viernes, 11 de mayo de 2012

Aprendamos de los brasileros en la construcción de la unidad en la lucha contra el capital y sus agentes


11/5/2012
 Brasil: Conlutas reafirma su apuesta

El 1er Congreso Nacional de la CSP Conlutas - Central Sindical y Popular se reunió los días 27, 28, 29 y 30 de abril en Sao Paulo
Muchas delegaciones tuvieron un viaje agotador. Algunas más de 50 horas de bus. Miles de kilómetros recorridos. Innumerables obstáculos sorteados. No obstante se les veía felices de arribar a Sumaré (Sao Paulo). Venían con la mochila cargada de esperanza. Y sabiendo para qué. Como Sandra Madalena Ferreira, militante de base del Sindicato de los Químicos y Farmacéuticos de Goiás: "El sindicato tiene el papel de pelear por el derecho del trabajador, organizar a la base para luchar por sus derechos. Ese es el principal objetivo del Congreso". Tan simple como eso.

El 1er Congreso Nacional de la CSP Conlutas - Central Sindical y Popular se reunió los días 27, 28, 29 y 30 de abril. En el preámbulo del reglamento de funcionamiento estaban delineados tanto el carácter como los objetivos de la entidad: "La CSP Conlutas-Central Sindical y Popular surge en el escenario brasilero representando una experiencia nueva de organización de los trabajadores y trabajadoras. La propuesta de integración entre sindicatos y movimientos populares urbanos y rurales y la incorporación de los movimientos estudiantiles y de lucha contra las opresiones, en una misma organización de frente único, simboliza la comprensión que acumulamos y la búsqueda por unir todos los sectores explotados y oprimidos de nuestra clase en una lucha común, de clase contra el capital y sus agentes".[1]

La sesión de apertura vino con las presentaciones de rigor y los saludos habituales. Pero ya en su bienvenida a las delegaciones, observadores e invitados internacionales, Sebastiâo Cacau, a nombre de la Secretaría Ejecutiva, definió acertadamente la composición del Congreso: "Aquí está cada uno que ayudó a construir esta herramienta de lucha de la clase trabajadora, todavía pequeña, pero activa y vigorosa". Porque allí estaban en asamblea luchadores sociales. Como los trabajadores del Consorcio Constructor Belo Monte de la región de Altamira (Pará) que paralizaron las obras de la tercera mayor represa hidroeléctrica del mundo; los peones de la construcción civil de la región metropolitana de Fortaleza (Ceará) que van a la huelga el próximo 7 de mayo; los obreros del Complejo Petroquímico de Río de Janeiro de Petrobras, que realizaron una huelga victoriosa en el polo petroquímico más grande de América Latina y principal proyecto del gubernamental PAC (Plan de Aceleramiento del Crecimiento); los activistas del MTST (Movimiento de Trabajadores Sin Techo), involucrados en la lucha de los ocupantes del barrio Pinheirinho, en San José dos Campos (Sao Paulo).[2] Y una delegación de los Bomberos de Río de Janeiro, quienes durante el pasado Carnaval protagonizaron una huelga de diez días, demandando mejores salarios y dignas condiciones de trabajo. Había, por supuesto, muchos más luchadores. De los sindicatos, movimientos y colectivos: trabajadores públicos, profesores, negros, estudiantes, jubilados, pueblos indígenas, derechos humanos,[3] lésbico-gay. Y una destacada representación del Movimiento Mujeres en la Lucha.[4]
Durante el transcurso del Congreso se fueron divulgando los datos en torno a la participación. Los que permitieron apreciar tanto el volumen como la diversidad del campo de resistencia y lucha social allí reunido. Entre delegados, invitados y observadores participaron de las sesiones 2.280 personas. De las cuales: 1.800 delegados/as electos/as directamente en asambleas de base representando a 114 sindicatos (en su mayoría del sector público), 2 asociaciones de clase, 118 oposiciones sindicales; 1 movimiento de lucha por la tierra; 11 movimientos populares urbanos; 4 colectivos de lucha contra las opresiones; 1 organización estudiantil. A su vez, el acercamiento[5] y notablemente la incorporación de nuevos sindicatos y movimientos populares - en relación al Congreso de fundación de Conlutas (Minas Gerais, 2008) - indicaron un indudable avance.
Los mismos datos revelaban también las debilidades. Sobre todo en dos espacios: el campesino y el estudiantil. En el primero de los casos, fue evidente la ausencia de una representación significativa de los trabajadores del campo en la medida que el MTL (Movimiento Tierra, Trabajo y Libertad, integrante de la CSP Conlutas), cuenta con una escasísima implantación e influencia entre el proletariado rural que sigue ocupando tierras, realiza marchas masivas y lucha por la Reforma Agraria. La fuerza decisiva entre los campesinos continúa siendo, sin sombra de duda, el MST (Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra).[6] En el segundo de los casos, porque la ANEL (Asamblea Nacional de los Estudiantes - Libre, que forma parte de la CSP Conlutas) no expresa un amplio proceso de ruptura con la UNE (Unión Nacional de Estudiantes, hegemonizada por los partidos aliados del gobierno Dilma Rousseff), sino que aparece como una cantera de reclutamiento juvenil vinculada, orgánicamente, al PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado).

Herramienta pequeña, pero muy útil
El Cuaderno de Tesis distribuido contenía 15 presentaciones distintas.[7] Abundan en ellas los acuerdos y las divergencias. En todo caso como registro de una cartografía donde se entrelazan experiencias sociales, percepciones tácticas y afinidades políticas diversas. Ubicadas todas ellas en un campo de lucha de clases. O sea, bajo una perspectiva anticapitalista. En esto radicó la fuerza del Congreso.
Tanto en las reuniones plenarias como en los grupos de trabajo, los debates tuvieron como rasgo distintivo la democracia. Haciendo honor a un activismo social que propone "Avanzar en la organización de base" (lema del de Congreso) poniendo en práctica la "democracia obrera" en sindicatos y movimientos populares. No hubo empujones burocráticos y cada quién expuso críticas, generó polémicas, mostro coincidencias, presentó propuestas.
No faltaron los contrastes. Principalmente en torno al balance de la ruptura del Conclat (Congreso de la Clase Trabajadora, realizado en junio de 2010). Es decir, en relación al truncado proceso de unidad entre Conlutas e Intersindical [8] que dio origen a la CSP Conlutas. Mientras que para una amplia mayoría de los delegados (vinculada claramente al campo de influencia del PSTU) la ruptura del Conclat no había impedido avanzar en la construcción de una nueva central; para una minoría (alrededor de un 12%) se había tratado de "una derrota de la clase trabajadora brasilera" que agravó la fragmentación de las luchas y la división del sindicalismo combativo. En esta minoría se ubicaron delegados del Bloque de Resistencia Socialista-Sindical y Popular, de algunos sindicatos y movimientos populares, y la parte de Intersindical que participó del Congreso.[9]
La resolución finalmente aprobada por esa mayoría congresal reafirmó la apuesta de hace dos años: "La fundación de la CSP Conlutas, unificando movimientos populares, estudiantes y de lucha contra las opresiones, además de los sindicatos, significó un paso al frente en la reorganización de los sectores combativos de los movimientos sindicales y populares brasileros (.) En ese breve período de vida nuestra central, la CSP Conlutas actuó en diversas campañas políticas, en las luchas de las categorías, elecciones sindicales y congresos, jornadas del movimiento popular, luchas estudiantiles, plebiscitos populares, entre otros (.) Esencialmente, consideramos el balance de actividades de nuestra Central como bastante positivo. No hay como subestimar los límites de la realidad política en nuestro país, en particular el apoyo mayoritario de la población a los gobiernos Lula y Dilma y el papel de las centrales sindicales y políticas de apoyo al gobierno. En ese escenario, mantener y avanzar en la consolidación de una pequeña, pero muy útil herramienta para las luchas de los trabajadores y del pueblo pobre, no es poca cosa".[10]

En cuanto a los desafíos que se plantean el consenso fue más amplio. La tesis mayoritaria los resume en tres objetivos políticos: 1) preparar a la Central y a las entidades afiliadas para el enfrentamiento contra los patrones y los gobiernos federal, estaduales y municipales; 2) desarrollar la organización de base en los locales de trabajo, vivienda y estudio, en la medida que la organización de base es un presupuesto para el ejercicio de la democracia obrera y para el combate a la burocratización; 3) continuar buscando la unidad de todos los sectores combativos en una central sindical, popular, clasista.[11]
No obstante todas las limitaciones y debilidades, el Congreso constató una realidad: la CSP Conlutas es una fuerza dinámica, con identidad propia. Representativa de importantes contingentes de luchadores sociales, organizados en sindicatos y movimientos populares. Si bien minoritaria en el inmenso mapa del "mundo del trabajo" en Brasil y en relación a las centrales sindicales satélites del gobierno y socias de las corporaciones patronales, la CSP Conlutas no es una experiencia "marginal" ni está "aislada", según pretenden sus críticos malintencionados. Muy por el contrario, la CSP Conlutas expresa un proceso de reorganización sindical y popular. Que se desarrolla en una fase defensiva de las luchas y en un cuadro donde las desigualdades sociales se vuelven cada vez más insoportables para una mayoría de la clase trabajadora y de las capas más empobrecidas.[12]
El broche del Congreso tuvo lugar en las calles. Con motivo del 1º de Mayo, la CSP Conlutas marchó desde la avenida Paulista (icono del poder financiero) hasta la popular plaza República, en el centro de la ciudad. La convocatoria a la protesta decía: "A pesar de la gran campaña de que la crisis no llegó a Brasil, que creció el número de empleados y de que vivimos mucho mejor que antes, los trabajadores sufren todos los días, horas de frío, con ómnibus y metro abarrotados; con una atención de salud pública precaria, con una educación de baja calidad y una especulación inmobiliaria absurda que impide a la mayoría de los trabajadores tener una casa. El crecimiento económico benefició a los banqueros y empresarios en detrimento del sudor de los trabajadores".[13] Hubo acto y oratoria. Los espías de la Policía Federal y algunos medios de prensa (Estado de Sao Paulo, Folha de Sao Paulo, noticieros de televisión) registraron "más de 4.000 personas". Los dirigentes de la CSP Conlutas, prudentes y realistas, contaron 2.500.[14]

Internacionalismo recíproco
En sus dos años de vida la CSP Conlutas desarrolló una intensa agenda internacional. Impulsando campañas de solidaridad (Haití, Palestina); apoyando luchas políticas y sociales (Egipto, Chile, Argentina, España, Paraguay); participando en congresos, seminarios, debates (Estados Unidos, Francia, Italia, Suiza). Esta actividad le permitió un relacionamiento fraternal con diversas fuerzas sindicales. Muchas de las cuales asistieron al 1er Congreso como invitadas.
Por otra parte, y en ocasión del Congreso de la Unión Sindical Solidaires (Francia) en junio 2011, delegaciones de varios países habían acordado organizar una reunión internacional en el marco del Congreso de la CSP Conlutas. La misma se realizó los días 2 y 3 de mayo en Sao Paulo. Bajo la consigna "Muchas voces, una sola lucha", participaron 22 delegaciones de América Latina y el Caribe, Estados Unidos, Canadá, Europa, y países del Magreb y Oriente Medio. En todo caso dos ausencias notorias: Grecia y Venezuela.
Para el secretario nacional de Solidaires, Christian Majeux, la reunión tenía una importancia mayor para impulsar, efectivamente, "una coordinación internacional de los sindicatos en lucha" y avanzar en la construcción de "una red mundial de sindicatos, incluso si al principio es pequeña". En el mismo sentido apuntó Dirceu Travesso, dirigente de la CSP Conlutas, al hacer la presentación.
Si bien la posibilidad de una verdadera "coordinación internacional de sindicatos" está muy lejos - entre otras razones porque la mayoría de los participantes en la reunión no representaban a sus sindicatos, sino que eran parte de corrientes y agrupaciones de oposición sindical-, se avanzó en temas mucho más concretos. Por un lado, la socialización de las diversas experiencias de lucha en cada país; por otro lado, la realización de actividades por sector (salud, educación, Call Centers, ferroviarios, inmigrantes, mujeres).
La solidaridad con la revuelta de los pueblos árabes estuvo presente, tanto en el Congreso como en la reunión internacional. Lo que fue destacado por Fatma Ramadan, presidenta del Sindicato Independiente de Trabajadores de Giza e integrante de la Federación de los Sindicatos Independientes de Egipto: "Encontrar delegados del mundo entero que luchan contra el imperialismo, que apoyan el derecho de los indígenas, discuten sobre los accidentes de trabajo y el problema de los sin techo, uniendo los objetivos políticos y los ejes sociales, es una buena idea para llevar a Egipto como propuesta de lucha".
Finalmente, la reunión aprobó una declaración unitaria que en sus conclusiones afirma: "Nuestras organizaciones se comprometen a buscar fortalecer en las luchas y resistencias un programa clasista, anti-opresión, anti-imperialista, de defensa de los derechos sociales y laborales, de defensa de los recursos naturales y del medio ambiente; apoyar todas las experiencias de organización donde la democracia obrera, la participación de la base, combine la defensa de las reivindicaciones concretas del día a día con la necesidad de construir otro orden económico y social, que niegue de manera radical toda forma de explotación y opresión".[15]

Fuente: http://www.lahaine.org/index.php?p=61552

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