lunes, 30 de junio de 2014

II. Repudiemos a la deuda por estafa e instrumento de dominación y dependencia en vez de a los buitres o al juez Griesa.

Desaceleración económica y negociaciones en Nueva York

Por: Julio C. Gambina (especial para ARGENPRESS.info)
La economía argentina se desacelera en el marco de fuertes presiones de los acreedores de la deuda con sentencia favorable de la justicia de Nueva York.(...)


Cumplir con el 100% de los acreedores

El discurso oficial, apoyado por el arco opositor con capacidad de ser gobierno, manifiesta la vocación de cancelar la deuda en su totalidad, sea el 92,4% ingresado a los canjes de deuda del 2005 y 2010, como al 1% que hizo juicio en Nueva York y ya tiene sentencia en firme, como al resto no ingresado al canje y que explica la continuidad del default (cesación de pagos) iniciado a fines del 2001.

Muy pocos parlamentarios se manifiestan contrarios a honrar el fraude de la deuda, según manifiesta la sentencia del Juez Ballesteros del año 2000, o las múltiples denuncias en sede judicial en la Argentina contra operaciones de canje de deuda en tiempos constitucionales. Algunos razonamientos aluden críticamente a la mayor validez otorgada a una sentencia gestada en Estados Unidos que a otra surgida desde la Argentina.

En rigor, existe en el país una tendencia mayoritaria en el régimen político institucional favorable al pago de la deuda, mientras resurge una corriente crítica, que entre otros se manifiesta en la Carta dirigida al Juez Griesa por parte del Premio Nobel de la Paz Adolfo Peréz Esquivel donde señala que "no es un justo pagar una deuda ilegítima e inmoral"(2). Esta corriente de opinión crítica retoma la consigna del No pago de la Deuda que se sustenta en una larga tradición de pensamiento y acción contra el orden capitalista y sus derivaciones especulativas, financieras y usurarias.

La crítica al endeudamiento y la presión acreedora se anima en declaraciones de apoyo, algunas que se destacan por el origen, caso de las opiniones de los presidentes ecuatoriano o boliviano.

Rafael Correa manifestó "Toda nuestra solidaridad a Argentina, todo nuestro apoyo. Yo creo que no debería pagar eso". Agregó que "Unidos, con una acción concertada de América Latina, se podría evitar aquello, pero creo que todavía estamos lejos de esa capacidad de coordinación". Siguió diciendo que "el orden mundial no solo es injusto sino inmoral, y solo unidos podremos resistir a ese injusto orden mundial o incluso cambiarlo, solo unidos, la integración latinoamericana.”(3)

Evo Morales, en su condición de presidente pro-témpore del Grupo de los 77 más China (G77+China), anunció que se comunicará "con otros mandatarios a ver qué podemos hacer para derrotar esta clase de asalto, de especulación financiera, a la extorsión económica"(4), con relación a la sentencia estadounidense a favor de la demanda de cobro contra la Argentina. Recordemos que la presidencia boliviana del G77+China es lo que facilitó la presencia urgida del Ministro de Economía de Argentina en la sede neoyorkina de Naciones Unidas, informando sobre la situación creada a propósito de la sentencia del Juez estadounidense.

La opción que surge de movimientos populares locales y expresiones parlamentarias en Argentina contra el pago de la deuda, se vincula a las voces desde el exterior que claman por una nueva arquitectura financiera en la región. En rigor, demandan ensayos de caminos alternativos a la lógica del capitalismo de época. Es algo a procesar desde las definiciones que surjan desde la Argentina en el marco de una integración alternativa a la que sugiere el orden capitalista. Claro que eso supone ir en camino totalmente inverso a la decisión mayoritaria por honrar el fraude del cáncer de la deuda.

La deuda pública No puede y No debe pagarse
Pero más allá de opiniones, importan los hechos que remiten a las dificultades de la economía argentina y las restricciones para hacer frente a los pagos externos, lo que implica señalar que el país no puede pagar, salvo con la recurrencia de mayor endeudamiento, y en consecuencia, el agravamiento de una hipoteca sobre el presente y el futuro de generaciones.

Si el default del 2001 por 100.000 millones de dólares se sustentó en una deuda impagable de 144.000 millones de dólares, y la presidencia informa que se abonaron en una década 173.000 millones de dólares, y el último dato oficial indica una deuda de 209.000 millones de dólares, a lo que debe adicionarse los bonos emitidos para cancelar sentencias al CIADI, compensación a Repsol por la expropiación parcial de YPF, el arreglo al Club de París y la sentencia de la Justicia de Estados Unidos, más otras demandas de holdout, la deuda se estira hasta los 240.000 millones de dólares.

El problema es que el argumento oficial y el apoyo de la oposición sistémica es que se necesitan nuevos préstamos e inversiones. Es más, el argumento oficial transita por el desendeudamiento, que habría servido para volver a tomar deuda. Todos los caminos conducen al re-endeudamiento, aun cuando la deuda tenga una proporción menor en el PIB que hacia el 2001. Todo se reduce a más deuda para cancelar deuda y continuar profundizando el cáncer de la deuda.

La cuestión se agrava con el paso de los días. El gobierno dispuso cancelar a deudores ingresados al canje depositando los recursos necesarios en el banco pagador de Nueva York, En lugar de embargar, el Juez Griesa en Estados Unidos, indicó al banco devolver los fondos y exige a la Argentina negociar con los acreedores de la sentencia en firme por 1.500 millones de dólares.

No se sabe cómo sigue la historia, pero es un cuento en capítulos diarios, con novedades e incertidumbres sobre el costo definitivo que significa pagar la deuda con más deuda que resta posibilidad a satisfacer necesidades insatisfechas de la población. Por eso, porque no se puede pagar sin mayores privaciones populares es que la deuda no debe pagarse.

Costos por pagar o no pagar

El interrogante inmediato es ¿qué pasaría si no se paga? Lo mismo que ocurrió luego de la cesación de pagos de diciembre del 2001. Si en el 2001 se utilizaron 12.000 millones de dólares para cancelar deuda, al año siguiente, en default, la cifra bajó a 3.000 millones, utilizando la diferencia para otros fines, que aun cuando se los discuta sobre a quienes se beneficiaron con esas políticas, la realidad es que se facilitó un proceso de aplicación de recursos públicos para la recuperación de la economía local.

Además, quedar afuera del mercado mundial de préstamos, favoreció la posición local ante la crisis mundial emergente en 2007-2009, por ausencia de exposición a nuevo endeudamiento, cuestión que afectó seriamente a países fuertemente endeudados, caso de Grecia.

¿Necesita Argentina nueva deuda e incluso inversiones externas, tal como señala el discurso mayoritario de gobierno y oposición, en consonancia con la lógica de las clases dominantes? ¿Es bueno ser país emergente, destinatario de préstamos e inversiones externas?


Diremos hasta el cansancio que es emergente el país que ofrece fuerza de trabajo barata y abundantes recursos naturales. Son los factores que hacen al modelo productivo y de desarrollo hegemonizado por transnacionales, que para el caso argentino se asocian a la soja, la mega minería o al petróleo y gas no convencional. ¿Es la única opción productiva? No, se puede transitar otro camino, y no supone el aislacionismo, sino la decisión de articular integradamente con la región la posibilidad de una alternativa de cara al Sur del mundo.

El tema de la solidaridad es de ida y vuelta. Argentina no acompañó con proceso similar a Ecuador en 2007 cuando este país hizo su auditoria para disminuir el monto de deuda por ilegalidad de la misma. El país tampoco acompañó a Bolivia, Venezuela y Ecuador cuando éstos se retiraron del CIADI, además que Brasil nunca lo reconoció. El país está en mora solidaria con esos procesos y bien podría ahora retomar una perspectiva crítica sobre la base de los pronunciamientos contra la extorsión de la justicia estadounidense y el accionar de la especulación que expresan los fondos buitres.

La Argentina puede sostener el No Pago de la Deuda y su investigación, para luego renegociar eliminando la cesión de soberanía jurídica, junto a la denuncia de la institucionalidad subordinada: los tratados bilaterales en defensa de las inversiones, como la inserción al CIADI.

Confirmamos que este rumbo supone discutir la inserción en el orden capitalista y construir una lógica inspirada en la satisfacción de las necesidades sociales más extendidas, lo que puede abordarse desde un programa de soberanía (alimentaria, energética, financiera) e integración regional
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Notas (...) 
Fuente: http://www.argenpress.info/2014/06/desaceleracion-economica-y.html

I. Repudiemos a la deuda por estafa e instrumento de dominación y dependencia en vez de a los buitres o al juez Griesa.

Argentina tiene que ir al default

Por: Lic. Héctor Giuliano (especial para ARGENPRESS.info)
Ya lo hemos planteado: El rey está desnudo y hay que decirlo.

Si el paciente está enfermo de cáncer hay que reconocerlo y decírselo porque fallar en la identificación del problema y/o trampear en su diagnóstico van contra cualquier terapia posible.

Todo ocultamiento de la realidad va a ser peor.

El fallo y sus consecuencias (…)



Replanteo del problema deuda

Si existiera alguna vía de solución al problema de la Deuda Pública Perpetua la misma nunca pudiera darse bajo las actuales condiciones del endeudamiento: es necesario replantear los términos de discusión de la deuda; y a ello ya nos hemos referido:

1. Blanquear el DEFAULT para ir a una re-estructuración forzosa y no voluntaria de la Deuda.

2. Verificar todas las acreencias, esto es AUDITAR LA DEUDA, que significa investigarla.

3. Sólo con el dictamen de la deuda legítima y la demostración de la capacidad de repago, sentarse con los acreedores para ajustar las formas de la RE-ESTRUCTURACIÓN.

Pero el requisito básico del Default es su totalidad: no hay default parcial - como se manejó, en cambio, el problema en el 2002, en que salimos de una Crisis de Deuda con más endeudamiento - sino integral, es decir, un default en el que deben contemplarse los derechos de todos los acreedores y no sólo el privilegio de los acreedores privados extranjeros.

Cuando se habla de default total esto quiere decir, entonces, que tiene que haber respuesta también a cómo, cuando, cuánto y quién paga la enorme Deuda intra-Estado acumulada por este gobierno, que es el 60 % de la Deuda del Estado Central; y de la cual ni autoridades ni voceros del Partido de la Deuda dicen media palabra.

Porque los fondos de la ANSES prestados compulsivamente al Tesoro - que es la plata de los jubilados - también tienen que ser devueltos, porque las divisas que la administración Kirchner retiró y retira vaciando las reservas del Banco Central (BCRA) no son del gobierno sino el respaldo de la Moneda Nacional y de toda la Balanza de Pagos del Estado Argentino, porque las autoridades tienen que decir cómo se arregla ahora el entuerto de haber empapelado al Sector Público (con el Banco Nación a la Cabeza, aparte de la ANSES y el BCRA) con títulos impagables y porque tiene que definirse qué pasa con el rol de la deuda cuasi-fiscal del BCRA como mecanismo de compra de reservas con deuda.

En este contexto de la nueva Crisis de Deuda el Congreso tiene que retomar su función y los legisladores tienen que cumplir con sus obligaciones constitucionales de arreglar la Deuda Pública:

a) Obligando una reformulación de la Ley de Presupuesto 2014 con los verdaderos números posteriores al cambio de los supuestos macro-económicos, producidos justamente al inicio de este ejercicio.

b) Retirando la delegación de facultades especiales al Poder Ejecutivo para retomar en forma directa el manejo de la cuestión de la Deuda.

c) Revisando toda la normativa legal y administrativa vigente en materia de Endeudamiento del Estado.

Se trata, muy probablemente, de la última oportunidad histórica para hacer estas cosas; pero para ello se requiere: CAPACIDAD, HONESTIDAD Y CORAJE.

Rendición ante el partido de la deuda

Tal
como lo venimos diciendo, el gobierno Kirchner - como los que lo precedieron - no tiene otra Política de Deuda que la de seguir re-endeudándose (pago de deuda con más deuda) y hacerlo así para volver a los mercados de capitales a tomar deuda nueva.


La Argentina está nuevamente en situación de default, vive en situación de default, pero lo oculta con el mecanismo de la Deuda Perpetua: toda obligación que vence por capital se refinancia.

Con esto se cumple con la falacia central del Partido de la Deuda: tomen deuda aunque no la puedan pagar porque, mientras puedan aguantar el pago de los intereses, nosotros les refinanciamos el principal y además le damos más deuda.

El gobierno K - un gobierno debilitado, incoherente y corrompido - es hoy un peligro para los intereses del Estado: éste gobierno está aceptando cualquier cosa en materia de Deuda (CIADI, Repsol, Club de París, Bonar 2017, más préstamos multilaterales, deuda cuasi-fiscal del BCRA, deudas igualmente impagables de provincias y municipios, de empresas y organismos del Estado, etc.).

Hemos llegado a un punto de inflexión que impone el blanqueo de la realidad: el costo de la ficción de no reconocer la nueva Crisis de Deuda sólo empeora la situación.

Es el camino hacia una rendición forzosa y segura ante el Partido de la Deuda y la Banca Internacional que lo sostiene mientras se escenifica una resistencia que no existe: una rendición “exitosa” más en el camino de servidumbre financiera del Sistema de la Deuda.
Pero es, además, la peor de las rendiciones, que es la rendición sin lucha: porque EL QUE SE RINDE SIN PELEAR NUNCA TERMINA DE RENDIRSE.

Este trabajo es continuación del anterior titulado 
“Holdouts: Default o más Deuda” (del 25.6), que se considera de lectura previa imprescindible como complemento del presente

Involucrémonos en romper con la condición de pagador serial para atender a los derechos de los de abajo de salud, educación, trabajo, vivienda y dignos salarios, jubilaciones, pensiones.

Deuda externa

Ni un peso a los fondos buitres ni al Club de París

20/6/2014
Apenas 96 horas tardó la presidenta Cristina Kirchner para modificar en 180 grados la posición del gobierno argentino frente al fallo de la Corte Suprema estadounidense, de claro respaldo al usurero reclamo de los “fondos buitres”, dejando de lado la denuncia política de “extorsión” para asumir una petición mendicante frente al juez de Nueva York Thomas Griesa, de “condiciones justas de negociación” para cumplir con el “100% de los bonistas”.

Ante la disyuntiva de “Patria o Fondos Buitres”, que la militancia kirchnerista de “Unidos y Organizados” convirtió en consigna en los últimos días, no hay duda de que la Presidenta optó por los segundos en detrimento de la primera. De este modo, una vez más, queda expuesto el antiimperialismo de “patas cortas” que profesa el kirchnerismo, posicionamiento que en lo sustancial sigue siendo de adaptación y concesión frente al imperialismo, sólo que maquillado con retórica popular y apelaciones a la soberanía nacional.  

El gobierno continúa, así lo que se viene haciendo desde hace décadas. Todos los gobiernos, la dictadura y los que se sucedieron desde el 83 hasta hoy, han sido cómplices del saqueo que implica la deuda. Así, en 1975, antes de la dictadura debíamos 9.000 millones de dólares. En 1983 eran 45.000 millones de dólares. Y ahora seguimos debiendo 250.000 millones de dólares. Pese a que ya hemos pagado en concepto de capital e intereses una suma igual a la que ahora debemos.
Un nuevo ejemplo de esto fue el acuerdo de hace apenas unas semanas con el Club de París, sellado por el equipo económico que encabeza el ministro Axel Kicillof, quien reconoció US$ 9700 millones de deuda ante este club de acreedores imperialista, comprometiéndose a pagarlos en su totalidad en un plazo no superior a los 7 años. La actual reculada frente a los “fondos buitres” y los jueces yanquis que los “sponsorean” en los estrados judiciales, es un episodio más de esta orientación de sumisión al imperialismo.

No es casualidad que la totalidad de la oposición patronal, buena parte de ella claramente a la derecha del kirchnerismo, haya festejado en su momento ese acuerdo; y salga ahora a convalidar la “sensatez” del viraje oficial de Cristina Kirchner (Sergio Massa destacó que el discurso presidencial “va en el sentido correcto”), dejando en claro que, pese a sus matices, el FPV, el Frente Renovador, UNEN y el PRO conforman hoy una gran coalición del ajuste y del endeudamiento externo.

La contracara de estas políticas de entrega son los “techos salariales” por debajo de la inflación; los miles de despidos y suspensiones que se vienen dando en la industria automotriz y en otros sectores de actividad hoy en crisis; el desfinanciamiento crónico de la salud y la educación públicas; la inversión insuficiente en planes de viviendas e infraestructura para los sectores populares, entre otras cuestiones vitales y aún pendientes para el desarrollo de nuestro pueblo.

Por estas razones, las organizaciones firmantes de esta declaración denunciamos el carácter fraudulento e ilegítimo de la deuda externa; y nos pronunciamos decididamente en contra de destinar un solo peso surgido del trabajo y esfuerzo de nuestro pueblo, al pago de los “fondos buitres” de Nueva York y también de los usureros miembros del Club de París.

En esta perspectiva, llamamos a romper con las cadenas de dependencia al imperialismo que condicionan el desarrollo económico y social de nuestro país, sabiendo claramente que esa tarea histórica sólo puede ser asumida y protagonizada por un gobierno de los trabajadores y el pueblo; ya que cualquier variante de gobierno de las clases dominantes claudicará indefectiblemente, como lo hace hoy el kirchnerismo, ya que la lucha consecuente contra el imperialismo está inseparablemente ligada con la pelea a fondo contra el propio sistema capitalista.
       
-No al pago de la fraudulenta e ilegítima deuda externa.

-Por salud, educación, trabajo y vivienda para todos: 
ni un peso a los fondos buitres ni al Club de París.

-Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo, 
por una alternativa revolucionaria y socialista.

FRENTE ÚNICO MIR-OTR  /  CÓRDOBA SE MUEVE  /  TACU

 Fuente: http://www.mirargentina.org/index.php?seccion=articulo&idArt=456

domingo, 29 de junio de 2014

Invitamos a adherir: NUNCA MÁS BUITRES [AW]. "Nuestro pueblo no sólo no es deudor sino que es acreedor de una justa y legítima deuda social que crece cada día y que debe ser pagada cuanto antes".

NUNCA MÁS BUITRES

Nuestro país ha recibido un nuevo revés en los tribunales de los Estados Unidos. El resultado no podía ser otro. Fue el propio Estado argentino quien se ha venido sometiendo desde la dictadura a la fecha, atado de pies y manos, a las condiciones del capital trasnacional, renunciando a sus derechos soberanos, aceptando ser juzgado ante la justicia de los propios acreedores y sosteniendo que no tenía opción al “honrar” una deuda, probadamente, ilegítima e ilegal. Alternativas hay, por lo que llamamos a las autoridades argentinas – a la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, al Congreso Nacional, al Poder Judicial – a asumir sus responsabilidades para no seguir pagando lo que no debemos.

Esta vez, fue la Corte Suprema estadounidense la que rechazó el pedido argentino de frenar, al menos hasta diciembre, los efectos de los fallos anteriores. El costo para el pueblo argentino, en términos de salud, educación, empleo y otros derechos fundamentales, será mucho más grave que el embargo de la “Libertad” hace dos años, ordenado en esta misma causa. El Estado argentino ha sido condenado a pagar de inmediato el 100% de los bonos holdouts demandantes, unos U$S 1.330 millones, si quiere evitar una nueva suspensión de pagos a los bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010. Pero sin dudas, el fallo será además un estímulo para nuevos reclamos judiciales, lo que podría implicar, según anunció la propia Presidenta, unos U$S 15.000 millones adicionales.

Este panorama confirma que la deuda es “inmanejable”.Desde 2003 a la fecha se pagaron no menos de U$S 173.000 millones. Sin embargo, pese a ello, hoy la deuda asciende a más de U$S 240.000 millones, cuando en 2002 era de U$S 144.212 millones – y hace apenas un año, de U$S 209.000 millones.

La única realidad es que todas las re-negociaciones de deuda realizadas desde 1983 a la fecha han fracasado rotundamente. Cada una de ellas se presentó como la solución final al problema de la deuda pero la terminaron agravando. Es que mientras no se enfrente de raíz el problema, asumiendo las consecuencias de su ilegalidad e ilegitimidad y anulando las leyes, tratados y acuerdos que siguen otorgando privilegios a los capitales transnacionales,  la deuda continuará poniéndonos de rodillas.

Lamentablemente, el gobierno nacional persiste en su estrategia de 'manejar' la deuda, tornándonos al pueblo argentino en pagadores seriales de una deuda imposible de saldar. Su objetivo principal es volver a los mercados internacionales para colocar allí más deuda y traer nuevas inversiones, intentando así resolver su crisis de pago provocada por la falta de liquidez que el aumento de los déficit fiscal y externo le han causado – de una manera que la historia nos ha señalado, tampoco logrará los resultados buscados.

Estos déficits se venían tapando hasta el momento mediante un creciente endeudamiento intra-Estado, o sea, pagando a terceros acreedores con bonos que se cancelan con fondos provenientes de organismos públicos (ANSES, Banco Central, Banco Nación, Lotería Nacional, etc). Pero este mecanismo de pago se encuentra agotado, por lo que urge al gobierno retomar el camino del endeudamiento externo.

Y es para lograr ese fin que el gobierno nacional viene cumpliendo con pasos previos que el capital transnacional le exige: arreglo de la deuda con el Club de París y holdouts, cumplimiento de los laudos del CIADI y pago de indemnización a REPSOL por la “nacionalización” de YPF (todo con emisión de más deuda pública, renunciando a la revisión de los reclamos, cediendo nuevamente jurisdicción y acordando cifras y condiciones infladas y secretas).

El re-endeudamiento externo implicará mayores compromisos de pago y más condicionalidades externas. Esto es, más ajuste y empobrecimiento, más liberalización, más dependencia y presión extractivista contra los bienes naturales, lo que derivará, tarde o temprano, en una nueva crisis de pago, y así sucesivamente en este círculo vicioso de la deuda.

Es necesario romper con la lógica perversa de la deuda, repudiarla por ser una estafa al pueblo argentino y un instrumento de dominación y dependencia que nos ata a un modelo productivo depredador de la naturaleza y violador de los derechos humanos. El sistema de la deuda y el modelo impuesto, dirigido fundamentalmente a producir “commodities” en beneficio de los países centrales, son los responsables de la creciente concentración de la riqueza con su contracara de pobreza, marginación y violencia. El pueblo argentino no ha sido beneficiario de una deuda contraída por quienes no representaron sus intereses, viciada de fraudes e ilegitimidad y, no puede ni debe soportar sobre sus espaldas el pago de la misma. Nuestro pueblo no sólo no es deudor sino que es acreedor de una justa y legítima deuda social que crece cada día y que debe ser pagada cuanto antes.

Como primera medida, es preciso suspender los pagos hasta tanto una Auditoria Participativa e Integral determine si hay tramos de la misma que puedan considerarse legales y legítimos. Contamos con el antecedente de Ecuador, que en 2007 dispuso una Auditoría de la Deuda Pública que permitió calificar de “ilegal, ilegítima y corrupta” a gran parte de la misma. Y en nuestro propio país,  con el invalorable aporte de la causa “Olmos”, donde en la sentencia se dieron por probados centenares de ilícitos en el proceso de endeudamiento del período 1976/82 que dio origen directo a los bonos hoy en manos de los fondos especulativos llamados “buitres”.

Una Auditoria supone también denunciar la institucionalidad que subordina a la Argentina a los intereses del gran capital, tales como la cesión de jurisdicción, los tratados y acuerdos de inversión y comercio y la pertenencia al CIADI. Y asumir en la práctica que los derechos humanos tienen primacía por sobre cualquier acuerdo comercial de deuda, según señala el derecho nacional e internacional.

Además, la Justicia argentina tiene que declarar la nulidad absoluta de los actos delictuales investigados en la causa “Olmos” y proseguir con las demás demandas abiertas, incluyendo las del escandaloso Megacanje de 2001 y el Canje de 2010.

El Congreso de la Nación debe también desempolvar la causa “Olmos” y exigirle al Poder ejecutivo que pida nulidades y demande la reparación del daño a los que resultaron contraparte de la Nación en los actos ilícitos.

Porque los privilegiados deben ser los acreedores internos de la deuda social, y no los acreedores externos de una deuda ilegítima e ilegal que condiciona a la miseria y al atraso al pueblo argentino.

FIRMAS INICIALES:
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora
Mirta Baravalle, Madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora
Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina
Servicio Paz y Justicia SERPAJ
ATTAC Argentina
Programa de Deuda Ilegítima y Justicia Ecológica de la Federación Mundial Luterana
Juan Yahdjián, Movimiento Social Misionero
Cátedra de Derecho y Deuda Externa Pública, Facultad de Derecho, UBA


Sume su adhesión enviando un mensaje a:nuncamasbuitres@gmail.com


¡No debemos- No pagamos!
¡Somos nosotr@s l@s acreedores!



Diálogo 2000 - Jubileo Sur Argentina
Piedras 730 - Tel.: +54(9)11-55690140
dialogo2000@gmail.com
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[AW] Invitamos a adherir: NUNCA MÁS BUITRES

Firman con contundencia y por principios:
Aurora Tumanischwili Penelón, Guillermo López, FeTERA FLORES (Federación de trabajadores de la energía eléctrica de la República Argentina en CTA).
Marta Speroni, militante internacionalista por los DDHH.
Alejandro Cabrera Britos, delegado general ATE SENASA MARTÍNEZ
Carlos Guanciarrosa, Agrupación Enrique Moscón, FeTERA
Carlos Loza, AGP, junta interna  Asociación General de Puertos
Eduardo Espinosa, ATE, Ministerio de Desarrollo Humano Pvcia. Bs.As.
Carina Maloberti, Consejo Directivo Nacional – ATE-CTA

Convocatoria por la liberación Nacional y Social, Frente Sindical:
Agrupación Martín Fierro (Varela, Mar del Plata y Neuquén)
Agrupación político sindical Tolo Arce
Centro Cultural “Alejandro Olmos”
Convocatoria Alte. Brown
Convocatoria Matanza
Convocatoria Capital Federal
Convocatoria Comunidad campesina Tartagal-Salta
Biblioteca Popular Fernando Jara, Cipoletti, Río Negro

Herman Schiller, periodista y conductor de “Leña al fuego” y “Aguantando de pie”
Susana Rearte, Coordinadora en defensa del patrimonio público y de la Soberanía

María Rosa González, comunicadora social

sábado, 28 de junio de 2014

IV. Debatamos: la deuda y sus refinanciaciones como sistema de alta rentabilidad, de saqueo de fondos públicos y de corruptos negociados de todo tipo. Destapemos en qué consistió la “década ganada” y cuán reaccionario es el kirchnerismo.


Después del Club de París, fondos buitres

Por: Rolando Astarita

(…)Un trabajo de economistas K del Banco Nación (Gaggero, Casparrino y Libman, “La fuga de capitales. Historia, presente y perspectiva”, Cefidar, 2007) muestra con meridiana claridad cómo el stock de la deuda externa y el stock de capitales fugados crecieron casi a la par desde mediados de los 1970 hasta los mediados de los 2000. Esto no fue una “imposición” del imperialismo colonialista sobre una burguesía sometida, sino una operación consciente y libre de los explotadores criollos, obedeciendo a sus propios intereses. Por esta vía se operó concretamente la soldadura con el capital financiero internacionalizado.

Naturalmente, las refinanciaciones también dieron lugar a repetidos festivales de dinero -cada una de estas operaciones dejaba suculentos ingresos a quienes participaban de ellas-, saqueo de los fondos públicos y corruptos negociados de todo tipo. Es muy significativo que en los 1990 y comienzos de los 2000, cuando se anunciaban las reestructuraciones de la deuda externa -en el marco de un creciente empobrecimiento del pueblo trabajador- la clase dominante saludaba estas operaciones como “triunfos”. Subrayo: fue una política general, de clase. Y esa política se integró con las privatizaciones -que implicaban siempre nuevas y gigantescas transferencias de riquezas-, con las aperturas de los mercados, y el despliegue a pleno de las leyes del capital. La dirigencia K, que hoy se hace la víctima, no puede negar que participó de cuerpo y alma en el asunto.
(…)
Condiciones para los buitres

Recurrir a la historia y ampliar la lente hasta las relaciones sociales subyacentes permite desnudar al impostor. La “niebla ideológica” del nacionalismo estatista no sólo pretende ocultar “el reino de las estructuras”, para sustituirlas por mera apariencia -bandera argentina, patria, unidad nacional- sino también su propia participación en el crimen que denuncia con palabrerío infinito. Por eso, escuchando en el día de hoy a Cristina Fernández, me vino a la memoria el pasaje de Marx que dice “si de verdad creyera en su propio ser, no lo escondería bajo la apariencia de un ser ajeno ni buscaría su salvación en la hipocresía y el sofismo”. Es que no fue “un ser ajeno” a los Kirchner el que estableció las cláusulas que posibilitaron a los fondos buitres litigar en Nueva York.

Los datos, los duros datos de la realidad y de la historia reciente -esos que nunca podrá “coordinar” el funcionario “coordinador del pensamiento nacional”- están allí para quien quiera verlos. Cuando se reestructuró la deuda en 2004, el decreto firmado por el presidente Kirchner (decreto número 319 del PEN) prorrogó la jurisdicción de los tribunales de Nueva York y la renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana. Esta renuncia de soberanía fue mantenida en el nuevo canje de 2010 (decreto 1953 de 2009, presidencia Cristina Kirchner). Alejandro Olmos Gaona (del que tomo muchos de estos datos) señaló repetidas veces que los funcionarios argentinos que aceptaban los tribunales de Nueva York no podían desconocer las tradiciones del derecho anglosajón en cuanto hacer cumplir contratos de deudas. Pero el criterio sigue vigente: entre las cláusulas (que se intentan mantener en secreto) del convenio que el gobierno K firmó con Chevron, hay una que establece que en caso de existir desacuerdos entre Chevron e YPF, la jurisdicción para arreglarlos no serán los tribunales argentinos, sino la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio con sede en Francia. Y otra que dispone que la ley aplicable del acuerdo en caso de incumplimientos o disputas no es la de Argentina, sino la que rige en la ciudad de Nueva York.

Tengamos presente también que en los canjes de 2005 y 2010 actuaron como intermediarios grandes grupos financieros: Citigroup Global Markets Inc. y Deutsche Bank Securities Inc. y Barclays Capital Inc., UBS Limited y Merrill Lynch, Pierce, Fenner & Smith Incorporated, que cobraron, como siempre, jugosas comisiones. Además, se fijaron otras cláusulas muy favorables a los acreedores, como las “cross default” (que disparan el default generalizado si no se cumple con el pago a algunos bonos), o la “RUFO” (siglas en inglés de derecho acerca de futuras ofertas), que garantiza que cualquier mejora que se otorgue a los que no entraron en el canje se aplicará a los que sí lo hicieron. Naturalmente, la Presidenta se niega a recordar estas cuestiones. Pero son datos históricos que no deberían olvidarse.

Permanencia de la dependencia y el subdesarrollo

Como lo hemos señalado más arriba, aquí hay un sendero que se profundiza y afianza. Los acuerdos con el Ciadi, con Repsol, Club de París, ahora con los fondos buitres, no se pueden separar de la devaluación y el ajuste de salarios, ni de cuestiones como la ley antiterrorista, la inteligencia sobre organizaciones de izquierda y movimientos sociales, o la designación de Milani. Y todos ellos conectan con algo fundamental, que hemos discutido en otras notas: el pretendido “modelo industrialista con inclusión social” no cambió en absoluto la matriz dependiente y atrasada del capitalismo argentino. Los “pilares” de la economía K durante la última década siguieron siendo el complejo sojero, maicero, la gran minería, la industria automotriz (deficitaria en términos de balanza comercial) y la industria liviana, con crecimiento más bien extensivo (esto es, basado en plusvalía absoluta). En este marco, desde 2007 a 2012 se produjo una nueva y gigantesca fuga de capitales (unos 80.000 millones de dólares hasta el cepo cambiario), expresión mayúscula del subdesarrollo. Agreguemos que en la “década ganada” los acreedores recibieron 173.000 millones de dólares (cifra proporcionada por Cristina Fernández). Y desde fines de 2013 la economía entró en estancamiento y recesión; a la vez, disminuyó el superávit comercial, y continuó aumentando el déficit fiscal. Por eso están dadas todas las condiciones para un nuevo incremento del stock de deuda. A los 9.700 millones de dólares que se comprometieron con el Club de París y a los 5000 millones de endeudamiento con Repsol, se sumarán ahora los montos que “arreglen” con los holdouts.

Cuando el gobierno devaluó en enero, los escribas K escribieron que “esta vez iba a ser distinto”. Desde este blog -y desde todas las publicaciones de la izquierda marxista- se pronosticó que venía más explotación y penalidades para el pueblo trabajador. No nos equivocamos. Ahora nos quieren vender que están “liberando la Patria” con este nuevo ciclo de endeudamiento masivo. La realidad es que esta “liberación” va a significar nuevos y mayores “ajustes” sobre los salarios y el bienestar de la clase trabajadora. De nuevo, esta vez tampoco será “distinto”.
Fuente: http://www.argenpress.info/2014/06/despues-del-club-de-paris-fondos-buitres.html


III. Debatamos: la deuda y sus refinanciaciones como sistema de alta rentabilidad, de saqueo de fondos públicos y de corruptos negociados de todo tipo. Pongamos en discusión cambios emancipatorios de los de abajo.

Gambina: “El fallo y la vocación de pago supone sacrificios muy importantes para el pueblo argentino”

Por: LA OLLA.tv - ACTA


(…)De esta forma Gambina señala que el impacto que hay que esperar de estas decisiones asumidas por la justicia Estadounidense y la vocación de pago, que hay no sólo del oficialismo, sino de la oposición con potencialidad de ser gobierno, supone sacrificios muy importantes para el conjunto del pueblo argentino”.

“La sentencia está y es por la totalidad y el Gobierno argentino quiere sentarse a negociar. Y tratar de escaparle a un embargo para que la Argentina pueda seguirle pagando a los acreedores y no tener que entrar en default técnico si es que hay embargo sobre esos recursos de pago. La sentencia es que tiene que pagarse la totalidad y la negociación es discutir cuándo se paga, dónde se paga, cuántos se paga. A Argentina lo que le preocupa es que el 93 por Ciento que entro al canje no reclame para que se le pague el 100 por ciento. La voluntad es de pagar, por eso las consecuencias son tan negativas para la mayoría de la población”.

Alternativas

“Argentina tiene que ir a una política de autonomía e independencia que podría generalizarse si en la región se retoman algunos temas de agenda como puede ser el debate de la nueva arquitectura financiera, entre los cuales estaba la creación de un Banco del Sur, la organización de un fondo del sur con aporte de las reservas internacionales de la región que siguen siendo elevadas para financiar proyectos de desarrollo productivo, económico regional de carácter alternativo que no subordinen a nuestros países a las necesidades e intereses de las corporaciones trasnacionales, que alienten un programa de soberanía alimentaria y no de industrialización de la ruralidad como plantea el programa Agrario alimentario estratégico 2020, que supone mas monocultivo especialmente de soja transgénica, que subordina a la Argentina al domino de las trasnacionales”.


Asimismo, se refirió a la necesidad de “desarrollos productivos que afirmen la soberanía energética. Y no transitar el camino de subordinación a las grandes petroleras que como en el caso de Chevron, que están interesadas desde una tecnología depredadora como es la fractura hidráulica en la extracción de gas y petróleo no convencional para satisfacer las demandas energéticas de las grandes trasnacionales en los países capitalistas más desarrollados. Es decir pensar una estrategia de soberanía financiera, alimentaria, energética en un sentido de soberanía popular articulada del conjunto de países de la región y más allá”.


Fuente: http://www.argenpress.info/2014/06/gambina-el-fallo-y-la-vocacion-de-pago.html

II. Debatamos: la deuda y sus refinanciaciones como sistema de alta rentabilidad, de saqueo de fondos públicos y de corruptos negociados de todo tipo. Consideremos que el gobierno K es partícipe de viabilizar la expoliación criminal y que hay alternativas para no seguir con el yugo de la deuda.

El fallo de la Corte de Estados Unidos 
en clave de la lógica imperialista

Por Julio C. Gambina (especial para ARGENPRESS.info)


(…)Especulación financiera, producción y gestión del Estado
En el discurso presidencial se critica la ganancia especulativa del “fondo NML” que “adquirió los bonos en 2008 por 48,7 millones de dólares”, que “ganó el 1608 por ciento en dólares” y que demanda cobrar 428 millones de dólares” y el Juez falla abonar 1500 millones.

Lo que se omite es decir que esas son las reglas del capitalismo, ya que los bonos los emitió la Argentina para circular en el mercado mundial en las condiciones de mercado (al momento de la compra y de la realización). Que la ganancia por especulación es parte de la ganancia en general, ya que la ganancia es plusvalía extraída del trabajo social y apropiada como renta del suelo, ganancia comercial o financiera (tasa de interés) y beneficio industrial. Con Marx aprendimos que la ganancia es plusvalía transfigurada y fuente de ingresos de todos los capitalistas.

No se trata de pensar que los especuladores exprimen a los empresarios de la producción. No es mejor el capital productivo que el financiero, pues ambos son parte de una integralidad capitalista. Producción y circulación del capital son un fenómeno integrado, que se requieren mutuamente. De nada sirve hablar al corazón del capitalismo, porque siempre responden con el bolsillo. El problema es el orden capitalista.

Es el capitalismo argentino, y más precisamente los gestores del Estado, los que otorgaron las condiciones en sus bonos para que solo con el 100% de los acuerdos pudieran resolverse una renegociación de deuda como la del 2005. ¿Por qué se avanzó en el Canje sabiendo esas limitaciones? ¿Valió la pena el desarme estadístico (argumento para la intervención en el INDEC) para no inflar mayores pagos a los acreedores? Esos gestores del Estado son los responsables de ceder soberanía jurídica facilitando litigar en tribunales externos. ¿Es solo una condición de los 80´ y los 90´? ¿Por qué se insistió con la cesión de soberanía en los contratos con Chevron?

El problema es que los cambios institucionales consagrados en los 90´ e inspirados desde el terrorismo de Estado de 1975/6 siguen vigente y condicionan como un cáncer nuestra vida cotidiana. La deuda es un cáncer a extirpar, y no se puede avanzar en ese sentido mientras subsista la lógica del capital para el modelo productivo y de desarrollo vigente. Se impone una lógica anticapitalista y antiimperialista, muy lejana de la política hegemónica en el gobierno y la oposición sistémica.

¿Sólo son buitres los fondos especulativos? ¿No son buitres los acreedores del Club de París, como señala Dialogo 2000, que reclaman cobrar “deudas odiosas” contraídas por ilegítimos gobiernos genocidas? ¿No son buitres empresas como Repsol que vaciaron las reservas de hidrocarburos del país para abonar su ciclo de acumulación? ¿No son buitres las transnacionales que suscriben pactos secretos con acuerdos parlamentarios mayoritarios, tal el caso de YPF con Chevron? Qué decir sobre la sojización, los transgénicos y su impacto en pueblos fumigados, productores y comunidades desalojados por desposesión derivada del agro negocio, o la mega minería a cielo abierto, o la fractura hidráulica, todo en pro de inversiones externas que buscan ganancia y acumulación de sus capitales invertidos, a cambio de calificarnos como países emergentes.

¿Todo lo que se puede hacer es pagar?
En su alocución, la Presidenta confirmó que “la voluntad de pago de Argentina ha quedado más que probada: hemos pagado el acuerdo de 2005, el de 2010, hemos llegado a un acuerdo con Repsol, que retiró su demanda del CIADI” y que se cerró “un acuerdo por la deuda del Club de París”. Tras cartón diferenció “lo que es una negociación, de lo que es una extorsión”. Luego de ello no termina de quedar claro qué acciones impulsará el gobierno de la Argentina.

¿Cómo
sigue el trámite judicial en Estados Unidos? No alcanza con denunciar la extorsión e incluso repudiar a los inversores demandantes o a la propia justicia de Estados Unidos.


¿Qué iniciativas de solidaridad efectiva se impulsarán? O mejor aún, porque no avanzar en ejecutar las iniciativas más avanzadas de nueva arquitectura financiera regional para confrontar con el régimen del capital y el imperialismo.

Por nuestra parte, insistiremos desde todos los ámbitos en que actuamos para avanzar en una campaña contra el pago de la deuda, por su investigación por vía judicial (existen varios procesos en curso, algunos con sentencia) o por auditorías integrales. Hay que frenar el drenaje de saqueo que supone el recurrente pago de una deuda que posterga satisfacer demandas por deuda social a la mayoría de la población.

Nota:
1] La Presidenta aseguró que “Argentina va a respetar su deuda”, pero remarcó que “no aceptará ninguna extorsión”, Lunes, 16 de Junio de 2014, en: http://www.presidencia.gob.ar/informacion/actividad-oficial/27625-la-presidenta-aseguro-que-argentina-va-a-respetar-su-deuda-pero-remarco-que-no-aceptara-ninguna-extorsion (consultada el 17/06/2014).
Fuente: http://www.argenpress.info/2014/06/el-fallo-de-la-corte-de-estados-unidos.html

I. Debatamos: la deuda y sus refinanciaciones como sistema de alta rentabilidad, de saqueo de fondos públicos y de corruptos negociados de todo tipo. Partamos de la lógica en apariencia más realista pero no lo es al suponer que el pagador serial a costa del malvivivir abajo, rompa con ese funcionamiento capitalista e imperialista.



Acoso financiero y disyuntivas económicas tras el fallo en contra

Por Eduardo Lucita (La Arena)


(…)El fallo, contenidos y consecuencias
La ratificación del fallo en primera instancia es una trampa sin salida positiva. Si Argentina desconoce el fallo entrará en un nuevo "default" con las consecuencias previsibles. Un recurso de este tipo sólo sería progresiva si el gobierno estuviera dispuesto a patear el tablero, a convocar a los trabajadores y a los sectores populares a "vivir con lo nuestro" para lo que sería necesario afectar seriamente intereses capitalistas en el país. Se trata de una política distinta que requiere una alianza social y política diferente a la actual. 

Si Argentina reconoce el fallo tendrá que pagar los 1.500 millones, veremos en qué forma y en qué plazos, pero deberá afrontar pagos por un monto de entre 9.000 y 13.000 millones del resto de los acreedores que no ingresaron al canje. En las negociaciones quedaría por resolver la situación del 92 por ciento de los bonistas que sí ingresaron a los canjes y que tienen a su favor la llamada cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers) que podrían reclamar todo beneficio adicional acordado a otro acreedor antes del 30 de diciembre próximo.

Consultado el especialista Alejandro Olmos Gaona nos señaló que "la RUFO es sólo para la jurisdicción de Nueva York, pero sólo sería operable si el gobierno ofreciera pagar voluntariamente. Como lo va a hacer a través de la exigencia proveniente de una sentencia, esa cláusula no es operable". Sin embargo, esta vigente en nuestro país la llamada Ley Cerrojo, que impide todo pago adicional, por eso es que el gobierno acaba de pedirle al juez Griesa que suspenda la sentencia que ordena pagar la totalidad a los buitres, para abrir una nueva negociación. (…)

Que paguen los que pueden
La decisión del gobierno nacional, al momento de escribir este artículo -conviene señalarlo porque ha cambiado varias veces de posición- es abrir un curso de negociación y evitar un nuevo default. Cualquiera que resulten los términos de esa negociación la realidad es que tendrá que pagar y no sólo a estos "fondos buitre" sino al conjunto de los acreedores que no ingresaron a los canjes. En síntesis será con nuevo endeudamiento, como en los arreglos con el Ciadi, el Club de París y Repsol. En esto no sólo está el oficialismo sino también el conjunto de la oposición derechista. 

Este articulista propone que si están dispuestos a pagar que lo hagan mediante un impuesto extraordinario a las 500 grandes empresas que son las que "se la llevan en pala" según dichos de la propia presidenta Cristina Fernández, y no descarguen sobre los trabajadores y el pueblo el monto de una deuda cuya responsabilidad es sólo de las clases dominantes.

Mirando al futuro será necesario activar lo más posible los acuerdos regionales y poner a funcionar de una vez por todas el Banco del Sur, para tener una fuente de financiamiento independiente del circuito financiero internacional, por fuera del control de las grandes potencias y como un aporte a cambiar la estructura financiera de la región.

Eduardo Lucita. Integrante
del colectivo EDI-Economistas de Izquierda.

Fuente original: http://www.laarena.com.ar/opinion-acoso_financiero_y_disyuntivas_econ_micas_tras_el_fallo_en_contra-117185-111.html

Tengamos presente que “el nacionalismo estatista no sólo pretende ocultar «el reino de las estructuras», para sustituirlas por mera apariencia -bandera argentina, patria, unidad nacional- sino también su propia participación en el crimen que denuncia con palabrerío infinito".

Después del Club de París, fondos buitres

Por: Rolando Astarita


(…) Deuda y transferencia de excedente

Ahora hay que particularizar lo anterior en el movimiento histórico concreto de la deuda externa argentina. Recordemos que la deuda ha venido creciendo de manera sostenida desde 1976. Al momento de producirse el golpe militar era de 8500 millones de dólares; al llegar Alfonsín había subido a 44.000 millones de dólares; en 1989 era de 65.000 millones; con Duhalde alcanzó los 176.000 millones; y en diciembre de 2013 (no hay muchos datos oficiales, el gobierno oculta mucha información) el stock de deuda era de 202.000 millones de dólares. Pues bien, el cuento que se cuenta habitualmente sobre este proceso viene a decir que la deuda externa fue una pura imposición de la dictadura militar, en combinación con los bancos y los centros financieros, y que desde entonces se estableció un mecanismo de explotación por vía del pago de intereses y refinanciación de los principales prestados, cuya víctima fue el pueblo argentino de conjunto (hasta que llegaron los Kirchner a liberar al país).

La realidad, sin embargo, es otra. Por empezar, ya en 1975, bajo el gobierno de Isabel Perón, hubo un intento de tomar grandes cantidades de deuda a tasa variable para superar la aguda crisis de la balanza de pagos que Argentina estaba atravesando. Luego, a partir de 1976, el endeudamiento fue aprobado, o por lo menos consentido, por amplios sectores de la clase dominante. Por este motivo continuó después de caída la dictadura militar, y se prolonga hasta el día de hoy. ¿Cuál fue la lógica? Pues que la deuda sirvió para financiar las grandes salidas de capitales que ocurrieron a lo largo de todos estos años. En este punto, un trabajo de economistas K del Banco Nación (Gaggero, Casparrino y Libman, “La fuga de capitale. Historia, presente y perspectiva”, Cefidar, 2007) muestra con meridiana claridad cómo el stock de la deuda externa y el stock de capitales fugados crecieron casi a la par desde mediados de los 1970 hasta los mediados de los 2000. Esto no fue una “imposición” del imperialismo colonialista sobre una burguesía sometida, sino una operación consciente y libre de los explotadores criollos, obedeciendo a sus propios intereses. Por esta vía se operó concretamente la soldadura con el capital financiero internacionalizado.

Naturalmente, las refinanciaciones también dieron lugar a repetidos festivales de dinero -cada una de estas operaciones dejaba suculentos ingresos a quienes participaban de ellas-, saqueo de los fondos públicos y corruptos negociados de todo tipo. Es muy significativo que en los 1990 y comienzos de los 2000, cuando se anunciaban las reestructuraciones de la deuda externa -en el marco de un creciente empobrecimiento del pueblo trabajador- la clase dominante saludaba estas operaciones como “triunfos”. Subrayo: fue una política general, de clase. Y esa política se integró con las privatizaciones -que implicaban siempre nuevas y gigantescas transferencias de riquezas-, con las aperturas de los mercados, y el despliegue a pleno de las leyes del capital. La dirigencia K, que hoy se hace la víctima, no puede negar que participó de cuerpo y alma en el asunto.

Por otra parte, muchos de los que adquirían los bonos de deuda también eran argentinos. Para bancos, financieras y otros inversores, los títulos eran vistos como una oportunidad de buenas ganancias. De esta manera se estrechaban también los vínculos con el capital financiero internacional. Por eso no se puede decir que la clase dominante argentina fuera o sea actualmente “explotada” por medio de la deuda. Los argentinos que tienen colocaciones financieras en Suiza, Miami o paraísos fiscales como las Seychelles, no están oprimidos por los centros financieros internacionales, sino son partícipes de la explotación del trabajo a través del capital de préstamo, al mismo nivel que cualquier otro capitalista financiero, sea de Estados Unidos o de cualquier otro país.

Condiciones para los buitres

Recurrir a la historia y ampliar la lente hasta las relaciones sociales subyacentes permite desnudar al impostor. La “niebla ideológica” del nacionalismo estatista no sólo pretende ocultar “el reino de las estructuras”, para sustituirlas por mera apariencia -bandera argentina, patria, unidad nacional- sino también su propia participación en el crimen que denuncia con palabrerío infinito. Por eso, escuchando en el día de hoy a Cristina Fernández, me vino a la memoria el pasaje de Marx que dice “si de verdad creyera en su propio ser, no lo escondería bajo la apariencia de un ser ajeno ni buscaría su salvación en la hipocresía y el sofismo”. Es que no fue “un ser ajeno” a los Kirchner el que estableció las cláusulas que posibilitaron a los fondos buitres litigar en Nueva York.

Los datos, los duros datos de la realidad y de la historia reciente -esos que nunca podrá “coordinar” el funcionario “coordinador del pensamiento nacional”- están allí para quien quiera verlos. Cuando se reestructuró la deuda en 2004, el decreto firmado por el presidente Kirchner (decreto número 319 del PEN) prorrogó la jurisdicción de los tribunales de Nueva York y la renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana. Esta renuncia de soberanía fue mantenida en el nuevo canje de 2010 (decreto 1953 de 2009, presidencia Cristina Kirchner). Alejandro Olmos Gaona (del que tomo muchos de estos datos) señaló repetidas veces que los funcionarios argentinos que aceptaban los tribunales de Nueva York no podían desconocer las tradiciones del derecho anglosajón en cuanto hacer cumplir contratos de deudas. Pero el criterio sigue vigente: entre las cláusulas (que se intentan mantener en secreto) del convenio que el gobierno K firmó con Chevron, hay una que establece que en caso de existir desacuerdos entre Chevron e YPF, la jurisdicción para arreglarlos no serán los tribunales argentinos, sino la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio con sede en Francia. Y otra que dispone que la ley aplicable del acuerdo en caso de incumplimientos o disputas no es la de Argentina, sino la que rige en la ciudad de Nueva York.

Tengamos presente también que en los canjes de 2005 y 2010 actuaron como intermediarios grandes grupos financieros: Citigroup Global Markets Inc. y Deutsche Bank Securities Inc. y Barclays Capital Inc., UBS Limited y Merrill Lynch, Pierce, Fenner & Smith Incorporated, que cobraron, como siempre, jugosas comisiones. Además, se fijaron otras cláusulas muy favorables a los acreedores, como las “cross default” (que disparan el default generalizado si no se cumple con el pago a algunos bonos), o la “RUFO” (siglas en inglés de derecho acerca de futuras ofertas), que garantiza que cualquier mejora que se otorgue a los que no entraron en el canje se aplicará a los que sí lo hicieron. Naturalmente, la Presidenta se niega a recordar estas cuestiones. Pero son datos históricos que no deberían olvidarse.

Permanencia de la dependencia y el subdesarrollo

Como lo hemos señalado más arriba, aquí hay un sendero que se profundiza y afianza. Los acuerdos con el Ciadi, con Repsol, Club de París, ahora con los fondos buitres, no se pueden separar de la devaluación y el ajuste de salarios, ni de cuestiones como la ley antiterrorista, la inteligencia sobre organizaciones de izquierda y movimientos sociales, o la designación de Milani. Y todos ellos conectan con algo fundamental, que hemos discutido en otras notas: el pretendido “modelo industrialista con inclusión social” no cambió en absoluto la matriz dependiente y atrasada del capitalismo argentino. Los “pilares” de la economía K durante la última década siguieron siendo el complejo sojero, maicero, la gran minería, la industria automotriz (deficitaria en términos de balanza comercial) y la industria liviana, con crecimiento más bien extensivo (esto es, basado en plusvalía absoluta). En este marco, desde 2007 a 2012 se produjo una nueva y gigantesca fuga de capitales (unos 80.000 millones de dólares hasta el cepo cambiario), expresión mayúscula del subdesarrollo. Agreguemos que en la “década ganada” los acreedores recibieron 173.000 millones de dólares (cifra proporcionada por Cristina Fernández). Y desde fines de 2013 la economía entró en estancamiento y recesión; a la vez, disminuyó el superávit comercial, y continuó aumentando el déficit fiscal. Por eso están dadas todas las condiciones para un nuevo incremento del stock de deuda. A los 9.700 millones de dólares que se comprometieron con el Club de París y a los 5000 millones de endeudamiento con Repsol, se sumarán ahora los montos que “arreglen” con los holdouts.

Cuando el gobierno devaluó en enero, los escribas K escribieron que “esta vez iba a ser distinto”. Desde este blog -y desde todas las publicaciones de la izquierda marxista- se pronosticó que venía más explotación y penalidades para el pueblo trabajador. No nos equivocamos. Ahora nos quieren vender que están “liberando la Patria” con este nuevo ciclo de endeudamiento masivo. La realidad es que esta “liberación” va a significar nuevos y mayores “ajustes” sobre los salarios y el bienestar de la clase trabajadora. De nuevo, esta vez tampoco será “distinto”.
Fuente: http://www.argenpress.info/2014/06/despues-del-club-de-paris-fondos-buitres.html