lunes, 30 de junio de 2014

I. Repudiemos a la deuda por estafa e instrumento de dominación y dependencia en vez de a los buitres o al juez Griesa.

Argentina tiene que ir al default

Por: Lic. Héctor Giuliano (especial para ARGENPRESS.info)
Ya lo hemos planteado: El rey está desnudo y hay que decirlo.

Si el paciente está enfermo de cáncer hay que reconocerlo y decírselo porque fallar en la identificación del problema y/o trampear en su diagnóstico van contra cualquier terapia posible.

Todo ocultamiento de la realidad va a ser peor.

El fallo y sus consecuencias (…)



Replanteo del problema deuda

Si existiera alguna vía de solución al problema de la Deuda Pública Perpetua la misma nunca pudiera darse bajo las actuales condiciones del endeudamiento: es necesario replantear los términos de discusión de la deuda; y a ello ya nos hemos referido:

1. Blanquear el DEFAULT para ir a una re-estructuración forzosa y no voluntaria de la Deuda.

2. Verificar todas las acreencias, esto es AUDITAR LA DEUDA, que significa investigarla.

3. Sólo con el dictamen de la deuda legítima y la demostración de la capacidad de repago, sentarse con los acreedores para ajustar las formas de la RE-ESTRUCTURACIÓN.

Pero el requisito básico del Default es su totalidad: no hay default parcial - como se manejó, en cambio, el problema en el 2002, en que salimos de una Crisis de Deuda con más endeudamiento - sino integral, es decir, un default en el que deben contemplarse los derechos de todos los acreedores y no sólo el privilegio de los acreedores privados extranjeros.

Cuando se habla de default total esto quiere decir, entonces, que tiene que haber respuesta también a cómo, cuando, cuánto y quién paga la enorme Deuda intra-Estado acumulada por este gobierno, que es el 60 % de la Deuda del Estado Central; y de la cual ni autoridades ni voceros del Partido de la Deuda dicen media palabra.

Porque los fondos de la ANSES prestados compulsivamente al Tesoro - que es la plata de los jubilados - también tienen que ser devueltos, porque las divisas que la administración Kirchner retiró y retira vaciando las reservas del Banco Central (BCRA) no son del gobierno sino el respaldo de la Moneda Nacional y de toda la Balanza de Pagos del Estado Argentino, porque las autoridades tienen que decir cómo se arregla ahora el entuerto de haber empapelado al Sector Público (con el Banco Nación a la Cabeza, aparte de la ANSES y el BCRA) con títulos impagables y porque tiene que definirse qué pasa con el rol de la deuda cuasi-fiscal del BCRA como mecanismo de compra de reservas con deuda.

En este contexto de la nueva Crisis de Deuda el Congreso tiene que retomar su función y los legisladores tienen que cumplir con sus obligaciones constitucionales de arreglar la Deuda Pública:

a) Obligando una reformulación de la Ley de Presupuesto 2014 con los verdaderos números posteriores al cambio de los supuestos macro-económicos, producidos justamente al inicio de este ejercicio.

b) Retirando la delegación de facultades especiales al Poder Ejecutivo para retomar en forma directa el manejo de la cuestión de la Deuda.

c) Revisando toda la normativa legal y administrativa vigente en materia de Endeudamiento del Estado.

Se trata, muy probablemente, de la última oportunidad histórica para hacer estas cosas; pero para ello se requiere: CAPACIDAD, HONESTIDAD Y CORAJE.

Rendición ante el partido de la deuda

Tal
como lo venimos diciendo, el gobierno Kirchner - como los que lo precedieron - no tiene otra Política de Deuda que la de seguir re-endeudándose (pago de deuda con más deuda) y hacerlo así para volver a los mercados de capitales a tomar deuda nueva.


La Argentina está nuevamente en situación de default, vive en situación de default, pero lo oculta con el mecanismo de la Deuda Perpetua: toda obligación que vence por capital se refinancia.

Con esto se cumple con la falacia central del Partido de la Deuda: tomen deuda aunque no la puedan pagar porque, mientras puedan aguantar el pago de los intereses, nosotros les refinanciamos el principal y además le damos más deuda.

El gobierno K - un gobierno debilitado, incoherente y corrompido - es hoy un peligro para los intereses del Estado: éste gobierno está aceptando cualquier cosa en materia de Deuda (CIADI, Repsol, Club de París, Bonar 2017, más préstamos multilaterales, deuda cuasi-fiscal del BCRA, deudas igualmente impagables de provincias y municipios, de empresas y organismos del Estado, etc.).

Hemos llegado a un punto de inflexión que impone el blanqueo de la realidad: el costo de la ficción de no reconocer la nueva Crisis de Deuda sólo empeora la situación.

Es el camino hacia una rendición forzosa y segura ante el Partido de la Deuda y la Banca Internacional que lo sostiene mientras se escenifica una resistencia que no existe: una rendición “exitosa” más en el camino de servidumbre financiera del Sistema de la Deuda.
Pero es, además, la peor de las rendiciones, que es la rendición sin lucha: porque EL QUE SE RINDE SIN PELEAR NUNCA TERMINA DE RENDIRSE.

Este trabajo es continuación del anterior titulado 
“Holdouts: Default o más Deuda” (del 25.6), que se considera de lectura previa imprescindible como complemento del presente

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