domingo, 28 de septiembre de 2014

III. Veamos qué proyecto nac&pop hay detrás de ley de hidrocarburos, del proyecto de ley de semillas, del código civil y comercial...

ARGENTINA LIBRE DE FRACKING

El Foro Ecologista de Paraná manifiesta de forma rotunda su condena hacia la actual política energética nacional, que abre las puertas a la ocupación y al saqueo de nuestros territorios por parte de Corporaciones conocidamente sucias y genocidas, como es el caso de Chevron, responsable de la contaminación de la Amazonia ecuatorial y de la aniquilación de dos pueblos originarios de Ecuador.
La política oficial busca prolongar la matriz energética del país que sigue siendo fuertemente dependiente de los combustibles fósiles, por medio de la extracción de gas y petróleo no convencional, también conocida como fracking. En las últimas décadas los yacimientos convencionales argentinos fueron expoliados, y ahora vienen a exprimir nuestro subsuelo para la extracción de gas o petróleo no convencional, poniendo en riesgo la vida de territorios enteros.

Esta política responde a un mapa energético diseñado para nuestro país con el único fin de abastecer de energía a un modelo depredador de escala mundial manejado por corporaciones internacionales y grupos de élite, lamentablemente favorecidos por nuestros gobiernos "progresistas". La continuación de un modelo energético dependiente del petróleo no puede traer a nuestro país más que ruina y mayor dependencia.
Es hora de que los argentinos exijamos un cambio de rumbo que priorice la preservación del agua y de los ecosistemas que garantizan la continuidad de la vida, sobre este modelo de crecimiento económico depredador.
Asimismo, apoyamos la lucha legítima del Pueblo Mapuche en Neuquén, que en estos momentos resiste la usurpación y destrucción de sus territorios. Por un mundo libre de fracking.  

Foro Ecologista de Paraná
Fuente: http://www.foroecologista.com.ar/index.php/fracking/128-argentina-libre-de-fracking
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28.05.2014
En la 2ª Cumbre de Integración Internacional de Territorios libres de Fracking, que se desarrolló en el Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén, se acordó llevar a cabo una serie de compromisos, a la vez de ratificar los expuestos anteriormente como así también los principios y acciones que se llevan adelante en contra del sistema de fractura hidráulica como técnica de extracción de gas y petróleo de yacimientos no convencionales.
Estas formaciones geológicas se ubican a varios miles de metros de profundidad y para acceder a ellas se debe perforar hasta la formación que alberga los hidrocarburos, empleando una técnica de perforación mixta. En primer lugar, se perfora verticalmente y posteriormente se continúa de forma horizontal, a lo largo de varios kilómetros. 
Esta segunda cumbre tuvo una importante presencia de concejales y legisladores provinciales de Buenos Aires, Neuquén, Corrientes, Entre Ríos, Río Negro, Mendoza y Chubut; asambleas y organizaciones de vecinos de las estas mismas provincias, referentes de comunidades Mapuches, estudiantes, partidos políticos y público en general.
Allí los presentes, en común acuerdo, ratificaron los principios, compromisos y acciones explícitas en el acta de la primera cumbre, realizada en diciembre de 2013 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Trabajo de campo
La 2ª Cumbre de Integración tuvo como dinámica especial el trabajo en campo, mediante la realización de un toxitour que permitió visualizar la situación del municipio de Allen, provincia de Río Negro, donde en la zona de chacras y barrios ribereños se ha llevado a cabo esta práctica y ha tenido un fuerte rechazo.
Asimismo, se accionó en virtud de los compromisos generales, exponiendo las realidades de cada municipio participante a través de ponencias de sus respectivos representantes, testimonios de la realidad que padecen vecinos que  habitan en cercanía de sitios de exploración y explotación hidrocarburífera,  exposiciones de la cuestión ambiental, técnica y legislativa encuadradas en la temática de fracking y mesas de debate. 

Compromisos

Allí finalmente se acordó asumir y llevar adelante una serie de compromisos, tales como intensificar la red de contactos establecidos entre los miembros activos y próximas adhesiones; ofrecer a la red los saberes técnicos, jurídicos, legislativos y comunitarios para nutrir  propuestas, proyectos y /o acciones  que se originen desde cualquier lugar del país, e impulsar la creación de pequeños grupos de profesionales de la salud para investigar y relacionar la actividad petrolera  a las posibles afectaciones a la salud de las poblaciones.
También se propuso crear una base de datos legislativa nacional referida a ordenanzas antifracking y acceso al agua como bien común; establecer como eje central  la protección de las cuencas hidrográficas, previniendo que el manejo del recurso hídrico encuadre con una alternativa viable, sustentable desde lo social y ambiental, como asimismo difundir cada acción ejecutada por la red para promover los compromisos asumidos por la cumbre.
Para el próximo encuentro de estas características, se convino contar con la presencia de legisladores nacionales y provinciales, y concejales de todo el país, a efectos de diseñar políticas comunes en sus cuerpos legislativos.
Y finalmente se propuso a la ciudad de Bahía Blanca como sede de la tercera cumbre, que se realizará el próximo mes de agosto.

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 El ‘fracking’ produjo miles de terremotos en EE.UU.

Por Nuño Domínguez (Materia)
Un trabajo con participación del Servicio Geológico de EEUU desvela una relación “probable” entre la inyección de agua residual en el subsuelo y un espectacular aumento de los terremotos en el estado de Oklahoma.

Un estudio científico en EEUU culpa a varias explotaciones de fracking de causar más de 2.000 terremotos en Oklahoma. Este estado destaca entre los que más operaciones tienen de fractura hidráulica o fracking en todo el país y ha experimentado un espectacular aumento de los seísmos en los últimos cinco años. Los geólogos han bautizado a la serie de terremotos como el “enjambre de Jones” por el nombre de la pequeña localidad cercana a la capital del estado donde, desde 2008, se han registrado 2.547 terremotos de magnitud tres o superior, casi uno por cada uno de sus 2.692 habitantes, según recalca la revista Science, que ha publicado hoy el estudio.
Hasta ahora ha sido difícil asegurar hasta qué punto las explotaciones de gas y petróleo que usan la fracturación hidráulica, o fracking, provocan seísmos, resalta el estudio. Este también parecía el caso del enjambre de Jones, pues el pueblo está a más de 20 kilómetros del pozo de frackingmás cercano. Pero los nuevos datos muestran cómo la inyección de agua sobrante en el subsuelo que realizan las explotaciones de frackinggeneran una creciente presión subterránea que, en el caso de Jones, “probablemente” está causando el pronunciado aumento de terremotos.

Desde 2008, la zona ha pasado de experimentar una media de dos terremotos de magnitud tres o mayor al año a sufrir 145 en lo que va de 2014, todo un récord desde que hay registros. Dicho de otra manera, desde 2008 la zona ha multiplicado por 40 su número de seísmos, según el trabajo en Science.
Oklahoma registró en 2011 el que, hasta ahora, es el mayor seísmo relacionado con la inyección de fluidos en el terreno: un temblor de intensidad 5,7 que destruyó 14 casas y una autopista dejando dos heridos.
España también es uno de los focos de atención ante este problema. Un tipo de inyección en el subsuelo similar, pero con gas en lugar de agua, el almacén Castor, ha provocado una serie de terremotos en el área de Vinaroz, en Castellón. La explotación está paralizada, su concesionaria quiere desistir y es posible que el estado tenga que pagar una compensación millonaria a las empresas promotoras, lo que ha intensificado la polémica en torno a este tipo de explotaciones, en parte porque ni Gobierno ni empresas supieron comunicar a tiempo lo que cualquier experto sabe desde hace décadas, que este tipo de explotaciones puede provocar pequeños seísmos, la inmensa mayoría sin peligro.
El trabajo actual se centra en los llamados pozos de inyección que van asociados al fracking. Esta técnica consiste en la inyección de agua, arena y productos químicos a presión para romper la roca en el subsuelo y liberar el gas o el crudo que está impregnado en ella y que no sale si no se le empuja. En las explotaciones de petróleo, una vez la mezcla sale a la superficie es necesario separar los hidrocarburos del agua. Después, parte de los desechos se dejan en balsas para que se evaporen y otra parte va a esos pozos mencionados que inyectan el agua en capas profundas del subsuelo, una técnica común en las explotaciones de EEUU.

Pozo Garganta Profunda
El trabajo en Science, en el que ha participado el Servicio Geológico de EEUU (USGS), una agencia del Gobierno, es el primero que combina datos sísmicos con un modelo que calcula la presión ocasionada por la inyección de agua sobrante. Los resultados muestran que los terremotos de Jones coinciden con una creciente oleada de presión en el subsuelo achacable a cuatro de los mayores pozos de inyección del estado, a pesar de estar a unos 20 kilómetros. Estos pozos de inyección a gran escala llegan a necesitar 1.000 barriles de agua por cada uno de petróleo que se obtiene, según el estudio.
Los cuatro pozos en cuestión han sido bautizados con nombres como “Flower Power” y “Deep Throat” (Garganta Profunda). La empresa propietaria, New Dominion, ha dicho que el estudio se basa en “asunciones falsas”, según Science, pero se ha negado a responder preguntas.
Los autores abogan por aumentar los controles sobre este tipo de explotaciones. “En los pozos que inyectan agua a mayor escala sería deseable que hubiese un mayor control para determinar la presión del fluido y cómo se expande por el subsuelo”, explica a Materia Barbara Bekins, hidróloga del USGS. Es importante tener en cuenta que este problema no parece ser la norma, sino la excepción. En el estado de Oklahoma hay unos 10.000 pozos de inyección, resalta Bekins, y, por ahora, solo esos cuatro que funcionan con un mayor volumen de agua han resultado ser problemáticos, según el análisis.

Evaluaciones más estrictas
“Este estudio es importante porque cuantifica algo que ya se sabía”, opina José Martínez Díaz, geólogo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y experto en peligrosidad sísmica. “La relación entre las inyecciones y los microterremotos era conocida, pero hasta ahora no se sabía hasta qué magnitud llegaban esos terremotos”, comenta. “El problema”, añade, “llega cuando hay una falla activa, que es lo que ha pasado en Oklahoma y en Valencia con Castor”.
El trabajo alerta de que se trata de un fenómeno gradual y que si se ven afectadas fallas mayores son posibles terremotos de magnitudes más elevadas que podrían afectar incluso a la ciudad de Oklahoma, con una población de unos 600.000 habitantes.
“Este es un tema equiparable al cáncer, sabemos mucho, pero es mucho más lo que desconocemos, por eso es muy difícil predecir qué sucederá hasta que las explotaciones ya estén en marcha”, reconoce Luis González de Vallejo, catedrático de ingeniería geológica de la UCM. En su opinión, las evaluaciones necesarias antes de abrir una explotación de fracking deberían ser más estrictas a la luz de estudios como este y, sobre todo, dice, “ser encargadas a un organismo independiente, y no a la empresa que quiere la concesión como hasta ahora”.
Desde la asociación de empresas de fracking en España, Shale Gas España, señalan que la “reinyección no es una técnica que se vaya a utilizar en los proyectos de exploración de gas no convencional en España porque en nuestro país no existen este tipo de depósitos asociados a la producción de hidrocarburos”.
REFERENCIA
Nuño Domínguez. Periodista especializado en ciencia. Antes de Materia, pasé por El Mundo, La Voz de Galicia, la Agencia Efe y el diario Público. También he trabajado en la Universidad de Harvard y el CSIC.

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