martes, 7 de mayo de 2013

Divulguemos la campaña gubernamental y paraestatal contra Féliz Díaz, líder de la comunidad qom.


QOM: Las razones de los golpes

05/05/2013

 Por Diego Rojas
Por qué crece en Formosa la campaña gubernamental y paraestatal contra Féliz Díaz, líder de la comunidad qom.
(Especial desde Formosa)
Aparecieron en varios puntos de la ciudad. Las leyendas, iguales una a la otra, realizadas todas con aerosol, decían: “Nazar- Félix, profetas del odio”. Se referían al cura Francisco Nazar, un sacerdote que se unió a la oposición política al gobierno del kirchnerista Gildo Insfrán, y a Félix Díaz, carashe (cacique) de la Comunidad Qom “La Primavera”, un centro aborigen de gran raigambre y organización. La aparición orquestada de las pintadas no respondía al azar o a la casualidad: días atrás, el 11 de abril de 2013, se había firmado el Protocolo de Seguridad hacia la comunidad qom y, en particular, a las vidas de Félix Díaz y su familia, en cumplimiento a lo ordenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El firmante del protocolo había sido el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, por un lado, y el equipo jurídico del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), representantes legales de la Comunidad La Primavera, por el otro. Luego, aparecieron las pintadas.

No sólo eso. Al día siguiente mismo de la firma del protocolo Félix Díaz fue procesado  judicialmente por el delito de usurpación, ya que las tierras en las que erige su hogar dentro de la comunidad La Primavera son disputadas por la familia Celía, que desconoce la propiedad histórica aborigen de esos terrenos. “Nadie puede acusar a un indígena por vivir en su territorio tradicional, se trata de una grave falta a la normativa indigenista, a la justicia. Se intenta favorecer a una familia criolla y a la Universidad de Formosa por sobre nuestros derechos”, señaló el líder qom en aquella oportunidad frente al procesamiento.

El operativo de desprestigio de Félix Díaz había comenzado y los medios de prensa adictos al gobierno de Gildo Insfrán también actuaron. El inefable Alejandro Crivisqui -un hombre que pasó de la oposición al gobierno y la candidatura a la vicegobernación en denuncia del autoritarismo insfranista a un amor denodado y acrítico hacia Gildo, pasando por una etapa mística en la que jugó a ser un “rebe”- visitó a la comunidad La Primavera con el objetivo de instalar a Díaz como un “mentiroso” y a la campaña de denuncias sobre el hostigamiento hacia los qom como un acto de difamación contra todos los formoseños. La escuela de 678 es un asunto federal.

El gobierno también recurrió a la cooptación y al desarmado de las redes afianzadas en la comunidad La Primavera. Díaz denunció la intervención directa de la doctora Elizabeth Obregoso, esposa del administrador del Instituto de Pensiones Provinciales, quien habría relevado de sus puestos a los médicos de confianza de la comunidad, a la vez que tendrían una activa política de coptación de sectores de la comunidad a través de prebendas. Entre sus logros se encontraría el acuerdo con la Unión de Pastores, que reúne a los dirigentes evangélicos de la zona, para ganar a la comunidad a la oposición al cacique Díaz. Como desde hace quinientos años, la religión se usa para dividir a los aborígenes.

En ese mismo período el Senado de la Nación aprobó, a pedido de los senadores formoseños kirchneristas que responden al gobierno de Gildo Insfrán -José Mayans y María Graciela De La Rosa- una declaración de expresa su “disconformidad con las expresiones vertidas por el periodista Martín Granovsky en una nota publicada en el diario Página/12 del día 18 de abril de 2013″. Tales expresiones eran la información acerca de la firma del protocolo exigido por la CIDH. Un pacto que, como se puede apreciar, provocó una escalada de ataques y difamaciones a la figura del cacique Díaz.
Luego llegó la agresión violenta contra Abelardo Díaz, hijo de Félix Díaz y Amanda Asijak.

Las graves heridas sufridas por Abelardo Díaz -de 21 años- producidas por el brutal ataque de una patota de otros jóvenes de la comunidad determinaron que el personal médico dictaminara que necesitará tres meses para lograr su recuperación. Carlos Sosa, otro joven de la comunidad, también fue agredido y sigue internado junto a Abelardo Díaz en el hospital de alta complejidad Juan Domingo Perón, en la capital formoseña.

El oficialismo kírchnero-insfranista dio su versión de los hechos a través de Jorge Abel González, ministro de Gobierno, Justicia, Trabajo y Seguridad. En la clásica operación de proponer como victimarios a las víctimas, se ocupó de señalar que Abelardo tendría “antecedentes de su participación en hechos de violencia”, a la vez que manifestó, en diálogo con el diario La Mañana, que “Félix Díaz hizo público a través de Internet y varios medios de comunicación ancionales una seria acusación asegurando que hay funcionarios que estarían promoviendo situaciones tensas entre los miembros de su comunidad y nosotros no podemos aceptar esas denuncias mediáticas, por lo que todo esto se pondrá en conocimiento de la justicia para que Díaz sea convocado y aporte pruebas y datos sobre lo que está denunciando”. Una amenaza directa del Estado.
La escalada de ataques de todo tipo contra Félix Díaz y contra la organización de la comunidad Qom en la que vive sucedieron luego de la firma del protocolo de seguridad. El gobierno del feudalista Insfrán marca la cancha y recurre a todo método para mantener en el espacio de sojuzgamiento a los pueblos originarios de la provincia. Actitud que revela la lucha por la propiedad de la tierra y la forma de ejercer el trabajo, un conflicto varias veces centenario en la región. Leer

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