues bien creemos que llegó el momento de instalar una nueva relación de fuerzas con base en constantes rebeliones y boicot al productivismo capitalista que consume nuestros bienes comunes. Y debe ser así porque pasamos años discutiendo legislaciones que nunca se ponen en práctica, generalmente recluidas en manos de una supuesta autoridad de aplicación, mandato de las corporaciones. Dicho de otro modo, la ley de protección de glaciares significó un hito triunfal de nuestras luchas, pero inaplicable, a tal punto que se convierte en una herramienta que contribuye aún más al despojo aberrante al que están sometidos los territorios. Ocurre de igual modo con lagos, ríos y costas, imponiéndonos ridículos metrajes desde la marea más alta y distancias igualmente dañinas. Así se legaliza convivir con agro tóxicos que no solo enferman nuestros pulmones sino toda la biosfera a través de la cadena trófica.
Mientras el imperialismo dominante estrecha filas, nosotros hacemos listas de contaminados. Se trata de relevamientos sin fin porque siempre hay nuevos intoxicados. Nuevos focos de polución, actividad para laboratorios confiables. Acuíferos irrepetibles en un planeta sesgado por la corrupción transnacional, convertidos en secos pantanos, en el mejor de los casos.
Las corporaciones estrechan fila, presionan a gobiernos en términos de los Monsanto, de los Barrick Gold y de millones de hectáreas incendiadas que extienden la frontera agro tóxica de semillas que debemos combatir. De tal manera que el enemigo corporativo provoca una gigantesca diáspora territorial, esto es, pobladores que abandonan sus economías regionales y su futuro, y buscan nuevas regiones donde puedan proyectar sus vidas, en realidad, un porvenir incierto.
El caso es que nuestras asambleas debaten consignas de lucha y movilización: en actitud contestataria como siempre. Y aquí radica nuestro error. Pero también pensar, debatir y corregir.
Corregir este funcionamiento se hace imprescindible. Para ello debemos debatir planes y proyectos que contemplen los próximos cinco años de activismo socavando la producción capitalista, boicoteando ganancias y utilidades, formando equipos de militantes mediante talleres, escuelas y universidades, verdaderos cuadros con capacidad suficiente para provocar un rápido cambio de rumbo en esta relación de fuerzas, donde al poder económico se le oponga la imaginación y la sabiduría populares.
Insistimos, debemos crear una respuesta que aísle y haga retroceder a trasnacionales y gobiernos cipayos. Un fuerte debate nacional sobre energía, para qué y para quienes; con propuestas claras que reemplacen el camino perimido, pero lucrativo, en poder de transnacionales que saquean, contaminan y destruyen territorios. Un debate a lo largo y ancho del país, profundizando el espíritu asambleísta, evitando juegos pendulares que propone la democracia representativa.
Participar es lo nuestro, arrancándole los espacios necesarios a un adversario que cuando tambalea produce leyes de garrote y aplica persecuciones con emblemas de antiterrorismo.
Participar, dijimos, es lo nuestro. Nuestros NO deberán tener la fuerza de imponer decisiones populares. Discutir por un metro más o menos, de costa o tolerar extractivismo con determinados volúmenes de agua, es facilitarles la tarea a las transnacionales y a su autoridad de aplicación, porque la realidad está frente a los hechos: hemos firmado y defendido leyes que nunca fueron aplicadas o se regularon a espaldas de los pueblos.
Sumamos y contamos números de intoxicados-la diáspora que ya mencionamos- en todas y cada una de las actividades extractivas. ¿Para qué? , nos preguntamos, si cada vez que concluimos un listado de intoxicados, debemos comenzar con nuevos incorporados, enfermos de Monsanto. Y es porque esto no tiene fin, no hay legislación que lo arregle. Es necesario expulsarlos como hicimos en contados casos con la mega minería metalífera hidroquímica a cielo abierto, cerrándoles la puerta y –si fuera posible- con ellos adentro. Pero estas propuestas, los términos de este papel, requieren de una discusión permanente; creemos que se verán fortalecidas nuestras asambleas y se forjarán otras nuevas donde la circunstancia lo exija. Esta es nuestra ponencia, propuesta o mención, como mejor les parezca.
JAVIER RODRIGUEZ PARDO
http://rodriguezpardo.blogspot.com.ar/

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