miércoles, 24 de junio de 2015

Reflexionamos sobre cómo avanza la desertificación a causa del fracking.

Gasificación de Carbón en la Cuenca Claromecó: Un proyecto viciado de origen
19 de junio de 2015

Por OPSur
El pedido de informes del diputado socialista Ricardo Vago renovó la atención sobre la Cuenca Claromecó. La falta de información oficial respecto a un proyecto de generación de energía a través de la gasificación subterránea de carbón disparó la alerta. Si bien el Gobierno provincial confirmó extraoficialmente que está evaluando la propuesta del grupo australiano Delmo, las dudas sobre los objetivos que persiguen la empresa y las autoridades bonaerenses no han sido despejadas. La posibilidad de que el nuevo proyecto despierte tanto rechazo como el fracking, genera preocupación en despachos oficiales.
A fines de mayo la Legislatura bonaerense aprobó una solicitud de información al Poder Ejecutivo, impulsada por el diputado socialista Ricardo Vago, sobre un proyecto de gasificación subterránea de carbón en la Cuenca Claromecó, en el centro sur de la provincia. Tras la repercusión que el pedido tuvo en medios periodísticos de la provincia, e incluso nacionales, fuentes gubernamentales informaron a la agencia DIB que el permiso de exploración y cateo tramitado por Delmo Argentina / Claromecó Energy no ha sido aprobado sino que aún está siendo analizado por la Dirección Provincial de Minería. En caso de ser aceptado, aseguraron, se iniciará una “etapa de estudio de campo que incluye impacto ambiental y económico” (iEco, 13/06/2015).

“Queremos saber si Delmo Group publica información falsa en su página web para atraer inversores o dice la verdad”, sostuvo Vago, luego que la Legislatura provincial respaldara la solicitud de informes. Planteó también que, en caso de existir el proyecto, se precise cuáles de los quince distritos de la Cuenca Claromecó se verían directamente afectados, si se realizaron estudios de impacto ambiental y de factibilidad técnica y económica, y si tuvieron lugar audiencias públicas. El diputado socialista advirtió además que existen antecedentes negativos respeto a la técnica de gasificación subterránea de carbón, uno de ellos en Queensland, Australia, donde en 2010 se contaminaron las napas de agua (Parlamentario, 28/05/2015 y Nueva Era, 05/06/2015). [+ info sobre impactos ambientales]

El legislador señaló que le sorprende que la Delmo promocione un proyecto de esa magnitud del que no hay información oficial, enfatizando que “no se sabe absolutamente nada”. Vago sostuvo que podría tratarse también de una maniobra especulativa del grupo inversor, aunque advirtió que en general, detrás de los anuncios siempre hay algo cierto. Por su parte el secretario de Gestión Ambiental de Tres Arroyos, Ricardo D’Annunzio, aseguró a la agencia DIB que no tiene información sobre el proyecto y que la solicitó a las autoridades ambientales bonaerenses. En tanto el intendente de Laprida, Alfredo Fischer, también negó conocer la existencia de tal emprendimiento (Nueva Era, 05/06/2015).

Más allá del desconocimiento manifestado por autoridades de los diferentes municipios que componen la cuenca, trascendió que en abril pasado en Tres Arroyos, personas vinculadas a una consultora que impulsa un proyecto de aprovechamiento energético similar en la provincia de Santa Cruz, promovieron una reunión con un reducido grupo de referentes políticos de la Cuenca Claromecó. En ese ámbito no sólo fue presentado el proyecto en términos técnicos, sino que además se conversó sobre la decisión de las autoridades provinciales de manejar el tema con cautela, para evitar repetir el rechazo cosechado por el fracking, especialmente en un año electoral. También se planteó que el gobierno bonaerense evalúa dar participación a los municipios –incluso a través de la creación de una empresa- para garantizar su apoyo.

Por otra parte queda flotando la duda sobre el objetivo del grupo inversor. Al no contar con ningún tipo de experiencia en la materia, una posibilidad es la especulación inmobiliaria: conseguir la concesión del área, hacer estudios de exploración, valorizar el recurso, y luego venderle el proyecto a una empresa más grande. Una estratagema muy extendida en el ámbito petrolero y minero donde suelen participar ex funcionarios públicos y empresarios con buena llegada a ámbitos de decisión nacionales y provinciales.

El grupo argentino australiano asegura que construirá una planta generadora de electricidad con capacidad instalada inicial de 300MW, ampliable a 1.000MW, y afirma que está negociando con las autoridades las condiciones de venta de energía al mercado mayorista. Cabe señalar que la encargada de desarrollar la gasificación subterránea de carbón sería otra empresa australiana, Carbon Energy, que según informa en su sitio web, tiene proyectos en su país de origen, China y Chile. En el caso de la hermana república, se trata del Proyecto Mulpun, ubicado en cercanías de la ciudad de Valdivia.

Todos los caminos conducen a ninguna parte
Delmo desembarcó en el país hace casi una década, dice poseer derechos de exploración sobre 600 mil hectáreas de la provincia de Buenos Aires, información desmentida por el gobierno bonaerense. En su página web, además de promocionar el proyecto que pretende desarrollar en territorio bonaerense, a través de Claromecó Energy S.A., anuncia obras faraónicas como la construcción de una línea ferroviaria que conectaría las provincias de Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa y Neuquén, y permitiría sacar la producción minera por el puerto patagónico de San Antonio Este. También publicita uno de recuperación urbana, en el barrio porteño de Parque Patricios, y además dice tener permiso de cateo sobre 56 mil hectáreas en Salta, para minería de oro y cobre. Extrañamente, salvo algunas referencias aisladas, como en Cronista Comercial -anunciando su llegada al país- o Clarín -sobre un cuestionado proyecto inmobiliario en tierras ferroviarias-, la prensa masiva no se ocupó de este grupo inversor.[1]
Delmo fue fundado en 1979 en Australia por José de la Vega, ciudadano argentino, quien detenta el cargo de director; en tanto Guillermo de la Vega, ciudadano australiano que reside en Argentina, es el representante a nivel sudamericano; y David Barty, el Finance Controller y administrador. “Delmo se especializa en desarrollos de alto perfil que tienen el potencial de cambiar el paisaje urbano, como ser proyectos de gran escala sobre la costa o proyectos de planeamiento residencial. (…) El rol principal de Delmo en estos proyectos incluye: Comprar/asegurar la tierra; Coordinar los aspectos comerciales, de diseño y planeamiento del proyecto; Negociar contratos; Obtener las aprobaciones necesarias de las autoridades pertinentes; Coordinar programas de venta y alquiler; Dialogar con grupos de interés, en particular con residentes locales, autoridades de preservación histórica, etc.”, asegura  (Delmo PTY. Limited, s/d: 24-25). Con respecto a su desembarco en la región y el clima de negocios, en el sitio web corporativo afirman: “Dados los vínculos culturales de la compañía con América del Sur, su amplia red de contactos en el gobierno y el sector privado y el crecimiento potencial de la región, el Grupo Delmo está explorando nuevas oportunidades de inversión con socios locales e internacionales” (Delmo Group b, s/d).[2]
El 24 de julio de 2007 Delmo PTY. LTD. Argentina fue inscripta en la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires, con domicilio en un edificio de la calle Posadas al 1200, en el barrio porteño de Recoleta. Guillermo de la Vega figura como director titular y José de la Vega como director suplente, la firma está habilitada para intervenir en los rubros: constructora e inmobiliaria[3]; representaciones y mandatos[4]; y financiación[5] (Dateas.com, 24/07/2007). En tanto Claromecó Energy S.A., fue creada en diciembre de 2012 y su constitución fue publicada en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires el 25 de enero de 2013; tiene domicilio en La Plata, en un estudio de abogados de la calle 47, a la altura del 900, y su finalidad es la fabricación de gas y distribución de combustibles gaseosos por tuberías (Trade Nosis, s/d), extracción de gas natural y explotación de minas y canteras (Cuit Online, s/d).

Banderitas y globos
Lo anecdótico en torno a la gasificación subterránea de carbón en la provincia de Buenos Aires -y al mismo tiempo preocupante- es que mientras las autoridades municipales y los legisladores bonaerenses aseguran desconocer el proyecto, éste era mencionado en un artículo publicado por una revista de ingeniería de la británica Universidad de Leeds[6]. También es llamativo que mientras en diferentes esferas públicas bonaerenses carecen de información oficial sobre la Cuenca Claromecó: los proyectos de aprovechamiento energético y la técnica que se aplicaría, en un manual digital sobre energía publicado por el Ministerio de Educación de la Nación -dirigido a docentes de nivel medio- se hace referencia a la misma y a la posibilidad de que en un futuro se desarrolle la gasificación subterránea de carbón. “Esta tecnología que ya se aplica en muchos países del mundo, pronto se utilizará en el sur de Chile y se podría usar en Argentina. Por otra parte en la cuenca de Claromecó, en la provincia de Buenos Aires (si bien aún no se conocen estimaciones acerca del volumen del recurso), se considera muy significativo un estudio de reservas de antracita que podría aportar, con tecnologías modernas como la citada, volúmenes importantes de syngas (gas de síntesis) y probablemente de metano” (Martínez, 2013: 57).

Más allá de la falta de publicidad de ciertas políticas, en 2010 el Ministerio de Producción bonaerense ejecutó el Estudio de Tecnologías “Limpias” para la Explotación y Utilización del Carbón Mineral (EE.478/10), en el marco Programa Multisectorial de Preinversión III[7] de la Dirección Nacional de Preinversión, Ministerio de Economía de Nación. El objetivo era permitir al Gobierno provincial “desarrollar las políticas y fijar las normas y regulaciones de aplicación en la explotación y utilización de carbón mineral de su propio territorio, con tecnologías ‘limpias’ respetuosas del medio ambiente”. A tal fin se destinaron 387.500 pesos, de los cuales el Banco Interamericano de Desarrollo aportó  $310 mil (Ministerio de Producción, 2013). A cargo de la redacción del informe final estuvo el geólogo Isidoro Schalamuk, director del Instituto de Recursos Minerales (Universidad Nacional de La Plata). Cabe señalar que ya en 2010, cuando Pan American Energy anunció el descubrimiento de carbón en Laprida y se planteó la preocupación por el impacto ambiental que podría tener la explotación a cielo abierto del mineral, Schalamuk afirmó que el método alternativo y limpio era combustión in situ; y años más tarde recomendó aplicarlo en reservorios de la cuenca de Río Turbio (Clarín, 11/06/10 y Página/12, 18/05/13).

A fines de 2014 el secretario de Servicios Públicos bonaerense, Franco La Porta, aseguró que el gobernador Daniel Scioli estaba interesado en explotar gas y carbón de la cuenca Claromecó, y así sumar a Buenos Aires al grupo de provincias petroleras. En declaraciones a la prensa sostuvo que “el recurso efectivamente existe pero hay que transformarlo en reserva y hay que evaluar el flujo y el tipo de inversión”, y en ese sentido señaló que la provincia no podría afrontar las inversiones necesarias por lo que se baraja la conformación de una empresa estatal que apunte a motivar a inversores privado (La Verdad Online. 05/12/2014). Esquema público privado muy en boga en tiempos de Vaca Muerta.

En noviembre, en una nota que incluye testimonios de La Porta, La Política Online afirma que la veta de carbón se encuentra a una profundidad de 450 metros y tiene un espesor que varía entre los 100 y 300 metros. Dato, este último, subrayado como una característica que la vuelve “muy superior [respecto] a otras explotaciones similares”. Una condición de excepcionalidad que parece extenderse por toda la geografía argentina, ya que en su momento se hizo una aseveración similar respecto al espesor de la formación de lutitas Vaca Muerta. En el artículo no se hace referencia al origen de esa información -se entiende que surgió de la Secretaría de Servicios Públicos, pero no se cita un estudio en particular-, por lo que no puede ser verificada ni contrastada con otras fuentes. El funcionario aclaraba que era necesario realizar “estudios complementarios de cuantificación y calificación de recursos de los yacimientos, información básica para definir rápidamente la primera etapa de extracción de gas intersticial para proseguir con la etapa de gasificación subterránea, sobre todo para diseñar la ingeniería, y los módulos de las plantas pilotos que permitirán el desarrollo de la explotación de todo el recurso” (LPO. 28/11/2014).
El objetivo de “poner en valor la capacidad energética” y sumar a Buenos Aires al cártel de provincias hidrocarburíferas, como la intención de crear una empresa energética, había sido manifestado años atrás, cuando el gobernador Scioli suscribió un convenio de exploración con YPF, y Pan American Energy anunció el hallazgo de carbón en Laprida (OPSur, 07/03/2014). Sin embargo, las declaraciones de La Porta generaron extrañeza dado que reinstalaba un tema que YPF, con mucho ahínco, se había esforzado por cerrar.La movilización contra la posible aplicación de la técnica de fracturación hidráulica o fracking en tierras bonaerense no favorecía al clima de negocios de la empresa, cuya apuesta fuerte no estaba en la Cuenca Claromecó sino en la formación Vaca Muerta. En ese momento no se podía tener la certeza, hoy sí, de que se trataba del lanzamiento de un nuevo globo de ensayo.
Notas relacionadas: Claromecó, la cuenca fallida.
Fuentes consultadas
Bibliografía (…)
Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2015/06/19/gasificacion-de-carbon-en-la-cuenca-claromeco-un-proyecto-viciado-de-origen

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