jueves, 5 de febrero de 2015

II. Llegaremos inexorablemente a usar sólo las energías renovables frente al agotamiento y las graves consecuencias de los recursos no renovables. “Demorar su desarrollo es postergar un beneficio que todos merecemos”.

Matriz energética argentina: ¿qué se debe hacer?
Publicado por
OPSur / 8 de diciembre de 2014


Carlos Alberto Dagna.- La distribución de fuentes de energía primaria en Argentina, se compone de un espectro similar al de 1970. Hace 44 años, teníamos una dependencia del 89% de las energías fósiles (Petróleo y gas) mientras que actualmente, se invirtieron los porcentajes pero los combustibles fósiles representan un 87% de la matriz energética. La energía hidroeléctrica (4,7%) y la nuclear (2,8%) cubren menos del 8% y el resto (5%) la sumatoria de energía eólica y solar. (…) Leer
¿Qué debemos hacer?
Diversificar la matriz energética e ir gradualmente reemplazando los combustibles fósiles y la energía nuclear por energías renovables y limpias.
Parte de las pérdidas en el proyecto Vaca Muerta y todos los play no convencionales que el estado subsidia sin conocer el horizonte temporal, destinarlas a inversiones en el desarrollo de recursos renovables. El autoabastecimiento de combustibles fósiles  a 10 años es anacrónico y tan cuestionable como difícil.
Un ejemplo de lo posible, lo vemos en Europa y particularmente en Alemania. En energía eólica dispone de 33.730 MW instalados a principios de 2014, y representa un tercio de la energía eólica del mundo. Europa aporta el 75% de la energía eólica mundial, con Alemania y España como países líderes. El mercado eólico ha ayudado a generar en la Unión Europea (UE) más de 50.000 puestos de trabajo. Alemania iguala en energía eólica a toda la energía eléctrica convencional generada en Argentina. También es uno de los líderes mundiales en la instalación de energía solar fotovoltaica, con una potencia instalada a principios de 2014 superior a los 35 gigavatios (GW). Sólo en 2011, Alemania instaló cerca de 7,5 GW y la fotovoltaica produjo 18 TW·h de electricidad, el 3% del total consumido en el país.
Fuera de Europa, podemos observar el admirable combo energético que logró Brasil con el 42% de recursos renovables (biomasa 16,2% – Hidráulica 13.5% – Carbón vegetal 8.3% – Eólica 4.2%)
Los beneficios de una energía limpia se traducen en la reducción de las emisiones de partículas contaminantes y la sustentabilidad de la economía. Brasil con su matriz emite 1,4 toneladas de dióxido de carbono (tCO2) por tonelada de petróleo equivalente (tep) mientras el promedio mundial es de 2,4 tCO2 / tep.
Los beneficios de las energías renovables superan a los perjuicios y son el camino inexorable al que finalmente llegaremos  con el agotamiento de los recursos no renovables y sus graves consecuencias ambientales. Demorar su desarrollo es postergar un beneficio que todos merecemos. Aún considerando solamente el aspecto económico (y dejando de lado el aspecto ambiental), la estructura actual de la matriz energética argentina potencia la dependencia del bienestar del país a los precios de los commodities y exige una serie de inversiones que tarde o temprano deberá ser desechada.
*Geólogo – Universidad Nacional de Córdoba. Master en Auditorías Ambientales – INIEC, España.

Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2014/12/08/matriz-energetica-argentina-que-se-debe-hacer/

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