domingo, 12 de abril de 2015

"Creemos que todo lo que pueda ser positivo de este acampe va a ser positivo para todos. Es una injusticia que un país que se promueve a nivel internacional como el país de los Derechos Humanos haya niños indígenas que se mueran de desnutrición".

Causa Winkul Newen: “es un hecho desproporcionado que

responde a un nuevo intento de profundizar

la criminalización de la protesta social”.
12 de abril de 2015

 


La red Oilwatch Latinoamérica, a la que se sumaron las firmas de numerosas organizaciones y personalidades de la región y el continente, emitió un comunicado en el que denuncian la situación de las autoridades del lof mapuce Winkul Newen, que el próximo lunes serán sometidos a una nueva audiencia judicial. 
Por El Zumbido
En la audiencia del próximo lunes, la justicia definirá los cargos por los que se juzgará a Relmu Ñamku, Martín Maliqueo y Mauricio Rin. La fiscalía y la querella pretenden que la primera sea procesada por tentativa de homicidio y el werken y el logko del lof por daños agravados.
En el comunicado, refieren que lo ocurrido el 28 de diciembre del 2012 en la comunidad, cuando sucedieron los hechos por los que se los acusa “se enmarca en el extenso proceso de avances petroleros sobre la comunidad, promovidos por el estado provincial –que otorga las concesiones- y consumado por diferentes empresas –como las norteamericanas Pioneer y Apache en su momento, y que pretende continuar la subsidiaria de YPF, Yacimientos del Sur” y agregan que “todo ello se encuentra en flagrante violación de los derechos indígenas ya que la política hidrocarburífera, tanto en la provincia de Neuquén como a nivel del país, se implementa sin el libre, previo e informado consentimiento de los Pueblos Originarios afectados” y “desde hace más de una década esta situación es denunciada por organizaciones indígenas y sociales e, incluso, el entonces Relator Especial de la ONU para los Pueblos Indígenas, James Anaya, emitió un documento en el mismo sentido luego de su visita a la Argentina en 2011”.
“Lamentamos las lesiones sufridas por la oficial de justicia, consideramos que son consecuencia de la violencia generada por la negación derechos al Pueblo Mapuche”, asegura el texto: “durante más de una década de avanzada petrolera, la comunidad Winkul Newen ha estado expuesta tanto al hostigamiento de la policía y de civiles armados -e incluso niños y ancianos han sufrido graves lesiones, para ellos no ha habido justicia, como tampoco hay por la violenta afectación ambiental, que impide el normal desarrollo de la vida mapuche al interior de su territorio”.
El comunicado apunta: “consideramos que la mera posibilidad de que una persona sea juzgada y condenada bajo el cargo de tentativa de homicidio por defender su territorio lanzando piedras es un hecho desproporcionado que responde a un nuevo intento de profundizar la criminalización de la protesta social” y asegura que “de haber un fallo condenatorio se sentaría un grave precedente y en el futuro, cualquier persona podría enfrentar los mismos cargos por participar en una protesta en la que se lanzaron piedras”.

Fuente original: El Zumbido
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article9660

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El próximo lunes 13 de abril tendrá lugar una audiencia por el procesamiento de miembros de comunidades mapuches de Neuquén. Las imputaciones son por resistir un desalojo defendiéndose con piedras, en el cual una oficial de justicia resultó herida. Desde las comunidades afirman que se trata de un avance del Estado en desplazar al pueblo mapuche de su territorio ancestral para avanzar con su política extractivista. 

La Izquierda Diario dialogó con Relmu Ñamku, una de las imputadas: Azul Lilén


La Izquierda Diario -Contanos en qué consiste el conflicto en tu comunidad, y por qué los judicializaron.

- La comunidad Winkul Newen es una comunidad que hace más de una década viene resistiendo al avance de la explotación petrolera. Actualmente, los yacimientos que están son de Yacimientos del Sur, pero anteriormente pasaron por distintas manos, como Pioneer, Apache, que fue con la que puntualmente tuvimos los conflictos, y hoy es Yacimientos del Sur.

Llegamos al año 2012 con un año muy conflictivo con la petrolera. Lo primero que hay que decir es que el yacimiento es pequeño: son alrededor de diez pozos petroleros y gasíferos, pero que tienen una planificación de cuarenta pozos. Nuestra comunidad comenzó con la resistencia cuando había nueve, lograron hacer uno, pero de ahí para adelante no lograron hacer más.

- ¿No lograron avanzar por la resistencia de la comunidad?

- No lo lograron por la resistencia, no pudieron avanzar. Eso obviamente generó un montón de cosas, era un enfrentamiento continuo, por ahí llegaba la empresa y te ponía estacas donde iban a hacer los pozos y nosotros teníamos que ir y sacarlas, toda una situación de conflicto; pero lo que es real es que nosotros nunca pudimos frenar la producción de esos diez pozos, sin lograr por un lado llamar la atención del Gobierno Provincial y mucho menos del de la empresa petrolera. Porque con todos los derechos que nosotros tenemos adquiridos, el derecho a la consulta, el derecho a la participación en la gestión de los recursos, y un montón de cuestiones legales que nosotros en su momento exigimos, nunca los pudimos concretar. Por otro lado, al no poder parar la producción, se iba generando contaminación.

- ¿Estos pozos extraen con método convencional?

- Son convencionales, son los comunes, no es fracking. Con todos los avances tecnológicos, si bien la contaminación y el impacto ambiental siempre van a estar, y el impacto cultural también, lo que vos podés hacer es minimizar esos daños; pero tenés que invertir, las empresas tienen que invertir. El tema es que por un lado tenés las empresas que no quieren invertir y tenés el Estado que no les exige nada, que les entrega una concesión y es como entregarles un cheque en blanco y un “saquen, hagan lo que quieran, total…”. El problema es que en esos territorios es donde estamos nosotros, las comunidades, y el problema comienza cuando empieza a haber contaminación. Por la cuestión cultural, todo el impacto que genera, el daño irreversible de la cultura; pero por otro lado también a nuestro medio de economía actual, que es la cría de ganado. El avance de las petroleras genera desertificación, por lo tanto tenemos menos campo para producir, para tener nuestros animales; los animales se contaminan y son nuestra economía, nuestro sustento diario.
A partir de eso empezaron todos los problemas, logramos que se hicieran varias inspecciones por la provincia, por la autoridad de aplicación. Esto fue generando conflicto con la comunidad al punto que llegamos al año 2012 con todo un año de desalojos, prácticamente nos militarizaron la comunidad; inspecciones oculares a las tres de la mañana, todo lo que se te pueda ocurrir, que pasó en medio de una situación donde está la policía presente, donde hay desalojos; la difamación de la comunidad, de nosotros como autoridades mapuches, y una campaña mediática en contra de la comunidad. Se decía que lo único que nosotros queríamos era un acuerdo económico y que usábamos como una pantalla la cuestión medioambiental y cultural para buscar buenos acuerdos. Todo lo que se te pueda ocurrir, por estar enfrentando ahí en el territorio a la empresa.

Incluso una vez, como mujeres, en uno de los bloqueos cuando se venía un desalojo con una impresionante cantidad de policías -porque nosotros no somos una comunidad grande, entre todos somos más o menos 50 personas-, nos tuvimos que rociar con combustible y les dijimos que si no se paraba el desalojo nos íbamos a prender fuego. Y la empresa dio una orden y la misma policía, todos, se fueron. Pero al día siguiente vinieron y levantaron las tranqueras, siempre buscaban la forma de entrar sí o sí.

El 28 de diciembre de 2012 hay una nueva orden de desalojo, nosotros justo ese día estábamos en el velorio de una bebé que nació y tuvo horas de vida, porque nació malformada, con signos de contaminación. Estábamos todavía de luto, de duelo, en nuestra ceremonia mapuche y nos damos cuenta de que está la policía en una tranquera, que estaba la empresa, entonces nos acercamos al lugar, empezamos a discutir con una señora que después nos enteramos que era la oficial de justicia y nosotros decidimos resistir con piedras, porque cuando esta señora se retira del lugar, le da una orden a la topadora que tenía la empresa ahí, donde nosotros teníamos un alambrado, y le da la orden de que ingrese, y la topadora iba a pasar arriba de todos nosotros, entonces dijimos “acá no entran, menos en este día”; y bueno, se resistió con piedras y lamentablemente hubo una persona que quedó herida que es esta mujer -la oficial de justicia Verónica Pelayes- que nosotros en ningún momento quisimos que ocurriera lo que pasó, de hecho al día siguiente la Longko de la comunidad dijo: “vamos a hacer un pedido de disculpas y vamos a explicar también a la sociedad que Verónica Pelayes es una víctima más de esta situación”, porque nadie la agredió en su casa, ni fue un hecho que se produjo en otro lugar, no era más que nuestra propia casa.

Entonces a partir de ahí se inicia una causa, que en el inicio era por lesiones graves, después finalmente entre la querella y la fiscalía decidieron cambiarle la carátula a “tentativa de homicidio”, y ahí es donde nosotros hoy vemos toda la complicidad tanto de la empresa, como del aparato judicial para criminalizarnos; porque nosotros en definitiva somos un impedimento justamente para el avance de la explotación petrolera, para el fracking a futuro en el territorio, y qué mejor que poner este tipo de causas, que nosotros decimos que es una implementación de la Ley Antiterrorista, porque los fundamentos que se utilizaron para llegar a esa carátula son de la Ley Antiterrorista, y si llega a haber una condena, va a generar un precedente negativo para todos.

Todo aquél que quiera luchar, por lo que sea, seas de cualquier organización, seas de cualquier movimiento social, incluyendo el pueblo mapuche, es algo que sienta un antecedente muy malo.

Ahora llegamos al 13 de abril que tenemos una audiencia de control de acusación, que es el momento para cambiar la carátula. Logramos el apoyo de distintas organizaciones de Derechos Humanos, como la APDH, el Serpaj, algunos diputados y algunos senadores, de otros hermanos indígenas, de otros pueblos originarios de la Argentina y llegamos con mucha fuerza a esta instancia, pero igual no nos deja de preocupar la vara política con la cual la justicia imparte la supuesta justicia; porque nosotros como comunidad fuimos más de una vez golpeados: hay adolescentes de la comunidad que han sido baleados por patotas de la empresa petrolera, a una de las voceras de la comunidad una vez le quedó la cara peor que la de Verónica Pelayes, cuando fue agredida por una patota, y el mismo fiscal que instruye la causa donde se nos acusa con tentativa de homicidio, a esa causa la tiene prácticamente cajoneada y por el tiempo que pasó está a punto de prescribir.

Entonces imaginate si no hay toda una discriminación cuando se trata de los mapuches y cuando se trata del poder judicial en este caso, que es una preocupación que nos mantiene alerta a todo lo que está pasando en el contexto de la provincia, en donde se generan movilizaciones en contra del pueblo mapuche, en donde se genera todo un falso discurso cuando el pueblo mapuche decide levantar una bandera, un wenu foye, que se dice cuando nosotros queremos hacer un Estado aparte; se empiezan a levantar fantasmas que no son los que nosotros como pueblo hoy estamos promoviendo, o que no son los que nosotros estamos construyendo. Es una mentira...

-¿Cuántos son los imputados en la causa? ¿Esto se repite en otros conflictos mapuche de la provincia?

- Somos dos imputados de la comunidad nuestra; yo puntualmente por tentativa de homicidio, y la otra persona por daños. Y hay otra autoridad de otra comunidad que también está imputado por daños, es de otra comunidad pero está imputado por este mismo conflicto.

Y es algo que se repite en todas las otras comunidades que hoy están defendiendo su territorio. El problema es que acá, nosotros como pueblo mapuche de la provincia de Neuquén estamos en contra de la violencia, que es lo que nosotros recibimos todos los días de parte del Estado. Entonces acá lo que se está tratando es de desfigurar esta causa, de contextualizar todo lo que pasó para considerar este hecho como un hecho prácticamente de patoterismo. Nosotros somos muy conscientes de que el pueblo mapuche no es el que genera la violencia, que los conflictos no los generamos nosotros, porque el que está incumpliendo los marcos legales vigentes es el propio Estado. No es el pueblo mapuche el que está violando, es el Estado el que no genera derecho a la consulta, el que no te informa, el que niega nuestra propiedad ancestral, nuestro territorio ancestral.

Y así se puede ver el mismo conflicto en otras comunidades, porque en definitiva lo que está en juego es la cuestión territorial, es lo que el Estado no quiere resolver. Porque si se tiene que poner a resolver tiene que empezar a develar todos los negociados que han hecho con el territorio mapuche y con los recursos que tenemos en nuestros territorios. Y obviamente no conviene porque si ellos reconocen todo lo que han hecho, es de alguna manera darnos el poder a nosotros, darnos la razón, reconocer todo lo que está mal. Es una lucha muy desigual, pero bueno, nosotros por suerte sí podemos decir que el pueblo mapuche vive en el territorio y por lo tanto los conflictos no se van a terminar hasta que el Estado no nos garantice derecho. Y si el Estado no nos garantiza derecho seguiremos en conflicto. Esperamos que no haya hechos de violencia como los que hemos venido sufriendo, pero en definitiva este es un caso aislado, lo que pasó con Verónica Pelayes. Los que siempre hemos sido golpeados, lastimados, violentados, hemos sido siempre los pueblos. Acá no les importa si sos niño, mujer, si sos una mujer embarazada, ancianos, nada. Entonces, hasta que el Estado, tanto provincial como nacional, no decida garantizarnos los derechos como pueblos originarios que tenemos, porque no es que es una abstracción o un anhelo de los pueblos originarios de la Argentina, no; está todo escrito, lo escribió el mismo Estado, entonces hoy lo tienen que poner en práctica. Nosotros no estamos fuera de la ley, estamos dentro del marco de la ley y estamos exigiendo que la cumplan.

-Sobre
las petroleras -Apache, Yacimientos del Sur (YPF), Chevron- ¿Cuál es la política de la provincia de Neuquén?


En definitiva en Neuquén la explotación continúa con el método convencional y no terminamos de organizarnos ante el método convencional que ya nos inventan un nuevo método que es el fracking. Porque el fracking se inauguró en América del Sur en una comunidad mapuche que es Gelay Co, que está enfrente a la comunidad nuestra. Ahí hay una cuestión mucho más amplia, donde no solo estamos involucrados los pueblos que vivimos ahí, el pueblo mapuche, sino toda la sociedad, porque pone en riesgo un elemento que para nosotros es cultural, que es el agua, pero que es un elemento que nos sirve a toda la sociedad. 

Entonces es algo que hoy por suerte es una bandera en común que hemos levantado en Neuquén y en otras provincias donde ya se está llevando adelante el fracking como un objetivo común para enfrentar. Teniendo la experiencia de otros países donde tienen pena, donde está prohibido, donde hay distintas instancias para prohibir el fracking y donde está demostrada la contaminación, está demostrada concretamente. Es un poco el modelo que se está organizando y hacia a donde se encamina. En Neuquén el Estado viola nuestros derechos, vulnera todas nuestras condiciones de vida, bajo este proyecto del extractivismo a ultranza sin importar nada, porque además ninguna de esas riquezas que supuestamente se producen con el petróleo se ven realmente, porque si vas por ejemplo a Añelo que es donde está Campo Maripe [y las petroleras YPF y Chevrón], no tienen hospitales, no tienen escuelas, entonces es una falsa realidad que va a traer progreso, va a traer trabajo. Y la minoría son petroleros, pero los sueldos impactan en la mayoría, porque todos los precios del mercado, la canasta familiar es al nivel de los salarios petroleros; entonces impacta en la economía de toda la sociedad. Y después todo lo que trae el petróleo: el narcotráfico, la prostitución, la trata de personas, es algo que no nos beneficia como sociedad. En definitiva si vos ves todos los impactos que va a generar a futuro te ponés en contra. No hay ningún beneficio para la sociedad. Es un beneficio para pocos, para contados, y cosas negativas para la mayoría.

-Por
último, estás en el acampe de los pueblos originarios de Formosa, contanos por qué estás acá y qué relación tienen estos conflictos de otros pueblos originarios, con las problemáticas que enfrenta el pueblo mapuche.


- Estamos acá en el acampe porque entendemos que todo lo que se resuelva a Qopiwini [organización formada por comunidades Qom, Pilagá, Wichi y Nivaclé, de ahí su nombre], a los pueblos originarios de Formosa va a repercutir en todos los otros pueblos originarios de Argentina.

Creemos que todo lo que pueda ser positivo de este acampe va a ser positivo para todos. Es una injusticia que un país que se promueve a nivel internacional como el país de los Derechos Humanos haya niños indígenas que se mueran de desnutrición.

Es algo que no lo podemos tolerar bajo ningún punto de vista. Nos parece muy importante todo lo que se ha hecho en materia de desaparecidos, pero hoy hay algo pendiente que es el tema pueblos originarios, porque si bien muertos hubo siempre, en este gobierno que se auto promueve como gobierno de Derechos Humanos no debería haber habido ni un muerto indígena. Y además es la continua judicialización. Y nosotros lo que hacemos es acompañarnos porque en definitiva como pueblos originarios quizás vivimos distintas realidades pero la problemática es la misma, el Estado se mueve de la misma manera en Formosa, Neuquén, en el Chaco, en Santa Cruz, donde sea, tenemos derechos que no son garantizados por el Estado. Por eso estamos acá acompañando lo que se está haciendo. Esperamos que se resuelva pronto, porque ningún pueblo originario quiere estar en acciones directas; nuestra cultura es otra cosa, es otra forma de vida. Nadie quiere estar acá, pero lamentablemente hay que estar, no nos dejan otra. Es como te dije antes, son ellos los que generan el conflicto. Nosotros no queremos estar acá, no queremos estar cortando una ruta en Formosa o Neuquén. El Estado es el que tiene que ponerse a trabajar y cambiar las políticas. Hay que transformar este estado, de ser un estado monocultural, se tiene que convertir en un estado intercultural o pluricultural, donde todas las diversidades, desde los pueblos originarios hasta la propia organización que se quieran dar los argentinos, se pueda dar; que haya espacio para todos, pero para eso hay que trabajar. Por eso creemos que este es el mejor espacio para la unión no solamente de la lucha de los pueblos originarios, sino de todos.

Fuente original: http://www.laizquierdadiario.com/Azul-Lilen


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UAC Unión de Asambleas Ciudadanas Contra el Saqueo y la Contaminación
www.asambleasciudadanas.org.ar
facebook.com/unionasambleasciudadanas
http://twitter.com/prensauac

(pdf cuadernillo uac:) --> 
http://go4.es/0aJa

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