viernes, 30 de mayo de 2014

Tratemos de ir más allá de los discursos de Cristina Kirchner y Axel Kicillof para descubrir “que con el acuerdo se consolidan los compromisos de pagos que ratifican el carácter de cáncer que asume el endeudamiento público, y con la potencialidad de pertenecer a los emergentes, se confirma a la Argentina como ámbito expectable para la rentabilidad del capital”.


Acuerdo con el Club de París: Fin del ciclo para una deuda ilegítima

Por: Fabiana Arencibia (RED ECO)

A partir del acuerdo cerrado en la madrugada de hoy con el Club de París se termina el ciclo de cancelación de deuda de origen ilegítimo gestada en forma fraudulenta durante la dictadura cívico-militar. Pero también se legalizan los canjes realizados por los posteriores gobiernos democráticos. Esto ocurre aunque existan investigaciones y causas judiciales abiertas e incluso fallos de la Justicia que declaran la ilegalidad de esa deuda de facto y de los posteriores procesos de (des)endeudamiento.

El gobierno argentino acaba de reconocer ante el Club de París una deuda que fue contraída en un cincuenta por ciento por la dictadura y que además está sujeta a una investigación por parte del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 2, a cargo del Dr. Sebastián Roberto Ramos.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, que encabezó las negociaciones, manifestó al finalizarlas: “Con el acuerdo alcanzado hoy, Argentina cierra un capítulo más de la triste historia del sobreendeudamiento que condujo, inevitablemente, al default”.

Este camino, que se inició con la primera reestructuración de la deuda en 2005, el pago al contado de 9.810 millones de dólares al FMI en 2006, un nuevo canje en 2010 y los últimos pagos a las empresas con laudos en el CIADI en 2013, ha sido parte de la estrategia del llamado “desendeudamiento” adoptada por el actual gobierno: cambiar deuda vieja mayoritariamente ilegal por nueva deuda, ahora legitimada en un ciento por ciento.


El monto consolidado (capital e intereses) al 30 de abril, reconocido como deuda a 15 de los 19 países que integran este foro informal de prestamistas internacionales, asciende a 9.700 millones de dólares. La misma era de 1.880 millones en 2001 y por sucesivos cambios en las cotizaciones de las monedas en que está contraída (mayoritariamente en euro y yen) trepó a cerca de 6.500 millones en 2006. El resto lo constituyen intereses. (…)
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Cabe que reflexionemos sobre conclusiones de Alejandro Olmos Gaona en “Argentina: La deuda con el Club de París” (especial para ARGENPRESS.info). Señala:
“El habitual exitismo del gobierno, muestra este acuerdo como un gran triunfo y la presidencia, se nos indica que ahora las inversiones van a llover, debido a que hemos legalizado un delito. Esta es la forma habitual de manejar las cuentas públicas por parte de los funcionarios del Estado, y después como resultado de la violación de sus deberes, se debe pagar una deuda que sólo tiene como fundamento la exigencia de los acreedores, y sus propios registros, utilizándose para ello el dinero proveniente del trabajo de todos los argentinos, que el gobierno maneja con total discrecionalidad. Sobre las supuestas inversiones, el tiempo mostrará cual es la realidad de las mismas”. Leer
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Prosigue Fabiana Arencibia:

La gestión kirchnerista ha sido la que más deuda ilegítima canceló de todas las gestiones post dictadura y también la que ha reanudado un nuevo ciclo de endeudamiento externo.

Tal como lo afirmó públicamente la propia presidenta Cristina Fernández, en su discurso del 26 de agosto de 2013, este es el gobierno que más deuda ha pagado (173.700 millones de dólares en esa década).
Aunque omitió decir que también es el que más deuda ha contraído.

La deuda pública nacional que a mediados de 2005 era de unos 147.000 millones de dólares alcanza hoy, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Economía (30/9/2013), a 201.000 millones de dólares. Esta deuda no incluye los intereses a pagar, ni cupones atados al PBI, ni deudas de provincias y municipios; tampoco la deuda con el Club de París que acaba de cerrarse ni la deuda en poder de los holdouts estimada en los 11.000 millones de dólares (capital e intereses).

Además, se incrementa cada año por más de 10.000 millones de dólares (en el 2011: 14.600, durante el 2012: 18.800, en el 2013: sin cifras oficiales aún, se previó un aumento de 12.100, y para 2014 el Presupuesto prevé un incremento de 12.700)


La mayor parte de la deuda pública es hoy intra-estado. Se le (nos) debe plata a la Anses, al Banco Nación, al Banco Central y otros organismos estatales. De allí se han sacado los fondos no sólo para cubrir gasto social sino también para pagar deuda. A cambio de eso, el gobierno viene emitiendo bonos que son la nueva deuda del futuro.

Y en ejercicio de la memoria, recordamos una pregunta que el 25 de mayo de 2012 le hacían públicamente diversas personalidades al entonces ministro de Economía Hernán Lorenzino: ¿Señor Ministro, por qué pagar tanto al Club de París?


Se trata de una carta que integrantes de Diálogo 2000 y otras organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos, le entregaron a Lorenzino en la que le pedían que precisara públicamente de qué se trataba la deuda que el gobierno argentino quería pagarle al Club de París. (1)

“¿Cuáles son los orígenes de las deudas, quiénes se beneficiaron con su contratación y cuánto se ha pagado ya en concepto de servicios?”, preguntaban el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas y Mirta Baravalle, entre otros firmantes de la Carta.

Allí también afirmaban: “La mitad de la deuda reclamada por el Club de París tiene su origen durante la dictadura cívico-militar y forma parte de la deuda que ya en el año 2000 fue declarada ‘fraudulenta y arbitraria’. Incluye créditos recibidos para la compra de armas y equipo militar, créditos para bancos y empresas privadas y otros que endeudaron a las empresas públicas sin que las mismas recibieran el beneficio de esos ingresos (…).Todos los reclamos son cuestionados actualmente en sede judicial”.

Nos preguntábamos en una nota que publicamos en Red Eco hace tres años (2) hasta dónde resulta diferente el canje de deuda por activos físicos (la entrega del patrimonio que hizo el menemismo) del canje de deuda con activos financieros (la plata del Banco Central, de la Anses y del Banco Nación) que realizó el gobierno actual. (…) Leer

Sigamos analizando qué encubren los discursos de la Presidenta Cristina Kirchner y el Ministro Axel Kicillof.


a. Argentina: El acuerdo usurario con el Club de París

Por: Jorge Altamira (especial para ARGENPRESS.info)
Cristina Kirchner y Axel Kicillof acaban de suscribir un acuerdo con el llamado Club de París, que se inscribe en la línea de los arreglos usurarios que establecieron con Repsol, a pesar del gigantesco vaciamiento energético producido por este pulpo petrolero con la complicidad del gobierno kirchnerista.

El gobierno nacional está empeñado en transitar el último tramo de su gobierno con un feroz ajuste contra los trabajadores y concesiones sin precedentes al capital internacional.

El acuerdo anunciado el jueves 29, convierte los U$S 6.000 millones de dólares, aproximadamente, pretendidamente adeudados al Club de París en una negociación anterior, en 2008, en una nueva deuda de U$S 9.700 millones, lo cual representa un aumento del 60%, a una tasa del 7% anual. El carácter usurario de la operación lo deja en evidencia la tasa del uno a dos por ciento anual que rigió en los mercados internacionales en este período. En lugar de obtener una quita, como corresponde a un país que ha pasado de un 'defol' a otro, K y K reconocen, al revés, una prima abusiva sobre las tasas corrientes de mercado.

En plena crisis mundial, los 'nacionales y populares' vuelven a aportar al rescate de la banca internacional.

Una gran parte de la deuda de Argentina con el Club de París corresponde a créditos de entidades públicas a compañías locales, que en otra buena parte fueron estatizadas durante la gestión de Cavallo en el Banco Central, hacia finales de la dictadura milita
r. K-K, como sus antecesores Alfonsín, Menem y De la Rúa admiten un endeudamiento nacional sin proceder a una investigación de su legalidad y legitimidad.

El convenio anuncia un “pago mínimo de U$S 1.150 millones”, lo que supone que este pago en efectivo podría ser aún mayor. Esta cláusula ambigua significa que Argentina deberá compensar con pagos mayores a ese 'mínimo' cualquier crédito que llegara a obtener de las entidades públicas de los estados del Club, para evitar un aumento de la deuda global. La refinanciación se hace al corto plazo de cinco años, lo que impone una gravosa hipoteca a la salida de la crisis actual.

Este nuevo incremento de la deuda pública con el exterior significa otra declaración de 'defol' de la deuda pública dolarizada que la Administración Nacional ha impuesto al Banco Central, la Anses y otros organismos autónomos o descentralizados, en su llamada política de 'desendeudamiento' con los acreedores internacionales. La 'generosidad' con los organismos internacionales que financiaron a la dictadura militar contrasta con la confiscación de los jubilados y del ahorro nacional.

El acuerdo incrementa los vencimientos de deuda, en 2015, que podría superar los U$S 8.000 millones debido a los Boden 15 y otros pagos, lo que obligaría a otra refinanciación.

El aplauso entusiasta que las fuerzas tradicionales, sin importar el fragmento que representen, han brindado a este acuerdo, es una demostración de que, al igual que el gobierno, representan los intereses del capital financiero, sin importar lo usurarios que esos intereses sean.

Las entidades empresarias saludan el arreglo porque les ofrece una margen mayor para incursionar en la 'bicicleta financiera' que han habilitado Kicillof y Fábrega, que consiste en tomar deuda en el exterior para re-prestarla en el mercado interno con un diferencial de interés que puede superar los veinte puntos -o sea un 200 por ciento-.


El reendeudamiento internacional al que ahora apuesta el kirchnerismo acentuará los desequilibrios económicos, porque forzará a una nueva devaluación fuerte del peso para cumplir con el servicio de esa deuda. El FMI no solamente impuso su política sin la necesidad de hacerse presente: a partir de la inspección de las cuentas del Indec, desde junio próximo, podrá verificar la consistencia de las cuentas nacionales y de los balances financieros.

Como representante político del Frente de Izquierda señalo que anularemos todos estos convenios usurarios y someteremos a sus ejecutores a la Justicia.
Fuente: http://www.argenpress.info/2014/05/argentina-el-acuerdo-usurario-con-el.html
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b. Argentina acordó cancelar deuda con el Club de París

Por: Julio C. Gambina (especial para ARGENPRESS.info)
(…)Se aduce que se trata de una tasa de interés ventajosa en las condiciones del costo del dinero en la coyuntura. Sin embargo, poco se comenta la exigencia de disposición de recursos fiscales o de las reservas internacionales, que bien podrían tener otro destino.

La política económica necesita ingresar divisas
Argentina llegó a acumular 52.000 millones de dólares en 2011 y ahora registra unos 28.500 millones de dólares. En muy poco tiempo se perdieron 23.500 millones de dólares, fugados del país por diferentes mecanismos económicos, entre ellos salida por atesoramiento, turismo, pago de importaciones, cancelaciones de deuda y remisión de utilidades al exterior.

El Presidente del Banco Central informó en un cónclave empresario que se aspira a sostener el actual nivel de reservas a fines del 2014(3), con lo cual, pese a la cosecha récord y las consecuentes liquidaciones de divisas, más préstamos e inversiones que habiliten los novísimos acuerdos externos, con el CIADI, Repsol y el Club de París, la confesión de partes señala a las presiones externas para hacerse de recursos provenientes del trabajo social en la Argentina, y que convoca a sostener una política oficial agresiva de ingreso de divisas y hacer frente a la demanda de pagos al exterior.

Lo concreto es que hay que pagar deuda y más deuda; importar energía e insumos importados para el ensamble industrial local; cancelar demandas por turismo y diferentes mecanismos de fuga de capitales. Las divisas generadas por las exportaciones locales no alcanzan y por eso más préstamos y estímulos a la radicación de inversiones foráneas.

¿Qué significa ser país emergente?
Argentina pretende ser reconocido por el sistema mundial y ser sujeto de préstamos e inversiones, y por eso va en búsqueda de ser considerado “país emergente”. Esa es la razón para reivindicar la invitación rusa para ser parte de la próxima reunión de los BRICS en Brasil, e imagina la transformación en BRICSA. Así, a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), deberá incluirse a la Argentina como país emergente (BRICSA).


Esta caracterización como “emergentes” suena bien, mejor que “países atrasados, en desarrollo, dependientes”, pero no es otra cuestión que la denominación que le asignan los capitales excedentes a los países que ofrecen condiciones adecuadas de rentabilidad a sus inversiones.

Esas condiciones se concentran en abundante población en disposición a ser empleada a bajos salarios relativos al costo promedio mundial e importante dotación de recursos naturales para insertarlos como mercancías en el ciclo de acumulación de capitales.

Además, son consideraciones en momentos de crisis de valorización del capital en los principales centros imperialistas del sistema mundial: Estados Unidos, Europa y Japón.

Vale recordar que los inversores están interesados en la apropiación de la renta que resulta de sus inversiones, motivo por el cual Repsol retiró 13.000 millones de dólares de ganancias obtenidas en una década en la explotación de hidrocarburos en nuestro país.

Son dos noticias que resalta el gobierno, y la presidente de Argentina se pronunció por redes sociales destacando que hoy es "un día muy importante para la Argentina, con el acuerdo por la deuda del Club de París y la invitación a la cumbre BRICS en Brasil"(4).


Convengamos que con el acuerdo se consolidan los compromisos de pagos que ratifican el carácter de cáncer que asume el endeudamiento público, y con la potencialidad de pertenecer a los emergentes, se confirma a la Argentina como ámbito expectable para la rentabilidad del capital.

Se perdió otra ocasión para declarar “deuda odiosa”

Si una deuda era pasible de ser declarada odiosa era la del Club de París y sin embargo, se optó por cumplir con los compromisos contraídos ilegítimamente por la dictadura genocida.

La opción de pagador serial de deuda y de búsqueda de reconocimiento mundial afirma a la Argentina como parte del capitalismo mundial en crisis.

El interrogante es si se puede transitar un camino alternativo, anticapitalista y antiimperialista. Ello supone fuerza política en la sociedad que desde nuevas mayorías desde la acumulación de poder popular pueda desafiarse el orden capitalista local, regional y mundial.

Es parte de lo que hoy 29 de mayo, a 45 años del Cordobazo se disputa en las elecciones de la CTA e intentar ser mayoría en el movimiento de trabajadores en la Argentina y desde allí disputar hegemonía en el seno del pueblo para ejercer soberanía integral para la liberación.

Notas: (…) Fuente: http://www.argenpress.info/2014/05/argentina-acordo-cancelar-deuda-con-el.html


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