sábado, 18 de abril de 2015

Veamos porqué la mayoría de los de abajo en Neuquén no se solidariza con las comunidades mapuche ni toma conciencia de la devastación y miseria planificada que se está ejecutando de modo acelerado y los afectará al igual que a todo el país.

Discursos, pactos e impactos de 
una Vaca que sigue Muerta
31 de octubre de 2014
Por  OPSur
En nombre de las necesidades energéticas nacionales, grandes negocios planificados desde el Estado Nacional han hecho que el paulatino desembarco en Vaca Muerta por parte de las mayores empresas de la industria petrolera se tornen una realidad que altera las economías, sociedad y culturas de la provincia. Mientras el discurso oficial que infla a Vaca Muerta choca con las elevadas demandas corporativas, crece la especulación inmobiliaria. Detrás de ese espectáculo, el avance de la frontera hidrocarburífera llega, literalmente, hasta el patio de las casas de algunos vecinos.
Y un pensador decía que las grandes obras, 
las grandes acciones las sueñan los sabios locos,
las desarrollan los hacedores natos,
las disfrutan los felices cuerdos 
y siempre indudablemente las critican los inútiles crónicos.”
Gobernador Jorge Sapag. Discurso, 26/07/2011
Desde que en diciembre de 2010 Repsol-YPF informara del descubrimiento de gas de esquisto (shale gas) en la formación Vaca Muerta, de la Cuenca Neuquina y los posteriores anuncios realizados por la Agencia de Información de Energía de Estados Unidos, la locura del shale se transformó con un terremoto de progreso y expectativas, cuyo epicentro golpeó la realidad neuquina. El discurso oficial comenzó a decir que los hidrocarburos no convencionales serían, en un corto plazo, la solución al déficit energético que desequilibra la balanza comercial, con saldos negativos cada vez más preocupantes por sus aumentos exponenciales en los últimos años. Además elmundo shale traería inversiones, dinamizaría la economía con crecimiento industrial e ingreso de divisas por exportaciones.

El progresivo desembarco de distintos actores empresariales en Vaca Muerta, y el fuerte impulso de los gobiernos nacional y provincial por modificar la normativa para permitir la explotación masiva de la formación, ha generado una serie de impactos incluso antes de las primeras perforaciones. A las extensas denuncias por violaciones de derechos territoriales y colectivos de comunidades mapuche y campesinos criollos, que se encuentran en directo enfrentamiento con la industria, se suman otros trastornos económicos y culturales, como el efecto inmobiliario que el mundo shale está produciendo. Una de las escenas más impactantes de estos trastornos es el avance de la frontera hidrocarburífera, hasta el patio de una escuela tráiler, todo un símbolo de que lo que es llamado progreso no es igual para todos.

La Vaca atada
Las eufóricas voces promotoras de la explotación de yacimientos no convencionales lograron insertarse en la agenda nacional con una fuerte maquinaria lobista. Como orgullosamente suele escucharse decir en el ámbito de la industria: “Hoy no hay quién no hable y sepa de Vaca Muerta”; para ello, el papel de director técnico que supo jugar el Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG), le dio al equipo del fracking una hábil espalda argumentativa. Prontamente las bondades de la “inofensiva” técnica experimental de la hidrofractura comenzaron a pulular en medios de comunicación como método probado y seguro; nacieron páginas web en la que noveles especialistas del fracking evacuaban dudas; e incluso en telenovelas como Vecinos en fuga y en puestos publicitarios instalados en celebraciones de fiestas populares. El gobierno neuquino se sumó a la cruzada y financió la impresión de 10 mil ejemplares de un folleto pro fracking elaborado por el IAPG, para que llegue a todas las escuelas de la provincia. Todo en nombre de nuestra YPF.

Esto fue acompañado de expresiones deslegitimadoras hacia quienes expresaron dudas y críticas al desarrollo de los no convencionales con la técnica de hidrofractura. El gobernador Jorge Sapag afirmó en distintos discursos que no aceptaba de ninguna manera “la crítica negativa o la crítica destructiva o el fundamentalismo ambiental”. “No hay manera posible de hacer lugar a un fundamentalismo ambientalista que nos lleve a decir que el gas y petróleo no pueden ser extraídos por razones ideológicas.” “No vamos a aceptar que si algún país lo prohibió vengan a echar por tierra una perspectiva brillante para una República como la nuestra (Sapag, 2013).” En tanto la vice gobernadora Ana Pechen, en el mismo sentido, llamó al empresariado a entrar a las escuelas y “educar contra el terrorismo ambiental” (Pechen, 2013).

La euforia oficial que había construido la imagen de los no convencionales como un tren imparable que avanzaba a toda velocidad hacia el futuro, se empantanó con las elevadas demandas del sector corporativo. En noviembre de 2013, en un discurso pronunciado en el Club del Petróleo, el gobernador neuquino intentó reafirmar su alianza con el empresariado, pero de una manera bastante particular, pidió que el reparto sea equitativo. En esa instancia contó la historia de un “paisano de la cordillera” que sólo tenía sobrinos y había muerto dejando 7 mil ovejas sin heredárselas. Los sobrinos fueron a buscar a un notario a Neuquén y acomodaron al paisano en la cama poniéndole unas almohadas detrás y atándole una piola a su larga barba. Cuando llegó el notario, contó Sapag, le dijeron que no podía hablar, pero sí mover la cabeza. “Entonces el notario dice: acá comparezco al domicilio de don Juan Contreras, quien se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales -y se movía la cabeza-, y que quiere expresar su declaración de última voluntad -movía la cabeza-, que tiene 7 mil ovejas, -movía la cabeza-, que tiene siete sobrinos que se llaman…-también movía-, y para este notario que se ha molestado hasta aquí en concepto de honorarios son también mil ovejas. Don Juan ¿qué le parece? -y no se movía-. Se lo preguntó tres veces, y a la tercera vez le dice: miren muchachos -cerró el libro de protocolos y se iba- o la piola se tira para todos o no se tira para ninguno…” (Sapag, 2013).

Especulando con petróleo y viviendas
Y aunque las ovejas que nos dejará de herencia la Vaca Muerta no sean tantas como los anuncios oficiales quieren hacer creer, el mundo shale ya le está cambiando la vida a la provincia. Uno de ellos es el desarrollo inflacionario especulativo, sobre todo en los sectores inmobiliario, comercial y de servicios. Guillermo Reybet, empresario inmobiliario que opera desde 1984 en la región, sostuvo que el boom de Vaca Muerta “generó un fuerte ingreso de personas a la provincia y esto empieza a generar una problemática social también”. En ese sentido mencionó una nota publicada en La Mañana Neuquén, según la cual, diariamente 15 familias se radican en la ciudad de Neuquén en busca de trabajo y una vida más tranquila, fenómeno que se repite con diferentes intensidades en otras localidades como Plottier, Zapala, Rincón de los Sauces y, por supuesto, Añelo. Pero aclaró que las expectativas en el sector han sido “mayores de lo que se está moviendo”.
El empresario asegura que las viviendas para el segmento de ingresos elevados son las que tuvieron mayor impacto en la ciudad de Neuquén, “todo lo que sea inmuebles ubicados dentro de barrios cerrados, hubo una demanda muy sostenida. Se han llegado a pagar 40 mil pesos mensuales de alquiler por una casa en Rincón Club de Campo. Hay personas que son trasladadas a Neuquén, muchas de ellas de Buenos Aires, que vienen con toda una impronta de la inseguridad y lo único que quieren es en un barrio cerrado. Tengo clientes que están alquilando casas en Rincón Club de Campo y pagaban 14 mil pesos y ya les avisaron que para la renovación les van a pedir 35, 40 mil”.
Si en la capital de la provincia la presión se siente en los alquileres de alta gama, en la localidad de Añelo el fenómeno es global, tanto en alquileres como en el precio del metro cuadrado. A partir de un rústico cartel colocado en un terreno de aproximadamente 20 metros por 20 metros, hicimos la consulta telefónica y la respuesta tranquila fue 600.000 dólares. Reybet confirma que esos son los valores en laCapital del shale. “Añelo tiene la particularidad de que no tiene un valor definido, cada uno pide lo que se le ocurre. Tengo un pedido de gente de Buenos Aires que quiere comprar tierras en Añelo, saqué un aviso pidiendo un lote de 600 metros, pero con título. Una sola persona me llamó y por un lote de 400 metros, ubicado a una cuadra de la plaza, me pidió 4 millones de pesos.”
La ciudad de Neuquén, capital administrativa y comercial de la provincia, cuenta en su ejido con la mayor concentración de cadenas de supermercados, además de la mayor plaza hotelera y de servicios de rentas de automóviles. Según el periodista Federico Aringoli, el efecto de Vaca Muerta puede medirse a partir de las inversiones que concentra. En una nota publicada en el suplemento Energía del diario Río Negro, aseguró que según datos del área de Comercio del municipio, en la ciudad duermen 250.000 personas, pero en horario laboral se mueven unas 330.000. Según esta repartición “el incremento de los desembolsos en servicios son anteriores a las apuestas fuertes que comenzaron a hacerse por los hidrocarburos no convencionales, aunque reconocen que la fiebre desatada con la formación shale aceleró las definiciones” (Río Negro, 06/04/2014). Luis López de Murillas, de Obras Particulares de la municipalidad, explicó en declaraciones al mismo diario, que persiste una tendencia que complementa las inversiones en unidades habitacionales, como los edificios de departamentos, con apuestas a servicios para alojamiento transitorio, gastronomía y espacios de trabajo. “Los edificios de oficinas, que antes eran casi inexistentes en Neuquén, ahora empiezan a ocupar espacios entre las construcciones céntricas.” (Río Negro, 06/04/2014). Actualmente hay 112 edificios en la ciudad a los que se suman 26 proyectos de construcción para este año.
Según Aringoli, “uno de los servicios que más demanda tiene es el de alojamiento. Durante el 2013 se presentaron ocho solicitudes vinculadas a la hotelería. Cuatro con el objetivo de concretar reformas (entre ellas el Hotel del Comahue), tres para nuevos hoteles y, el restante, un pedido de factibilidad impulsado por la cadena Hilton. Además, en el último año se solicitaron 50 pedidos de habilitación para hostels, un rango que se equipara con el hospedaje de tres estrellas.” (Río Negro, 06/04/2014)
Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2014/10/31/discursos-pactos-e-impactos-de-una-vaca-que-sigue-muerta/

El centenario sueño (o pesadilla) de Neuquén con su petróleo
La historia de Neuquén está marcada por el petróleo. Descubierto en 1918, en cercanías de Plaza Huincul, consolidó su producción en 1940, tras el hallazgo de crudo en Challacó, y se masificó desde los años ‘60. En los ‘80, con las políticas neoliberales imperando en el país, la provincia con petróleo, se transforma en la provincia petrolera y gasífera de la mano los yacimientos Puesto Hernández y  Loma La Lata. Hoy un nuevo paradigma se anuncia, el mundo del shale irrumpe con las ventajas de la tradición extractiva que lo legitima y con las incertidumbres de sus consecuencias que lo resisten.
 “Neuquén es compromiso
que lo diga la Patria
porque humilde y mestizo
sigue siendo raíz.”
Himno de la Provincia de Neuquén
Por OPSur.- De una u otra manera la Patagonia está atravesada por una suerte de traumatismo de Estado desde sus inicios. El genocidio étnico de la llamada Conquista del Desierto es un relato vivo en los pueblos indígenas que sufrieron las políticas de exterminio y que desde hace unos años emergen con el reclamo y la reconstrucción de una justicia histórica. También son parte del traumático relato quienes descienden de aquellos inmigrantes que llegaron tras la barbarie de la cruz y fusil, instalándose en la zona que antes de ser el gran valle productivo, fue tierra de fortines militares.
La llegada del ferrocarril, la construcción del sistema de riego, la promoción de la fruticultura en el Alto Valle son tan sólo algunas de las intervenciones del Estado, en asociación con el capital británico, que marcan la identidad con la que se construye la zona productora y culturalmente diversa. Cada uno de los eventos desarrollistas constituyó la formación de sectores sociales: así como en un primer momento hubo grandes beneficiarios en la repartija de la tierra, que habían financiado la avanzada militar; con la extensión y consolidación del Estado en los territorios nacionales se desarrolla y cobra protagonismo la burguesía comercial. Tal es el caso de la familia Sapag, que hasta hoy gobierna, la cual se instaló en la región al calor de la construcción del ferrocarril y del regimiento en Zapala.
En 1918, a pocos años de la naciente historia hidrocarburífera nacional, fue descubierto el petróleo en Plaza Huincul, en tierras de Carmen Funes, más conocida por “la Pasto Verde”, que había llegado a la zona siendo parte de la tropa del Ejército Argentino. Ella muchas veces comentaba con enojo a quienes usaban su rancho como posta obligada, el olor a combustible en sus aguadas. Estas quejas llamaron la atención de agentes del Gobierno, que no tardaron en enviar geólogos a evaluar las posibilidades de encontrar hidrocarburos en esas tierras. Tiempo después doña Carmen Funes falleció y no llegó a ver el descubrimiento de petróleo. Parece una ironía de la vida que el equipo que perforó el primer pozo neuquino se haya llamado Patria, y una maldición histórica que haya sido perforado con el trabajo de presos llevados desde la cárcel de Neuquén. Cien años después se sigue presos de la Patria, condenados por los recursos que son explotados por multinacionales y atentando contra las economías productivas locales en nombre del progreso.
La llegada del Estado, con la nacionalización del territorio, marcó a fuego la cultura de su omnipresencia, tanto para quienes lo padecieron, como para quienes fueron sus beneficiarios. Estos últimos, tras la provincialización del territorio, trasladaron a sus praxis políticas esa cultura popularmente conocida como “vivir de la teta del Estado”.
La historiadora Orietta Favaro, docente de la Universidad Nacional del Comahue, analizó en su tesis doctoral el vínculo de la provincia con el petróleo. Allí expuso los orígenes de las familias fundadoras del Movimiento Popular Neuquino, partido que desde hace más de medio siglo está en el poder. Comerciantes, productores ganaderos, empleados públicos y profesionales son parte de los sujetos en los que se sustentó la construcción del partido de gobierno. Y más tarde, con la consolidación de la industria petrolera, hubo una incorporación sindical a la vida política del partido de la mano del representante del Sindicato del Petróleo y Gas Privado, Guillermo Pereyra, que prontamente logró ser parte de las familias patricias empresarias que controlan y gestionan el Estado provincial.

El  corazón del país
En las décadas del ’60 y ’70, con el desarrollo del complejo Chocón-Cerros Colorados, la provincia se perfila como productora de energía a nivel nacional, sumando a la explotación de hidrocarburos, la energía hidráulica. Estas obras dieron lugar a un crecimiento exponencial de población transitoria y también a importantes conflictos sindicales, que repercutieron como registros de organización de suma importancia en la historia del sindicalismo neuquino.
Ya en los años ‘80 Neuquén se convierte en la primera productora de gas a nivel nacional, a partir de la explotación de Loma La Lata, en su momento el mayor yacimiento en producción gasífera de América Latina. Se pone fin al venteo y comienza el abastecimiento a gran parte del mercado nacional a través de los gasoductos troncales y regionales.
Es una época de avances de fronteras de explotación.  En el centro de la provincia, Loma La Lata es la principal productora de gas, mientras que en el norte, Puesto Hernández se consolida como el mayor productor de crudo. Con ello a las ciudades petroleras históricas como Cutral Co y Plaza Huincul, se le suma Rincón de los Sauces, mientras Neuquén capital se mantiene como centro administrativo. Además, importantes yacimientos como El Portón, Sierra Chata y El Trapial reafirman la impronta de proveedor energético nacional, dando cuenta del fuerte crecimiento petrolero en distintos puntos de la región.

Con este avance de frontera, la industria hidrocarburífera neuquina se convierte en la principal fuente de ingresos al Estado y le da un carácter hegemónico en producción. Esto afianza aceitadamente un sistema de gobierno clientelar, en donde el peso de los recursos de la renta petrolera son administrados por un Estado dominado por el partido provincial y distribuidos entre empresarios, comerciantes y productores del sector privado a través de sobrefacturaciones, empresas ficticias proveedoras del Estado, y una serie de otras irregularidades. También se afianza un falso Estado de Bienestar repartido territorialmente con un sistema de punteros, en donde el ingreso laboral a la administración pública es una de las formas de perpetuar al partido en el poder y ganar adherencias.

La privatización de YPF durante la primera presidencia de Carlos Menem (1989-1995) vino con el beneplácito para el saqueo de los recursos y, por lo tanto, el aumento sustancial del ingreso por regalías y renegociaciones de contratos por parte del Estado provincial -que de la mano de la Ley de Federalización de los Hidrocarburos y la reforma constitucional de 1994, adquirió el dominio sobre éstos. Esta situación posibilitó a un sector de la elite local -compuesta por comerciantes, profesionales y funcionarios- hacerse de una buena parte de la renta y margen de maniobra, que le permitiría amortiguar la crisis que aparecía en el horizonte. Pese a ello, las puebladas de Cutral Co y Plaza Huincul, en 1996 y 1997, mostraron al país las consecuencias inmediatas de la privatización y generaron, junto a Gral. Mosconi, en Salta, un ejemplo de lucha, tornándose el piquete como expresión popular masificada.

La década de la continuidad
Cambiar un paradigma, 
que el petróleo ya no es commodity
sino consumo básico para el crecimiento del país,
todas las petroleras tendrán que cumplir con ese objetivo”
Agustín Rossi presidente de Diputados (03/05/2012)
El comienzo de siglo estuvo signado por la conflictividad social producto de las décadas de políticas neoliberales extremas. El desarrollo energético del país sufría el saqueo de la extracción, sin inversiones en exploración y con la complicidad tanto del Estado nacional como las provincias quienes no quisieron ver recortados sus ingresos en plena crisis.
Mientras el país sufría una de las mayores crisis económicas de su historia, en Neuquén el impacto estaba amortiguado por el ingreso de regalías de la extracción irresponsable y saqueadora, dando como resultantes de superávit en la balanza comercial energética nunca vistos. Argentina estaba exportando lo que prontamente tendría que importar.

En un análisis en la revista Energía y Equidad, el periodista Fernando Cabrera caracteriza la época como “neoliberalismo energético” y explica sintéticamente cuáles fueron los tres pilares políticos de ese momento histórico: por un lado la desregulación, que permitió que las empresas tuvieran la autoridad sobre el recurso, maximizando la rentabilidad y liberalizando su precio. Por otra parte se extranjerizó al sector en su conjunto, mientras se privatizaba y reducía YPF. Finalmente, se federalizó el dominio de los hidrocarburos. “Mediante estos tres movimientos los hidrocarburos transmutaron de recursos estratégicos a commodities sujetos a una lógica de rápida valorización con el menor costo posible” (Cabrera, 2014).

Con las empresas como “actor definitorio” de la política hidrocarburífera, se redujeron las inversiones tanto en exploración como en controles ambientales y en personal, dedicándose estas a “exprimir lo invertido durante la etapa estatal de YPF”, señala Cabrera. Esto condujo a un abrupto crecimiento de la producción durante toda la década, llegando en 1998 al techo de producción de crudo y en 2004 a un amesetamiento de la producción de gas, mientras el horizonte de reservas caía sostenidamente.
Ya con la llegada del gobierno de Néstor Kirchner, el Estado comenzó a tener políticas de mayor regulación del Estado en el sector, las que lejos de generar un corte, dieron una continuidad al neoliberalismo energético con ciertas apuestas de cambios. Dentro de estas tímidas variaciones, que tuvieron más de discursivo que de modificaciones de fondo, se cuentan las retenciones a la exportación,  los incentivos a las operadoras con planes como Gas Plus y un intento por traspasar los activos de YPF a capitales privados argentinos, como fue el caso del grupo Petersen, que sin desembolsar ni un peso y con compromisos de pago a futuro se hizo del 25.4 % de las acciones de la empresa.

Otro hecho a destacar es la conclusión del proceso de federalización de los recursos hidrocarburíferos con la ley 26.197 también llamada “Ley Corta”, que transfiere a las provincias las potestades de los recursos, continuando lo que había comenzado en 1992 con la ley  24.145 de
 “Federalización de Hidrocarburos”.
En diciembre del 2010 YPF-Repsol informó el descubrimiento de gas de esquisto (shale gas) en la formación Vaca Muerta, en la Cuenca Neuquina; en abril del 2011, la Agencia de Información de Energía de Estados Unidos (EIA en ingles) anunció que Argentina tenía importantes recursos probados de shale gas, que la ubicaba inmediatamente detrás de EE.UU. y China. Mientras tanto el kirchnerismo sorteaba tranquilamente un proceso electoral más, que los llevaría a su tercer mandato consecutivo. Los no convencionales  aparecen  como “la oportunidad” con la que se apuntaría a revertir los grandes problemas energéticos deficitarios, que se llevan cada vez mayores cantidades de dólares en importación. En Neuquén, el gobernador Jorge Sapag se entusiasmaba con las informaciones sobre Vaca Muerta: la crisis petrolera de 2009, producto de la desinversión de las operadoras, había golpeado el mundo de los hidrocarburos y no se veían buenos horizontes más allá de los primeros pasos de intervención de la empresa estatal Gas y Petróleo creada en el 2008.
Desde allí todo cambió: el Estado desarrolló un proyecto energético hasta el momento inexistente durante décadas, sancionó la Ley de Soberanía Energética y se hizo del 51 % de los activos de YPF. Legisló en función de los nuevos desafíos, buscando atraer inversiones a través de beneficios directos para la industria. La urgencia por evitar el desangramiento de dólares producto de la importación de gas y apuntalar la incierta inversión en Vaca Muerta era tal, que también se pagó con favores políticos, como el desembargo realizado por la Corte Suprema de Justicia a la empresa Chevron por los activos retenidos debido a su millonaria condena ambiental en Ecuador. Esta jugada permitió la llegada del gigante norteamericano a Vaca Muerta.
Los cambios del país y la región producto del boom del mundo shaleya comenzaron a verse, muchos impactan ante los expectantes ojos del progreso. Lo que no ha cambiado y no se ven perspectivas que ocurra, es que los hidrocarburos sean un recurso estratégico; los sucesivos gobiernos han continuado su rol de commodity, acatando la posición extractivista en la que nos ha situado el desarrollo mundial, por más que pintados de celeste y blanco se diga lo contrario.
Fuentes consultadas (...)

Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2014/10/31/presos-de-la-patria

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